Bronquiolitis, gripe y covid: toda una ‘tripledemia’ adelantada, propia de los primeros fríos. Ha sido quitarnos la mascarilla… y circular los virus y bacterias respiratorias como antes de la pandemia de covid. Aunque este es sólo un factor, las personas expertas en salud pública reconocen el papel de los cubrebocas (y resto de medidas) para contener una amplia gama de infecciones. Pero en la última semana se ha producido una explosión epidémica de bronquiolitis entre quienes, justamente, no han llevado mascarilla durante la pandemia: los bebés.
La Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP) ha alertado del aumento de asistencias en las urgencias infantiles de toda España. Los casos que llegan de urgencia han crecido hasta un 40% respecto al año prepandémico 2019, fundamentalmente causados por el virus respiratorio sincitial (VRS) que deriva en bronquiolitis. Además, se ha adelantado un poco la explosión de casos en hospitales, aunque no de forma más grave, por los datos que se manejan hasta el momento.

Que los hospitales estén recibiendo tantísimos casos también tiene que ver con la "falta de profesionales en los centros de salud y la sobrecarga de trabajo que arrastrábamos desde hace tiempo", cree Guillermo Martín Carballo, vicepresidente de atención primaria de la AEP. A su juicio, "esto impide hacer un adecuado seguimiento de los pacientes. Esta situación se veía venir".
En paralelo, la semana pasada se superó el umbral epidémico de gripe, en lo que se considera una de las temporadas más anticipadas de los últimos años. La gripe A de 2022-23 ya está aquí, tras dos años sin epidemia estacional clara. El virus de la influenza (que causa la gripe) se vio desplazado por el SARS-CoV-2. Pero este año es distinto: “hay una clara coexistencia”, apunta a Newtral.es desde la Sociedad Española de Epidemiología Ángela Domínguez (UB).
“Si algo podemos decir de la gripe es que su comportamiento es impredecible”, precisa la doctora. Y más en ascenso de casos de covid en varias regiones. Eso sí, un incremento de coronavirus en mayores de 60 ni de lejos tan explosivo como el de las bronquiolitis infantiles. Entre los más pequeños, sin embargo, la covid está a la par en positividad de los casos. Alrededor de 17 de cada 100 tests dan positivo en VRS o en SARS-CoV-2, frente al cerca de 11% de gripe.
¿Qué es el VRS de la bronquiolitis, síntomas y diferencias con gripe y covid?
El virus respiratorio sincitial (VRS) es “altamente contagioso, que puede sobrevivir hasta 7 horas en superficies no porosas”, explican desde la Asociación Española de Pediatría. Se difunde con las secreciones de nariz y garganta de las personas infectadas por contacto directo o a través de las gotas de saliva. Y, una vez dentro, pueden causar la famosa bronquiolitis.

¿Qué síntomas tiene?
Una bronquiolitis es una infección del aparato respiratorio inferior, especialmente de los bronquiolos: finos conductos pulmonares que hacen llegar aire a unas bolsitas llamadas alveolos. Suele comenzar con los síntomas de un resfriado (mocos y algo de tos durante dos o tres días y a veces fiebre). Explican desde la Sociedad Española de Neumología Pediátrica que “es probable que el niño se estacione, no empeorando”. O bien que comience “a toser más, a respirar más deprisa y con dificultad (se le marcan las costillas y el abdomen le sube y le baja de manera exagerada, y se ensanchan las fosas nasales), y a tener la respiración ruidosa, con sibilancias o burbujeo”.
La mayoría de enfermedades respiratorias agudas (IRA) pueden tener síntomas similares. Mientras que las gripes no suelen presentar tanta mucosidad y sí bastante fiebre, la covid, por su parte se sabe que no suele dar gran sintomatología en bebés.
¿Cuánto dura la bronquiolitis?
El proceso acostumbra a durar alrededor de una semana, pero es a partir del segundo o tercer día cuando puede llegar el empeoramiento. La mayoría están enfermos durante una semana y después se recuperan. Pero en algunos casos, puede dar lugar a problemas respiratorios en el futuro. Hay una especie de 'bronquiolitis persistente' en algunos chavales que requirieron hospitalización. Meses después puede continuar la tos o los pitidos en el pecho. Incluso hay indicios de que pueda derivar en un proceso similar al asma. Desde luego, sólo en algunos casos muy concretos, ya que la bronquiolitis suele ser leve.
