España no es el país de la Unión Europea en el que se paga la energía más cara. Tampoco es el que tiene los impuestos más altos en la factura de la luz. Sin embargo, la diputada de Junts per Catalunya Pilar Calvo hizo ambas afirmaciones durante su intervención en la sesión de control del 26 de mayo en el Congreso.
La diputada preguntó a la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico sobre la nueva tarifa de luz, pero en su intervención también concluyó que “España es el país de la Unión Europea donde los ciudadanos pagan más cara la energía” y añadió que “la Comisión Europea ha dejado claro que los impuestos que pagamos, los más altos de Europa, podrían ser mucho más bajos si el Gobierno lo quisiera”.
Ninguna de las dos afirmaciones es cierta.
[¿Qué cambia en la factura de la luz a partir del 1 de junio?]
España, quinta en coste de la energía
Alemania es el país donde los consumidores pagan la energía más cara de Europa, con un coste de 0,3006 euros por kWh, según los datos publicados en abril de 2021 por la agencia de estadísticas europea, Eurostat, y que reflejan la información del segundo semestre de 2020 sobre consumidores domésticos (con un consumo de entre 2.500 kWh y 5.000 kWh al año).
España se encuentra en quinto lugar, por detrás de Alemania, Dinamarca, Bélgica e Irlanda, con un precio de 0,2298 euros por kWh.
Si se tiene en cuenta solo el coste de la energía como tal, sin contar impuestos, España está en el puesto número 11, con un precio de 0,1260 euros por kWh, y por detrás de otros países como Irlanda, Italia, Francia o República Checa.
Dinamarca, el país con la proporción más alta de impuestos más alta
La diputada de Junts también afirmó que los impuestos que pagamos en la factura de la luz son “los más altos de Europa”.
Dinamarca es el país que tiene una mayor proporción de impuestos sobre el coste final de la energía. Un 67,8% de lo que se paga en la factura de la luz corresponde a los impuestos, según los cálculos de Eurostat, que estima la proporción de impuestos y gravámenes sobre el precio minorista general de la electricidad para los consumidores domésticos.
España ocupa el cuarto lugar: un 45,2% de lo que se paga en la factura eléctrica son impuestos.
Por el contrario, la proporción de impuestos más baja sobre el coste de la electricidad fue la de Países Bajos, donde fue incluso negativa (-0,3%) porque está bonificado. El IVA también varía desde un 4,8% en Malta al 21,3% en Hungría, según Eurostat.
La respuesta de la UE a Junts
Tanto la diputada como la ministra Teresa Ribera se refirieron en la citada sesión de control al Gobierno a una pregunta parlamentaria del eurodiputado Antoni Comín en enero en la que preguntaba si la Comisión Europea estaba en contra de una reducción del impuesto sobre el consumo de electricidad de los hogares.
En su respuesta, la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, señaló que “el impuesto especial español sobre el consumo de electricidad de los hogares está muy por encima del mínimo de la UE establecido por la Directiva sobre fiscalidad de la energía”, aunque también indicaba que “los Estados miembros son libres de determinar los tipos de impuestos especiales por encima de estos mínimos, en función de sus necesidades nacionales”.
Simson también advertía de que “en cuanto al impuesto sobre el valor añadido (IVA), España puede aplicar un tipo impositivo reducido a la electricidad suministrada a los hogares, de conformidad con el artículo 102 de la Directiva sobre el IVA. España puede impulsar reformas, siempre que estén en consonancia con los principios y normas acordados a nivel de la Unión”.
La respuesta de JxCat
Desde el equipo de prensa de JxCat señalan que la diputada se refería a que “el problema de España es que el coste de distribución y transporte es muy alto porque se paga el déficit tarifario. Cuando el precio del mercado OMIE está por encima del precio de tarifa, el Gobierno compensaba la diferencia a las empresas eléctricas. Esto se acabó en 2009-2010, pero se había acumulado un gran déficit de tarifa que se sigue pagando ahora. Ahora, además, están disparados los precios del mercado eléctrico. Y van a seguir siendo muy altos. Portugal ha hecho un esfuerzo de rebaja para no penalizar a familias y empresas. España, no”.
Sin embargo, la OMIE es un operador del mercado y no ofrecen datos del precio que paga el consumidor. Desde su equipo de prensa remiten a los datos de Eurostat que ya hemos citado.
Jorge Morales, director de Próxima Energía, explica a Newtral.es que el coste del mercado mayorista es solo un componente del precio final. En cualquier caso, en su informe anual de 2020 se refleja que España tampoco tiene los precios más altos del mercado mayorista.
En cuanto a los costes de distribución y transmisión, según las estadísticas de Eurostat, en 2020, Luxemburgo, Eslovaquia y Finlandia tenían los mayores porcentajes de costes de distribución, con el 100%, 91,8% y 90%, respectivamente. Por otra parte, Chipre, Lituania y Croacia tenían los costes más altos de transmisión, con el 30%, 29,6% y 26,5%, respectivamente.
Resumen
Después de analizar la información, se puede ver cómo España no es el país de la UE donde los ciudadanos pagan más cara la energía, sino el quinto si se tiene en cuenta el precio con impuestos, y el 11 si se observa sin impuestos. Además, tampoco se pagan los “más altos de Europa”, como dice la diputada, sino que España ocupa el cuarto lugar en la proporción de impuestos sobre el total de la factura de la luz.
Por tanto, consideramos que la afirmación de la diputada Pilar Calvo es falsa.