Le habían preguntado qué le parecía la ley para la igualdad de las personas trans que propone el Ministerio de Igualdad, y el portavoz del PP en el Senado Javier Maroto respondió con un dato: «En el Reino Unido se inició este debate. El incremento de cambios de sexo en niñas pequeñas menores… se incrementó en un 4.000% de golpe», dijo en La Hora de la 1 el pasado 5 de noviembre. Pero es falso. Maroto interpreta mal un dato. Lo explicamos.
La cifra sale de un informe del Servicio de Desarrollo de la Identidad de Género (GIDS), que depende del servicio de salud británico, el National Health Service (NHS). En él, se puede observar cómo el número de referencias a consulta médica de menores ha pasado de 77 en el año fiscal 2009-10 a 2.728 en 2019-20; un aumento del 3.443%. Sin embargo, hay varias precisiones: el dato no se refiere a «cambios de sexo«, como señala Maroto, sino a remisiones a consulta del servicio médico especializado en identidad de género. Este servicio ni siquiera realiza intervenciones quirúrgicas de cambio de sexo. De hecho, la cifra incluye remisiones que al final no fueron aceptadas en el servicio. Además, el incremento porcentual no se produce «de golpe», como dice el senador, sino en 10 años; y aunque el porcentaje puede parecer grande, el número absoluto de remisiones a consulta es de 2.728 en 2019-20 para una población de 66,8 millones de habitantes.
Remisiones, no tratamientos
El NHS británico cuenta con un servicio especializado para menores trans (o con disforia de género, como lo denomina el NHS) a través del GIDS, ubicado en la Tavistock and Portman NHS Foundation Trust. Como explican en su propia web, se trata de una clínica especializada para jóvenes que experimentan dificultades con el desarrollo de su identidad de género.
«Algunas personas se sienten incómodas o angustiadas con el sexo que se les asignó al nacer. Estos sentimientos pueden cambiar o desarrollarse con el tiempo o no. Ayudamos a los jóvenes que vienen a nuestro servicio a explorar sus sentimientos y sus prioridades, obtener información precisa sobre las diferentes opciones y elegir el camino que mejor se adapta a sus necesidades y sus vidas. Trabajamos con cada individuo caso por caso, sin preconcepciones de cuál podría ser el mejor resultado para cualquier joven».
Como explican a Newtral.es, los datos se refieren a remisiones a consulta, no a tratamientos en sí. «Hay que tener en cuenta que la mayoría de los jóvenes que son referidos a nuestro servicio no reciben ningún tipo de intervención física en GIDS (por ejemplo, bloqueadores de la pubertad o terapia hormonal). Además, ningún tipo de cirugía está disponible en el GIDS», señalan desde el centro.
Desde la organización británica de defensa de la identidad de género Stonewall corroboran la diferencia: «El político se equivoca al decir que los ‘tratamientos de reasignación de género’ han aumentado en esa cantidad. De lo que está hablando es de las remisiones al GIDS durante un periodo de 10 años, pero una remisión no significa que una persona joven pasará a recibir cualquier forma de tratamiento».
Aunque el senador se refiere solo a «niñas», los datos del GIDS engloban a todos los menores que son referidos.
Un aumento gradual
El año pasado el GIDS anunció una estabilización en el número de remisiones a consulta, con un aumento del 6% respecto al año anterior frente a los incrementos mayores vistos en los años pasados. «Antes de este año, había habido aumentos significativos en las referencias año tras año, con una duplicación particularmente notable de las referencias entre 2014-15 y 2015-16», señalaba en un comunicado.
En cualquier caso, el aumento no se ha dado «de golpe», como señala Maroto, sino en una década.
La doctora Polly Carmichael, directora del GIDS y psicóloga clínica, señala que las razones de los «aumentos bruscos» en el número de jóvenes remitidos al servicio no están claras. «En parte, es probable que refleje una mayor conciencia del apoyo disponible para los jóvenes que experimentan dificultades y angustia en torno al desarrollo de su identidad de género».
Lo mismo considera Ignacio Paredero, sociólogo, politólogo y secretario de la organización FELGTB: «Tiene que ver, básicamente, con que la visibilización actual de los menores trans hace que afloren los casos que ya existían. Hasta hace muy poco tiempo no se identificaban y no se les reconocía su identidad. Lo que ha pasado es una evolución social: han ido apareciendo más casos que estaban ahí pero que no se trataban. Ahora, al hablar de ellos, están aflorando y se están normalizando, y los propios médicos los están tratando».
Varios medios británicos se hicieron eco de esos datos, como The Times, que publicó en su web la cifra que ahora cita Maroto, y el GIDS ha tenido que aclarar la información en más de una ocasión.
En la entrevista, Maroto señala que es un dato que «algunas mujeres, especialmente, incluso personas vinculadas al Partido Socialista, me han hecho llegar». Desde Newtral.es hemos consultado al equipo de prensa del PP en el Senado cuál era la fuente de información que han empleado y han señalado que se lo facilitó una exdiputada socialista y que «es un dato contrastado».
La cifra de cambios de sexo es mucho menor
Desde el NHS señalan que no pueden ofrecer la cifra sobre el número de menores que se han realizado un cambio de sexo, ya que se considera información sensible. La institución no contabiliza el número de personas que atraviesan por este proceso, sino la cantidad de veces que alguien ha tenido un periodo de atención continuado con un consultor médico (‘finished consultant episode (FCE)’). Es decir, una persona podría tener muchos episodios separados de atención para lo mismo durante un año, por lo el número total no indica el número de personas.
En cualquier caso, la información no está desglosada por edad. «Aunque podemos ofrecer el número de episodios consultados terminados, no se nos permite desglosarlos por valores sociodemográficos como la edad. Esto es para asegurar que nadie puede identificarse a sí mismo o a otros en los datos por temas sensibles», señalan en un correo.
En el año fiscal 2016-17 se contabilizaron 204 FCE, en 2017-18 hubo 228 y en 2018-19 se registraron 293; un aumento del 43,6% en dos años.
Resumen
Después de revisar la información disponible, Maroto habla de «cambios de sexo» cuando los datos en realidad se refieren al número de remisiones a consulta. Además, el senador advierte que ese aumento se ha producido «de golpe», pero ha sucedido en nueve años y, aunque el porcentaje es aproximado, las cifras totales se encuentran en torno a las 2.500 remisiones a consulta. Por tanto, consideramos que la afirmación de Maroto es FALSA.