¿Cómo se contagia el VRS?
La transmisión se suele producir por contacto directo, pero –tal y como se creía al principio con la covid– también es posible a través de las manos o por contacto con objetos contaminados.
Los doctores Manuel Sánchez Luna (presidente de la Sociedad Española de Neonatología) y Julio Zarco (Fundación Humans y Hospital Clínico San Carlos) presentaron hace unos días un Plan de Acción para frenar la afectación del VRS y la bronquiolitis. A principios de noviembre advirtieron que el virus podía comprometer a los centros hospitalarios y de atención primaria durante el próximo invierno.
¿Qué hacer cuando aparecen los síntomas?
No hay antiviral específico, como con la mayoría de virus leves. Paciencia, hidratación y paracetamol, bajo indicación médica. En caso tener que atender a bebés o niños pequeños con síntomas, se recomienda llevar mascarilla y evitar que vayan a la guardería o escuela durante esos días.
Hay algunos tratamientos con anticuerpos monoclonales para casos graves y perfiles de riesgo muy específicos. Sin embargo, a comienzos de mese se presnetó el nirsevimab, otro anticuerpo de laboratorio que se podría administrar a los recién nacidos como profiláctico para la primera temporada de VRS a la que los bebés se enfrenten en su vida. Así, este fármaco funcionaría como una especie de 'vacuna' (sin serlo) para lactantes, después de que los intentos por tener una inyección protectora efectiva hayan fracasado desde 1966. En la actualidad se ensaya una vacuna contra el VRS, por lo que, de contar con ambas estrategias en el futuro, se podría acabar con las epidemias anuales de VRS o, al menos, evitar las hospitalizaciones.
¿Quién está en mayor riesgo?
“Este año -explica Sánchez Luna-, la coexistencia con la covid el año pasado ha producido una ausencia generalizada de anticuerpos en la población de riesgo, y afectar a niños más mayores”. Según este neonatólogo, el VRS “es un problema de salud pública” al que se debe responder con “acciones como el refuerzo de la red de vigilancia epidemiológica, o la búsqueda de una profilaxis universal y económica”.
El doctor Zarco ha destacado que "la mejor estrategia para combatir el VRS es una buena prevención consistente en el cuidado de la higiene personal y colectiva”. Pero esta vez, con más hincapié en el lavado de manos, que al final terminó por no ser tan relevante para prevenir la covid como la calidad del aire y la cercanía física.
Se estima que en España, las infecciones por este virus originan entre 7.000 y 14.000 hospitalizaciones anuales, es decir, un 2% de los casos. El mayor riesgo de gravedad es para prematuros, bebés con cardiopatías, neumopatías, inmunopatías, etc. congénitas y menores de 6 meses con factores de riesgo social.
Por qué se adelantan bronquiolitis y gripes
Explica la jefa de Urgencias Pediátricas del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, Paula Vázquez (Sociedad Española de Urgencias Pediátricas –SEUP–), que los primeros casos de bronquiolitis por VRS “se empezaron a atender en el mes de julio, cuando en la época anterior a la covid la epidemia de bronquiolitis se iniciaba a finales de octubre”. Es decir, esto no es nuevo en 2022. Llevamos un largo otoño de infecciones respiratorias que empezaron a verse en verano, tras el levantamiento de las mascarillas.
“Nuestra principal inquietud es que no sabemos cuándo se va a alcanzar el pico máximo ni si la gravedad de los casos será mayor que en otras temporadas, o durante cuántos meses confluirá esta epidemia con la infección de otros virus epidémicos, como la gripe, y ya endémicos, como la covid”, explica.
La retirada de la mascarilla, tras dos años exponiéndonos menos a los virus, puede tener que ver pero no es el único factor.
En la misma línea se expresa la investigadora experta Amparo Larrauri (Centro Nacional de Epidemiología, ISCIII). “Claramente no hemos alcanzado el pico de VRS” ligado a estas bronquiolitis. La epidemióloga, que ha participado en un encuentro del SMC de España con periodistas, cree que es lógico pensar que los pequeños que no tienen historia previa de infecciones, como los bebés, tengan afectación más grande. En este sentido, “no hay nada anormal” en el perfil de ingresos que se está viendo.
