Policía científica, arqueólogos y genetistas empiezan los trabajos para identificar los restos enterrados en Cuelgamuros

exhumaciones Cuelgamuros
Imagen de Cuelgamuros (Shutterstock)
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Las exhumaciones y los trabajos para identificar los restos de 128 víctimas del Franquismo enterradas en Cuelgamuros ya han empezado. Este lunes 12 de junio se ha iniciado la búsqueda de 18 de esos cuerpos que las familias llevan años reclamando. El objetivo es elaborar el análisis forense que permitirá saber a quién pertenecen.

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Para ello, se ha organizado un dispositivo in situ que incluye la intervención de la policía científica, arqueólogos y genetistas. El propósito es rastrear las distintas criptas en las que están enterrados esos restos para proceder a su análisis. Te explicamos qué se sabe.

El primer paso para realizar las exhumaciones en Cuelgamuros

Los primeros trabajos se realizarán en la cripta de la capilla del Santo Sepulcro, como recoge la Agencia EFE. La intención es, a partir de ahí, revisar de abajo arriba cada una de las cinco plantas en las que se cree que hay enterrados restos de víctimas. 

En total, se espera recuperar unos 128 cuerpos, entre ellos, los de Manuel y Antonio Lapeña, zaragozanos fusilados durante la Guerra Civil, una familia referente para otras víctimas enterradas en el Valle tras una sentencia histórica de 2016 que reconoció su derecho a ser exhumados. Su hijo y sobrino, Manuel Lapeña, murió en 2021 a la espera de recuperar sus restos.

Lo que se inicia este lunes es la “intervención forense” en sí, explican en EFE, que consistirá en “la búsqueda y localización de los cuerpos”, además de los “análisis genéticos que puedan dar lugar a las identificaciones”.

Tras la extracción, el análisis forense de los restos y su identificación

En el dispositivo habilitado participan “seis forenses, un grupo de arqueólogos, odontólogos, genetistas y cuatro miembros de la policía científica”, como adelantó el diario El País, que explica que “su misión específica” es “identificar las cajas en las que están enterradas las víctimas”.

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El estado de conservación de algunas de estas cajas es uno de los problemas que tendrán que resolver. En el interior de Cuelgamuros “hay tres capillas con problemas de humedades y cajas deterioradas” que pueden complicar los trabajos de exhumación, como explicaba a Newtral.es Óscar Blázquez, presidente del Foro por la Memoria Democrática.

Pero “el resto de capillas están bien”, por lo que no tendría por qué suponer un obstáculo insalvable: “Sería muy fácil, habría que abrir todas las cajas, cogerlas y llevarlas a analizar. Se puede sacar todo perfectamente. En un contexto cerrado es mucho más sencillo”, en comparación, por ejemplo, con los restos tirados en cunetas en el exterior, según Blázquez.

Tras acceder a los restos, los forenses tendrán que cotejar las muestras genéticas que obtengan para verificar a quién pertenecen. “Ese genotipo que se les pide a los familiares se guarda” y se analiza posteriormente. Lo que se hace es extraerles ADN con un frotis bucal, un sistema parecido al de las PCR, y compararlo con la muestra que se le toma a los resto exhumados”, como explicaba también a Newtral.es Ángel Fuentes, director del Laboratorio de Arqueología Forense de la Universidad Autónoma de Madrid (LafUMA).

La familia Lapeña supo que se iniciarían estos trabajos “por la prensa” 

Los familiares de las víctimas allí inhumadas llevan años esperando este momento. En el caso de los Lapeña, al menos, desde 2012, cuando se inició todo el proceso judicial, a pesar del auto de 2016 con el que la justicia les dio la razón.

Eduardo Ranz, abogado de los Lapeña, explica a Newtral.es cómo se enteraron de que se iniciarían las exhumaciones en Cuelgamuros: “Ayer lo supimos por la prensa y esta madrugada, desde la 01:30h, he ido recibiendo las comunicaciones [de los organismos implicados en estos trabajos]”. 

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En ellas, el ministerio les ha trasladado cómo está siendo el proceso: “Nos dicen que dan comienzo a los trabajos forenses, pero no detallan la terminología científica ni se nos emplaza [a acudir], que es comprensible hasta que no avancen. Primero se están centrando en la extracción de los restos, que es la fase en la que estamos, y, luego, ya viene el trabajo en laboratorio para cotejar el ADN”, apunta. Ya la semana pasada habían presentado una queja ante el Defensor del Pueblo por el “retraso injustificado” de estas exhumaciones y el 13 de junio solicitarán “que las familias puedan acudir in situ a conocer el estado de los trabajos”.

Por su parte, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica también ha criticado que el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática no les haya facilitado el acceso aún y denuncia la diferencia de trato con los Franco, que “pudieron sacar del Valle de los Caídos el cuerpo del dictador a hombros”.

Unas exhumaciones en Cuelgamuros que se alargarán en el tiempo

Se inicia así un proceso que superó distintas trabas judiciales e institucionales a lo largo de 2021 y 2022. Tras el levantamiento de las medidas cautelares del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y la reactivación de la licencia por parte del Ayuntamiento de El Escorial, en diciembre del año pasado se pusieron en marcha los trabajos previos a estas exhumaciones. 

Lo que se hizo hasta ahora fue “instalar la infraestructura técnica y de seguridad necesaria, incluyendo el laboratorio para el trabajo forense, la organización de los recursos humanos y la delimitación de la zona en la que se producirán las intervenciones”, como explican desde el ministerio, que advierte de que el proceso “será largo en el tiempo debido al estado de las criptas y al gran volumen de cuerpos inhumados”.

Desde el equipo de Transparentia de Newtral.es solicitamos información al ministerio en mayo sobre la fecha prevista para iniciar estos trabajos, pero, dos semanas después, aún no hemos obtenido ninguna respuesta.

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