Los crecimientos anuales de madera de toda España sobrepasan los 30 millones de metros cúbicos, pero más de la mitad de este crecimiento se debe a cuatro especies. Entre ellas el eucalipto, que ha tenido una “expansión espectacular” en algunas regiones, “a pesar de que cada vez se corta más madera de dicha especie”, como señala el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
En el País Vasco, por ejemplo, la superficie cubierta por eucaliptos se ha multiplicado por cuatro en tres décadas y ya cubre más del 3,6% del territorio, y en Galicia ya suponen una quinta parte de los bosques, la formación arbolada más importante de esta región, según el Inventario Forestal Nacional.
Los incendios de este verano han vuelto a señalar a esta especie como culpable de su rápida propagación, aunque los expertos advierten que el problema no es el eucalipto sino la falta de ordenación del territorio.
“Cuando [el incendio] llega al eucalipto, es como una explosión”: el árbol de la discordia
Durante años se ha culpado a los eucaliptos de los fuegos que han sufrido Galicia y Portugal. La expansión sin control de esta especie, que sobrevive en ambientes donde la frecuencia de incendios es alta, ha llevado a muchos a considerarla una amenaza. “Cuando [el fuego] llega al eucalipto, es como una explosión”, relataba a Reuters Antonio, habitante de Gesteira, en Portugal, ante los incendios que han arrasado el país vecino este verano.
La relación de los eucaliptos con el fuego es complicada. Son más susceptibles a arder que otras especies, en parte por la acumulación de hojarasca y los aceites que generan, que aumentan la carga combustible. También “porque utilizan el fuego para extenderse”, explica Kiko Álvarez, delegado de SEO/BirdLife en Euskadi, que recuerda que en Australia les llaman “árboles de gasolina”, porque el fuego avanza muy rápido y de manera descontrolada cuando prenden.
Pero además de inflamables, los eucaliptos son especies pirófitas o pirófilas; no se queman por completo, sino que sobreviven a los incendios. Después del fuego rebrotan y vuelven a crecer en un círculo vicioso que resulta difícil de romper, como recoge el Ministerio.
Aunque los expertos insisten en que culpar al eucalipto de los incendios es una idea equivocada, y apuntan que la inflamabilidad de un bosque no depende tanto de la especie como de su estructura, el estado en el que se encuentre y la gestión que se haga de esas masas forestales, como recoge WWF.
“Los eucaliptos en sí no provocan más incendios, lo que favorece que los incendios aumenten de tamaño es la carga de combustible en el monte y la continuidad”, añade Víctor Resco, profesor de Ciencias Forestales en la Universitat de Lleida.
Con él coinciden Álvarez y Miguel Ángel Soto, responsable de las campañas de Bosques en Greenpeace. “Los eucaliptos no generan incendios, los incendios los genera la gente, principalmente”, explica el primero, que resalta que “ningún árbol genera incendios de por sí”. Soto añade que la asociación de los incendios a una especie es una idea equivocada: “Hemos visto arder superficies muy diferentes. La especie no es la que ha marcado el problema”.
El foco en la rentabilidad comercial y la falta de una política sostenible de ordenación del territorio, entre las causas de su expansión
El eucalipto es una especie muy rentable para la fabricación de papel, otro de los motivos que han impulsado su expansión. En Galicia, por ejemplo, cada hectárea genera 1.240 euros al año; el doble que la de un pinar y tres veces más que un bosque de abedules o de castaños, según el Inventario Forestal.
“En 12 años puedes cortar y vender, lo que es un milagro en materia forestal”, explica Soto, para quien el problema no es su plantación en sí, sino la ordenación del territorio, y su ocupación de espacios protegidos.
La evolución de la especie en Galicia es un ejemplo. Se ha pasado de 131.000 hectáreas en 1973 a 220.000 en 1986, 350.000 en 1998 y más de 500.000 ha en 2016, según recopila SEO/BirdLife, que destaca el contraste con la superficie de bosque autóctono gallego, de 400.000.
Álvarez resalta que la política forestal está claramente orientada al fin productivo de los bosques, sin un enfoque hacia otros servicios como la conservación de los bosques naturales, la biodiversidad, el agua y el aire.
