Los verificadores estadounidenses ya han hecho su fact-check al discurso del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras su imputación por el caso de los documentos clasificados. En su intervención ante un grupo de simpatizantes en Nueva Jersey, Trump cargó contra el Departamento de Justicia por procesarlo asegurando que esta decisión tenía una motivación política, como recoge la Agencia EFE.
En el juicio, Trump se declaró no culpable de los cargos que se le imputan, 37 en total. La investigación se remonta a 2021, cuando la agencia gubernamental de Archivos Nacionales le pidió que devolviera al Estado varios documentos con información oficial que se había llevado tras salir de la Casa Blanca, como explicamos en Newtral.es. Medios como Politifact o el New York Times han verificado algunas de sus afirmaciones.
Fact-check al discurso de Trump: sus comparaciones engañosas con el caso de Biden
El expresidente se defendió de las acusaciones con una “letanía de falsedades y declaraciones engañosas”, como analizan en Politifact. Los fact-checkers, que forman parte, como Newtral, de la International Fact-Checking Network (IFCN), han verificado algunas de las declaraciones de Trump en su discurso.
Una de las que más ha repetido tiene que ver con sus antecesores. Trump comparó su caso con el del presidente actual del país, Joe Biden, al que también se le acusa de llevarse documentos a casa: “Envió 1.850 cajas a la Universidad de Delaware haciendo su búsqueda muy, muy difícil para cualquiera y se niega a entregarlas; se niega a que la gente siquiera las mire”.
Pero su afirmación es engañosa. Los papeles a los que se refiere incluyen “informes de comités [del Senado], borradores de leyes y otros archivos” que el demócrata donó a la universidad para su investigación, algo habitual al tratarse de documentos referentes a la acción legislativa de las cámaras. Aunque, por ahora, su cotejo público está vetado, un equipo del FBI sí ha tenido acceso a ellos y “no hay pruebas” de que Biden se negara a cooperar con ellos, según Politifact.
Trump también afirmó en su discurso que Biden no tenía autoridad para gestionar documentos clasificados durante su época como vicepresidente en la era Obama, también en referencia a la extracción de papeles oficiales por parte del actual presidente.
Pero es falso: Obama promulgó en 2009 una orden que facultaba al vicepresidente a gestionar la información clasificada que estuviera en manos del Gobierno. A pesar de eso, no hay demasiados antecedentes: apenas hay vicepresidentes que hayan desclasificado documentos, como también explican en Politifact.
Las mentiras de Trump sobre los documentos que se llevó
Más verificaciones al discurso de Trump. El expresidente alegó que solo se había llevado “sus propios documentos presidenciales, como cualquier otro presidente”, calificando de “escandalosa” la petición de “400 años de prisión” por parte del tribunal.
Para justificar que, aun fuera de la Casa Blanca siguiera poseyendo documentos clasificados, Trump aseguró que se trataba de información personal que le pertenecía a él como presidente y que solo él tenía la capacidad, como máximo dirigente del país, de diferenciar entre “materiales personales y archivos presidenciales”, es decir, documentos con información sensible que puede afectar al Gobierno o al Estado.
Pero la ley de archivos presidenciales de 1978, que regula la conservación de estos papeles, establece que Archivos Nacionales es la encargada de “la propiedad y el control absolutos de los archivos presidenciales”, como verifican también en el New York Times. La agencia “asumió la custodia física y legal de los registros presidenciales de las administraciones de Obama, Bush padre e hijo, Cinton o Reagan cuando dejaron el cargo”.
La norma también define exactamente qué se entiende por “material personal”, como diarios o documentos de campaña, que el presidente podría quedarse, a diferencia de los “archivos oficiales”, que es por lo que se le está juzgando. Y el texto tampoco otorga “potestad exclusiva” al presidente para determinar qué papeles son personales y cuáles son oficiales; eso está estipulado por la ley, que indica que el mandatario debe separar ambos claramente.
Otras verificaciones al discurso de Trump: las dudas sin pruebas sobre el proceso legal
Trump también deslizó sus dudas sobre el proceso legal al que está sometido. El exmandatario llegó a asegurar que se trataba de “una persecución política, como sacada directamente de una nación fascista o comunista”.
Sin embargo, este tipo de investigaciones son habituales en otros países, no solo en los sometidos a regímenes totalitarios, como analizan en Politifact. Mandatarios como Nicolas Sarkozy, en Francia, o Christian Wulff, en Alemania, también han sido procesados por otros cargos a lo largo de los últimos años.
- Información sobre la imputación de Trump por el caso de los documentos oficiales en Newtral.es
- Verificaciones del discurso de Trump en el marco de su investigación judicial de Politifact
- Verificaciones del discurso de Trump en el marco de su investigación judicial del New York Times