Sociedades médicas y civiles piden ya un etiquetado de advertencia en bebidas alcohólicas: “Falta voluntad política”

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El debate en España sobre el etiquetado de advertencias para la salud en bebidas alcohólicas, similar a lo que ya ocurre con el tabaco, no está cerrado. 

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El grupo de Unidas Podemos presentó el pasado miércoles 18 de mayo en la Comisión Mixta para el Estudio de los Problemas de las Adicciones una Proposición No de Ley para realizar un estudio que concluya con el etiquetado de advertencias para la salud en bebidas alcohólicas.

Algunas sociedades médicas y civiles, como la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) o la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), llevan pidiendo desde hace años “normalizar” el etiquetado de advertencia en las bebidas alcohólicas y además incluir “advertencias gráficas” de los riesgos, “con un tamaño y tipo de letra estandarizados que garanticen su visibilidad”. 

Iñaki Galán es miembro del Grupo de trabajo sobre el Alcohol de la Sociedad Española de Epidemiología y asegura a Newtral.es que “es cuestión de tiempo” que el alcohol tenga un etiquetado de advertencia “como pasó con el tabaco”. “La evidencia científica es contundente y tozuda”, insiste.

Lo mismo asegura Sebastián del Busto, responsable de los programas de prevención de la AECC y médico especialista en medicina preventiva y salud pública. “El cáncer se produce incluso con consumos moderados o consumos de bebida de baja graduación”, dice. 

Los empresarios del sector niegan la evidencia y se quejan de que incluir un etiquetado de advertencia sobre el cáncer es algo “desproporcionado”. Concretamente, ese es el principal argumento del director general de la Federación Española del Vino (FED), José Luís Benítez. 

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Este sector no está en contra de incluir un etiquetado que, por ejemplo, advierta de que “beber en exceso es perjudicial para la salud”, aunque piden que sea un QR para ahorrar costes. 

Sin embargo, el desacuerdo está en el concepto “cáncer”. Se muestran radicalmente en contra de incluir una correlación entre el consumo moderado de alcohol y el cáncer. “No es real y engaña al consumidor”, asevera.

Galán está “totalmente en desacuerdo”. Para él, “el gran problema” en este debate es que estos discursos “falsos” calan en la sociedad por presiones de la industria alcoholera.

“Esa información de que solo es perjudicial en cantidades excesivas es totalmente errónea. Ningún nivel de consumo es seguro. Desde el más mínimo, como un chupito, ya tiene un efecto negativo en seis tipos de cáncer. Concretamente, el cáncer de mama y el cáncer colorrectal”, prosigue. 

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Etiquetado de advertencia para conocer el riesgo 

Galán compara el consumo de alcohol con conducir. “Cuando conduzco, sé que estoy asumiendo un riesgo. Pero como conozco las normas, sé que si las cumplo, tengo un riesgo más bajo. Pero es que en el caso del alcohol, ni siquiera hay normas”. 

En esa misma línea, Galán insiste en que “el consumidor tiene que conocer los riesgos” y debe estar “informado” para luego decidir con conocimiento de causa. 

Del Busto, además, insiste en que “las referencias gráficas en las advertencias funcionan mejor en la población”. 

El debate del etiquetado en Europa 

En el ámbito europeo, la Comisión Europa elaboró en 2021 un plan para combatir el cáncer en el que se incluía, en su primer borrador, al alcohol como un «factor de riesgo» y abogaba por incluir “advertencias sobre la salud” en su etiquetado.

Sin embargo, finalmente el Parlamento Europeo votó a favor de rebajar el tono para sustituirlo por “incluir información sobre el consumo responsable y moderado”.

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Esta enmienda salió adelante gracias a los votos del Partido Popular Europeo, que consideraba lo contrario como “un intento de criminalizar el cava, el vino y la cerveza”. 

“En ese pleno solamente se votaba dar el visto bueno a una estrategia sobre la prevención del cáncer y estaba revisada por científicos. Planteaban un etiquetado para informar de los riesgos pero no salió adelante. El debate político está muy influido por la industria alcoholera, tienen grupos de presión muy fuertes”, asegura Galán. 

La resolución del Parlamento Europeo no era vinculante, pero sienta las bases para las nuevas reglas sobre el etiquetado de bebidas alcohólicas que la Comisión Europea pretende poner en marcha antes de finales de 2023

Este es uno de los últimos intentos de las instituciones europeas de etiquetar las bebidas alcohólicas. Concretamente, el primero se produjo a finales de la década de 1970, sin éxito. 

El etiquetado en Australia y Nueva Zelanda 

Según un estudio de la revista The Lancet, del que se hizo eco la Oficina Económica y Comercial de España en Sidney, Australia tiene uno de los mayores ritmos de consumo de alcohol en embarazadas, con un 35,6%. 

Australia y Nueva Zelanda comparten un sistema común de regulación para el etiquetado de alimentos. Se llama Food Standards Australia and New Zealand (FSANZ). Precisamente, han puesto el foco en este consumo de embarazadas con un etiquetado de advertencia

Desde 2020, se aprobaron las nuevas etiquetas que deberán informar sobre los efectos del alcohol en embarazadas y serán obligatorias en Australia y Nueva Zelanda en los próximos tres años a partir del 31 de julio de 2020. 

Antes de esa decisión, ambos países tenían un etiquetado opcional en las bebidas alcohólicas que decía “health warning” [peligroso para la salud] que se ha sustituido por “pregnancy warning” [advertencia para el embazarado]. 

Galán asegura que estas advertencias “son muy simples” pero suponen el primer paso para que “dentro de poco” se plantee “con total probabilidad” la advertencia de cáncer. “Hay que ir poco a poco, tampoco se puede pasar de la nada al todo”, termina. 

Del Busto incide también en esa línea y se queja de que “hace falta más voluntad política” para dar pasos en favor del etiquetado de advertencia y así “proteger la salud de la población”. 

3 millones de muertos por su consumo nocivo 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se producen 3 millones de muertes en el mundo debido al consumo nocivo de alcohol. O lo que eso lo mismo, el alcohol influye en el 5,3% de todas las muertes mundiales.

La organización hace, además, especial hincapié en la gente más joven Concretamente, en aquellos de de 20 a 39 años. Un 13,5% de las defunciones en este grupo de edad son atribuibles al consumo de alcohol.

La propia OMS también indica que el uso nocivo de alcohol es un factor causal en más de 200 enfermedades y trastornos.

España es firmante de la “Estrategia mundial para reducir el uso nocivo del alcohol” impulsada por la OMS y debatida y aprobada los diferentes Estados miembros. 

En dicho acuerdo, se especifica que los Gobiernos deben “reforzar el compromiso para adoptar medidas que contrarresten el uso nocivo del alcohol”

Fuentes