Grandes extensiones, continuas y sin barreras: el riesgo de apostar por una única especie
Aitor Larrañaga, profesor de Ecología en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), añade otro matiz: las grandes plantaciones de eucaliptos sin especies que hagan de barrera para evitar que los incendios se propaguen. “Ahora se están creando monocultivos grandes, y la extensión y la continuidad que tienen los hace más vulnerables”, advierte.
Aunque desde el punto de vista económico es más rentable, el experto cree que no se están teniendo en cuenta los efectos negativos en la diversidad, el riesgo de incendios y la calidad del suelo y del agua. “Es una estrategia empresarial para reducir costes”, precisa.
La Unión Europea también apunta el peligro que supone apostar por una única especie. En su informe sobre Bosques europeos para la biodiversidad, la mitigación del cambio climático y la adaptación, relata que “la composición de un bosque también puede ser un impulsor de incendios, con plantaciones dominadas por eucaliptos o pinos siendo más propensos a los incendios. En Portugal, por ejemplo, las plantaciones de eucaliptos ocupan más del 20% de la superficie forestal total, generando una vulnerabilidad al fuego en estas regiones”.
Resco plantea otro debate. “Si no tenemos plantaciones aquí para hacer papel, lo necesitaremos importar de otros lugares como Indonesia, donde se corta bosque tropical. ¿De dónde queremos el papel que necesitamos? La respuesta es que es mejor que sea de proximidad”, considera. “La clave está en esta diversidad, no tenemos que obsesionarnos”.
Plantaciones que han llegado a su límite: las moratorias vigentes para frenar la expansión del eucalipto
En 2021, Galicia y Bizkaia aprobaron moratorias a las nuevas plantaciones de eucalipto hasta diciembre de 2025 ante la presencia de una especie que ha llegado a su límite.
Aunque cree que son escasas y que deberían durar más, Álvarez considera que estas medidas han servido para evidenciar que las Administraciones tienen un problema con las plantaciones de eucalipto. “No ha habido una planificación previa, el crecimiento de las plantaciones está muy desordenado, y ha habido un incremento bastante fuerte de la superficie de eucalipto. En 2020, solo en Bizkaia el 60% de las autorizaciones de repoblación que dio la Diputación fueron con eucalipto”, señala.
Para las organizaciones ambientalistas sería importante extender esta limitación a las nuevas plantaciones al resto del país, tal y como se planteaba en el dictamen del Comité Científico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de 2017, que consideró las variantes del eucalipto como “especies exóticas invasoras”.
Pero en la comunidad científica no hay consenso sobre este punto. Larrañaga advierte que hay dos maneras de comprender la definición de las especies invasoras: que pueda invadir nuevo territorio y que pueda ser perjudicial desde el punto de vista ambiental. El eucalipto encajaría con la segunda.
Soto considera que el eucalipto tendría que tener una categoría especial, “porque se comporta como invasora, pero no podemos erradicarla porque la necesitamos. Hay que moverse en los grises”. Mientras que Álvarez tiene claro que el eucalipto es una especie exótica invasora. “En un bosque de robles, por ejemplo, conviven varias especies, pero en una plantación de eucalipto no, porque inhibe el crecimiento de otros vegetales para evitar esa competencia. El problema, además, es que el eucalipto es peligroso por el tipo de incendios que se generan, es muy perjudicial para la biodiversidad, altera el suelo y muchas veces lo deja inservible. Económicamente da dinero, pero es una visión muy a corto plazo”.
- Víctor Resco, profesor de Ciencias Forestales en la Universitat de Lleida
- Aitor Larrañaga, profesor de Ecología en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU)
- Kiko Álvarez, delegado de SEO/BirdLife en Euskadi
- Miguel Ángel Soto, responsable de las campañas de Bosques en Greenpeace
- Inventario Forestal Nacional, Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico
- Queremos que los eucaliptos ‘dejen ver’ los bosques autóctonos, SEO/BirdLife
- Tree planting: A double-edged sword to fight climate change in an era of megafires, Global Change Biology
- Desmentimos mitos sobre las causas de los incendios forestales, WWF
- Plan Forestal de Galicia
- Demandan una moratoria de las plantaciones de eucalipto, Ecologistas en Acción