La Policía Nacional ha formalizado la compra de un mínimo de diez mil espráis de defensa personal, según recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE) de este sábado 3 de septiembre de 2022. En total, el contrato alcanza un coste de 121.000 euros con un precio por aerosol de 7,7 euros, a los que habría que sumar otros 54.450 de las fundas.
Estos artilugios los usarán agentes con funciones de seguridad ciudadana en 2022 y 2023 “como instrumento de protección y disuasión” y, según la Policía Nacional, los espráis son de “escasa peligrosidad”.
De hecho, estos aerosoles se consideran un “arma no letal” cuyo empleo “supone el escalón previo a medios de autodefensa que pueden ocasionar graves resultados lesivos”. Es decir, se trata de las herramientas que permitirán a los agentes reducir a una persona sin recurrir a elementos más agresivos.
El principio activo de estos aerosoles es la capsaicina, que puede provocar la incapacitación temporal de una persona durante varios minutos. Como curiosidad, este compuesto químico es el que está presente en el chile picante.
La Policía Nacional pagará 32 céntimos más que en 2019 por espray
Además, según recogen los pliegos del contrato, estos espráis para la Policía Nacional deben ser ignífugos, ya que los agentes tienen que poder emplearlos junto al inmovilizador eléctrico en caso de ser necesario. La compra de estos espráis para la Policía Nacional se ha hecho a la empresa Falken.
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Por otro lado, también se ha formalizado el contrato para la adquisición de las fundas donde los agentes guardarán su espray. En este caso, la empresa agraciada ha sido Guarnicionería Roal SL, que factura por cada funda un total 2,85 euros, impuestos incluidos.
Este contrato de espráis le ha salido a la Policía Nacional algo más caro que el anterior. En 2019 se realizó una compra similar; aquella vez se compraron 4.000 espráis a 7,38 euros la unidad (32 céntimos menos que ahora), aunque entonces adquirió 3.500 fundas a un precio de 3,14 euros, mientras que ahora pagará 29 céntimos menos.