Los 'bebés pandémicos', en general, se han expuesto a pocos patógenos, como el resto de la población. Pero eso pasaba antes de al irrupción de la covid. Si no iban a guarderías o escuelas infantiles, no se exponían a virus y bacterias masivamente. La diferencia es que durante estos dos años, quizás, tampoco han entrado en contacto con unos hermanos mayores –o resto de familia– infectados. Ahora sí, con lo que hay más probabilidades de contagiarse, toda vez que ya no hay medidas restrictivas entre la población.
Con todo, tanto Larrauri como su compañero en el ISCIII Paco Pozo creen que no todo se puede explicar por un solo factor, como el fin de la mascarilla. A diferencia de la gripe –la gran ausente a nivel epidémico, aunque con dos picos–, “la temporada 2021-22 no tuvo un pico de bronquiolitis VRS fuera de lo habitual. Pero en otoño-invierno”, quizás no tan anticipada.
Encadenar o tener bronquiolitis, gripe y covid a la vez
Tanto Larrauri como Pozo destacan en ese ecuentro del SMC de España que este es el primer otoño-invierno con la presencia simultánea de VRS, SARS-CoV-2 e influenza como virus protagonistas circulando entre la población. No es que antes no estuvieran, pero ahora se mueven libremente.
“Coexisten los distintos virus. Pero es verdad que dependiendo de la capacidad de transmisión de cada cual, se presentan unas ondas u otras”, a veces secuencialmente, dice Larrauri. Se van dando paso unas a otras. O al menos eso se observó el año pasado. Aunque para los doctores, el compás lo marca el SARS-CoV-2, el más contagioso de los tres, a partir de cada nueva (sub)variante.
Gripe A, B y covid . Es posible infectarse de todo a la vez pero no habitual. Ni necesariamente grave.
La Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica ya detecta una presencia importante de las últimas versiones de ómicron: se abren paso con velocidad BQ.1, BQ.1.1 y BF.7 entre la hasta ahora predominante BA.5. La vacuna que se está inoculando ahora mismo (como cuarta dosis, sobre todo) cuenta con la formulación más adaptada para luchar contra esta subvariante que empieza a ceder ante las nuevas. La carrera entre vacuna y subvariante es endiablada, pero no está claro que tenga consecuencias a nivel epidemiológico.
Igual que con la gripe. Hasta el momento, el subtipo A H3N2 de influenza que circula es similar al que hay dentro de las vacunas (en su versión inofensiva). Buenas y malas noticias en la temporada de gripe que acaba de empezar. “Esperamos que la efectividad de la vacuna frente a la gravedad que dé resultados un poco mejores que otros años –explica Larrauri– pero el A H3 es un poco especialito. Siempre son mejores las temporadas con gripe A H1N1 o con mayor presencia de gripe B”.
Paco Pozo es claro: se puede pillar coronavirus, gripe y VRS a la vez. “Se ha dado siempre”. No es que sea lo más habitual, “ocurre más en pacientes pediátricos y no tiene tampoco por qué ser más grave“, si bien en algunos perfiles, sobre todo en mayores sin vacunar, hay un mayor riesgo de desarrollar una covid severa si se tiene a la vez que la gripe. En cualquier caso, ambos recomiendan vacunarse ante poblaciones de riesgo. De las dos cosas. “Este año –dice Larrauri– se ha adelantado la campaña porque no se sabía qué podía pasar con la gripe. Y Ha sido un acierto”.

- Informe Vigilancia Epidemiológica (IRAs) semana 45, ISCIII
- Informe de situación de covid de 18 de octubre, Ministerio de Sanidad
- Asociación Española de Pediatría, Documento de VRS
- Sociedad Española de Neumología Pediátrica
- Ángela Domínguez, Grupo de Epidemilogía y Prevención Universitat de Barcelona, SEE
- Paula Vázquez, (SEUP)
- Amparo Larrauri (Centro Nacional de Epidemiología, ISCIII)
- Paco Pozo (Centro Nacional de Epidemiología, ISCIII)
- Guillermo Martín Carballo (AEP-Primaria)
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