Las asociaciones agrícolas llevan tiempo denunciando las malas prácticas de algunas empresas por no informar como deberían a los consumidores de la procedencia o la composición de algunos productos. En el caso del aceite o la miel, dicen que el etiquetado engañoso evidencia que compiten en desventaja con productores de otros países.
Creen que no se está haciendo lo suficiente para exigirles los mismos requisitos de producción que a los agricultores de la Unión Europea y eso les acaba afectando a ellos. Si se les diera el mismo trato, harían controles más rigurosos en las fronteras o impondrían unas condiciones más igualitarias para sus trabajadores, aseguran desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).
Lo nuevo. Este será uno de los problemas que pondrán encima de la mesa los agricultores y ganaderos españoles en septiembre. Acaban de anunciar que saldrán a la calle el día 5 en Córdoba, aprovechando la reunión de ministros de la UE que se celebrará allí para protestar contra “los ataques continuos al sector”, explica la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja).
La regulación del etiquetado y el origen de los alimentos
Por norma, en el etiquetado de los alimentos debe aparecer el “lugar de origen o procedencia” del producto, como establece la ley general de etiquetado. Además, en la etiqueta debe estar presente “de manera que no engañe al consumidor” acerca del país del que viene, según el reglamento de información alimentaria de 2011 del Parlamento Europeo.
¿Qué es lo que pasa, entonces, con alimentos como la miel, por ejemplo? Aunque la normativa europea exige mencionar en la etiqueta el origen del producto y Bruselas reiteró en abril de este año su intención de que esto se cumpla, no contempla, de momento, obligar a que se incluya el porcentaje de miel procedente de cada país, como recoge Euractiv (algo que sería clave para los apicultores).
¿Por qué? Lo que denuncian es que los productores foráneos mezclan mieles distintas (de mayor y de menor calidad) para poder venderlas más baratas en los lineales de los supermercados, ya que también les sale más barato producirlas (por el ahorro que les supone, por ejemplo, tener a sus trabajadores en peores condiciones laborales).
El etiquetado engañoso en algunos productos: el caso de la miel
Esa “competencia desleal” con respecto a otros países de la que hablan las asociaciones se evidencia, por ejemplo, en la forma en la que se presentan los artículos al público. El alto precio de alimentos autóctonos como la miel o el aceite por los efectos de la crisis climática y económica ha hecho que los productos de otros países sean una opción más viable.
El resultado: precios contra los que es difícil competir y una miel de peor calidad, como denunciaba a Newtral.es Antonio Prieto, responsable de Apicultura de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). Además, la información sobre el origen o la composición de este producto no siempre está clara. Los agricultores critican la falta de transparencia en el etiquetado, que puede llegar a ser engañoso:
- “Está entrando a España miel china que no sabemos dónde está porque la normativa europea permite que no se explicite claramente de dónde viene cada producto. Es curioso que a nosotros sí se nos exija esa trazabilidad y a ellos no”, señala en conversación con Newtral.es Pedro Loscertales, responsable del sector apícola de COAG.
Tanto es así, que la propia Oficina Europea de Lucha contra el Fraude calcula que casi la mitad de la miel que se importa a la Unión Europea no cumple la normativa comunitaria.
Las mezclas y el etiquetado en el caso del aceite de oliva
Con el aceite de oliva está pasando algo parecido. En los últimos meses, asociaciones como Asaja han pedido que se revise el etiquetado de este producto “para comprobar su origen y su composición” y evitar así “una venta engañosa y camuflada en los supermercados promovida por envasadores extranjeros para atraer consumidores”.
Estas empresas estarían mezclándolo con otras grasas, como la del girasol, para abaratar el precio, una práctica “prohibida en España, que sí es legal en otros países europeos”, apuntan desde la asociación. En abril de este año, también UPA denunció este modus operandi, que “deteriora de forma indigna la imagen y la calidad del producto final”.
La organización lo atribuye, entre otras cosas, al “encarecimiento del aceite de oliva derivado de la escalada de costes de producción y de la corta campaña pasada por la sequía”. Una situación que sigue afectando a muchos cultivos en España.
- Convocatoria de la manifestación en Córdoba ante los ministros de agricultura de la UE (COAG, UPA, Asaja y Cooperativas Agroalimentarias)
- Informe de la oficina antifraude de la UE sobre el etiquetado de la miel a nivel comunitario
- Real decreto 1334/1999, de 31 de julio, por el que se aprueba la Norma general de etiquetado, presentación y publicidad de los productos alimenticios
- Real Decreto 760/2021, de 31 de agosto, por el que se aprueba la norma de calidad de los aceites de oliva y de orujo de oliva
- Información de UPA y COAG
Me parece increíble.A partir de ahora me voy a fijar bien en el etiquetado para que no me engañen ,paso si es de afuera aunque me cueste mas.
OPino lo mismo Robert
A mi se me ocurre en el caso de la miel que los productores españoles, adopten ellos en su etiquetado una diferenciación poniendo que ese tarro de miel esta compuesto 100% de miel española sin mezclas de otros países, algo que sea bastante visible en el etiquetado
Honestamente con lo cara que está la comida, no me podría dar más igual de donde provenga; siempre que no tenga muchos componentes dañinos y el precio se mantenga relativamente bajo, da - lo - mismo.