El gol tiene nombre propio esta temporada. A Esther González (Huéscar, 1992), delantera del Levante y campeona de liga en tres ocasiones, le ha sentado de maravilla el año de la pandemia por el COVID-19. La cuarentena fue clave para desbloquear su mente y recuperar a la ‘9’ que había deslumbrado, pero que en la previa al parón no veía portería. “Soy muy competitiva y he trabajado para gestionar esa frustración”, explica a Newtral.es horas antes de la final de la Supercopa de España (20:45 en Teledeporte).
Precisamente un tanto de Esther inició la remontada del Levante en la semifinal de este torneo que se disputa en Almería. En la competición nacional, 15 goles y tres asistencias en solo 14 partidos avalan su resurgir. “Es la temporada en la que más minutos estoy jugando y eso me da calma, porque sé que los partidos tienen muchas fases, y que en cualquiera puedo generar ocasiones o marcar. A nivel personal y profesional me encuentro muy bien, estoy feliz, y eso también se traslada al resultado”.
“Mi nivel competitivo era alto y el resultado bajo”
La cancelación de la liga en marzo por la COVID-19 dio a la delantera el tiempo necesario para reflexionar sobre una estadística de cero goles y dos asistencias en 19 partidos. “He hecho un trabajo conmigo misma, un reset. La siguiente temporada no podía ser igual, porque mi nivel competitivo era muy alto y el resultado muy bajo. La frustración era evidente, era difícil gestionar todo eso, así que observé mis déficits y trabajé en la adaptación a lo que la entrenadora—María Pry—me pedía”.
El efecto se manifiesta sobre un terreno de juego en el que las piezas del Levante empiezan a encajar. Favorito a la pelea por las plazas de Champions League—tres esta temporada—, sus goles han servido para situarse en la tercera posición de la tabla junto al Real Madrid. Lejos del FC Barcelona, líder en solitario, pero inmerso en la pelea por este objetivo. Para Esther, el mérito es del conjunto. “Aunque parezca que soy la que más goles mete, éstos dependen del trabajo de todas”, recalca.
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Desde la tranquilidad de no tener que saltar inmediatamente al campo, Esther asegura que no siente especial responsabilidad por su tarea de cara a portería. “Esa presión es algo que tengo muy trabajado mentalmente, no siento una presión extra por tener que hacer goles, porque el resultado siempre depende del trabajo de cada una en su posición”, explica, aunque bromea con las horas previas a los grandes partidos. “Esto lo digo desde la calma del hotel, pero igual un rato antes es otra historia”.

«Queremos igualdad en la organización»
En la segunda semifinal de la competición, compañeras del FC Barcelona se quejaron públicamente del arbitraje producido durante su enfrentamiento al Atlético de Madrid, equipo ante el que cayeron eliminadas. Pero fueron más allá, señalando la ausencia de VAR en la competición, que sí estaba presente en la Supercopa masculina organizada por la Federación Española de Fútbol (RFEF) de forma paralela aunque en distinta sede.
Para Esther, la igualdad pasa precisamente por evitar estas diferencias. “Ves dos competiciones que tienen el mismo organizador, que se disputan a la vez, y no tienen las mismas herramientas. Somos conscientes de que no generamos lo mismo y el VAR supone un coste, pero viniendo de la misma organización, estaría bien que se disputaran con los mismos recursos”, lamenta.
Sobre el césped, espera un rival que conoce bien. Su exequipo, el Atlético de Madrid, ha recuperado en los banquillos a Sánchez Vera y, tras eliminar al FC Barcelona, parte como favorito al título. “Ellas son las que tienen títulos y las que juegan Champions League, tienen esa presión. Pero nosotras tenemos motivación y competitividad, y estamos trabajando mucho para batir a uno de los mejores equipos de Europa. Vamos a demostrar nuestras armas”.
La ambición impregna cada palabra de una delantera que ansía esta Supercopa de España para corroborar una de las mejores versiones de su carrera. “Quiero ser protagonista de los partidos. Cuando quiero algo, voy a por ello, y pocas veces no lo consigo”, expresa escasas horas antes de su nuevo reto. “Lo importante es el grupo y que todas demos nuestra mejor versión en el campo. Es una responsabilidad grupal, somos un equipo asentado y maduro, con las cosas claras, y eso va a dar resultados”.