La posibilidad de que en Argentina un candidato ultra como Javier Milei alcance la victoria y las llaves de la Casa Rosada vuelve a poner el foco en cómo las candidaturas populistas o de extrema derecha se abren camino en los países del ámbito latinoamericano.
Y es que el recorrido de este tipo de posiciones políticas se alarga. Ha sido el caso de José Antonio Kast en las presidenciales de Chile, Rodolfo Hernández en Colombia, Javier Milei en Argentina o Jair Bolsonaro en Brasil.
- Contexto. La segunda vuelta electoral es un mecanismo presente en algunos sistemas electorales que consiste en realizar una segunda elección limitada a los candidatos que más votos obtuvieron en la primera vuelta, si no ha habido ningún candidato claramente ganador en esta primera votación. Se utiliza en los sistemas presidenciales de algunos países de Latinoamérica o en Francia. España, con sistema parlamentario, no tiene segunda vuelta.
Los expertos consultados por Newtral.es justifican el auge de la extrema derecha en el mundo por el declive de la derecha tradicional y la preocupación de los ciudadanos por una triple crisis: económica, de seguridad y de corrupción.
La reconfiguración de la oposición
La sombra de la extrema derecha se alarga por el mundo y engulle a la derecha tradicional.
- Contexto: Como expone a Newtral.es Yanina Welp, investigadora del Albert Hirschman Democracy Centre y miembro de la Red de Politólogas, hay una enorme diversidad en la gran familia de la ultraderecha. ¿Qué tienen en común? Se posicionan en contra del sistema vigente. ¿En qué se diferencian? En la manera de posicionarse. “Son nativistas, quieren recuperar la familia tradicional, son anti-Estado, son antifeministas y profundamente nacionalistas”, enumera. Sin embargo, “mientras Le Pen se posiciona a favor de un Estado intervencionista, por ejemplo, Milei propone dolarizar y perder soberanía”.
En Brasil, tras los cuatro años de Jair Bolsonaro al frente del Ejecutivo, la vuelta de Luiz Inácio Lula da Silva a la candidatura por parte del Partido de los Trabajadores supuso un freno a la reelección del líder proTrump en el país. Sin embargo, no se debe perder de vista que la fuerza conservadora en Brasil se ha radicalizado y ha desgastado a la derecha tradicional o de centro.
En Chile, el candidato de extrema derecha, José Antonio Kast, perdió las elecciones de 2021 contra el izquierdista Gabriel Boric en segunda vuelta. Sin embargo, dos años después, el partido de Kast venció en las elecciones al Consejo Constitucional, el órgano encargado de redactar una nueva Constitución para reemplazar a la actual, confeccionada en 1980 en la dictadura de Augusto Pinochet.
En Colombia, el populista Rodolfo Hernández superó a los candidatos de los partidos históricos de la derecha tradicional en la primera vuelta de las elecciones de 2022. Finalmente, fue el exguerrillero de izquierdas Gustavo Petro quien se erigió presidente. Y la oposición se escora hacia la extrema derecha también en este caso. La senadora María Fernanda Cabal, que participó en una campaña de Vox y es negacionista del cambio climático, se postula como favorita para liderar la oposición, según los expertos.
Y el círculo se cierra con la irrupción del ultra de extrema derecha Milei en Argentina, que se enfrentará al actual ministro de Economía, el peronista Sergio Massa, en la segunda vuelta electoral. La derecha tradicional, representada por la alianza opositora Juntos por el Cambio, ha cambiado su estrategia de confrontación y ha decidido apoyar a Milei en los comicios presidenciales.
Ecuador, Bolivia, Perú y Guatemala también han celebrado sus elecciones presidenciales, aunque en estos países la reconfiguración de la política hacia posturas de extrema derecha o populistas ha sido mucho menor.
En Ecuador, el empresario Daniel Noboa se impuso en segunda vuelta a la correísta Luisa González. En Bolivia, el candidato del expresidente Evo Morales ganó las elecciones en primera vuelta. En Perú, el candidato de izquierda, Pedro Castillo, consiguió más votos que su contrincante de derecha, Keiko Fujimori, en segunda vuelta –aunque la actual presidenta es Dina Boluarte debido a la destitución de Castillo–. Y en Guatemala, el progresista Bernardo Arévalo se impuso en segunda vuelta frente a la conservadora Sandra Torres.
La extrema derecha fulmina a la derecha clásica
“Nos encontramos ante un ciclo destituyente: un proceso de cambio impulsado en países gobernados por la izquierda donde, tras celebrarse elecciones, arrojan un resultado aparentemente incompatible con esos gobiernos”, analiza Jorge Tamames, investigador del Real Instituto Elcano y doctorando en University College Dublin.
- El argentino es un caso paradigmático, según Tamames. “El espacio del centro y centroderecha argentino no ha conseguido presentarse como la alternativa sensata a Milei y la candidata de ese espacio ha acabado apoyando la propuesta del radical. Esto prueba que no hay una hoja de ruta clara para el centroderecha”, explica a Newtral.es.
La consecuencia. Aunque no ganen, las figuras de extrema derecha que están llegando a las segundas vueltas presidenciales consiguen “viciar el clima del debate político” con argumentos que, muchas veces, marcan las agendas. Ocurre con la inseguridad, la inmigración o la identidad, como explica también Yanina Welp.
Las crisis que impulsan el auge de la extrema derecha
La extrema derecha y los populismos en ocasiones llegan a las segundas vueltas gracias a que movilizan una frustración concreta, un objetivo que antes lograban los partidos de izquierda y ahora ocurre justo al revés. “Este malestar se explica por tres crisis: económica, de corrupción y de seguridad”, indica a Newtral.es Anna Ayuso, investigadora sénior para América Latina del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB).
Una triple crisis que utilizan los partidos como estrategia para alimentar la polarización política.
- Polarización como consecuencia de una crisis. “La polarización se produce tras un ciclo económico muy negativo que genera un desapego de la sociedad respecto a las fuerzas políticas tradicionales”, indica Ayuso. “Hay un malestar muy claro”, añade Welp. “El aumento de la criminalidad, el miedo a caer en la pobreza de un amplio sector que trabaja a tiempo completo o la corrupción pintan una fotografía muy dramática de la vida de muchas personas para los que la postura de la extrema derecha frente a estos problemas (más allá de solucionarlos o no) sí genera ilusión”, añade la politóloga.
- Polarización como origen de una estrategia política. Tamames, por su parte, opina que la polarización, en muchos casos, no es reflejo de la desafección de la sociedad, sino que surge a consecuencia de una estrategia política que busca precisamente esta dinámica. “La polarización se alimenta de un caldo de cultivo concreto que termina germinando en políticos como Trump”, insiste Tamames. “Crear crispación social es una estrategia política de actores que no solo están en los extremos”, recuerda el investigador de Elcano.
- Yanina Welp, investigadora del Albert Hirschman Democracy Centre y miembro de la Red de Politólogas
- Jorge Tamames, investigador del Real Instituto Elcano y doctorando en University College Dublin
- Anna Ayuso, investigadora sénior para América Latina de Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB)
- Euronews: ‘Bolsonaro vuelve a Brasil para reagrupar a la derecha: «Vuelvo renovado»‘
- Europa Press: ‘Una senadora colombiana en un acto junto a Abascal: «Los imbéciles también votan y nos ponen en riesgo a todos»‘
- Cuenta de X de María Fernanda Cabal
- BBC: ‘Luis Arce, ganador de las elecciones en Bolivia, a la BBC: «Si Evo Morales quiere ayudarnos será muy bienvenido pero eso no quiere decir que él estará en el gobierno»‘