Precipitadas por la quinta ola que azota a España, las comunidades autónomas se vieron en la tesitura de adelantar la cita para la vacunación a las personas jóvenes. Cataluña, Baleares o Canarias fueron de las primeras en hacerlo. Abriendo la franja de 20 a 29 años, o incluso a partir de 16 años, y tomando el pulso así a la gente joven y su respuesta a la llamada para vacunarse.
Cataluña fue de las primera regiones en España que cita para vacunarse los jóvenes de 16 a 29 años. Tiene ya a un tercio de su población más joven con al menos una dosis. Y no es la única con datos que llaman a la esperanza. La Comunidad de Madrid anunció que en las primeras horas de abrirse la autocita para mayores de 16 años, el lunes 12 de julio, más de 138.000 jóvenes programaron su pinchazo.
En esa misma línea, hay más ejemplos y más recientes. Este lunes 19 de julio, La Rioja abrió a las 23.00h la vacunación para los nacidos hasta 1993. Tan solo esa noche, hasta las 8.00h de la mañana del día siguiente, se dieron más de 3.000 citas. Fue tal la respuesta que colapsó el sistema y esa misma noche “no funcionó la cita programada”, explican fuentes del Gobierno riojano a Newtral.es.
Algo parecido aseguran también desde el Gobierno de Euskadi. “En las primeras horas que se habilitó la web para solicitar cita para el colectivo de 16-29 años, se otorgaron en torno a 80.000 citas”, declaran fuentes del Ejecutivo a Newtral.es. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) relativos a 2020, la población de entre 16 y 29 años en la región es de 284.320 personas. Es decir, en torno al 30% de la población joven pidió cita las primera horas.
Ese porcentaje sube, de hecho, en otras comunidades autónomas, como Aragón. Según explicó el Gobierno aragonés y recogieron medios regionales, hasta un 44% de los jóvenes de entre 18 y 21 años pidió cita el primer día.
“Se han apuntado de forma masiva”
El vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), Fernando Moraga-Llop, celebra que desde que las comunidades autónomas abrieron la autocita para la vacunación de los jóvenes en España, estos han respondido y “se han apuntado de forma masiva”.
“Ha habido una aceptación muy importante por parte de esta población de adolescentes y adultos jóvenes. Y eso que todavía no se ha empezado a vacunar por debajo de los 16 años”, asegura el vicepresidente. “Creo que esto responde a varias cuestiones. La primera, sin duda, es que España es un país en donde las vacunas en la población pediátrica tienen una cobertura de alrededor del 95%”, explica Moraga-Llop.
“Esto es así porque desde los años 70 y 60, los niños son atendidos por médicos especialistas en niños. En otros países no ocurre lo mismo, como Reino Unido. Allí es un médico general el que también visita a los niños”, dice.
Precisamente en Reino Unido, la tasa de las personas que dudan en ponerse o no la vacuna es 10 veces superior en la gente joven que en los adultos. De hecho, el Gobierno de Boris Johnson estudió la posibilidad de pedir un certificado de vacunación para entrar a los pubs. Reino Unido, que desde el 25 de junio permite en Inglaterra vacunarse sin cita previa ni restricción de edad, tiene al 58,8% de los jóvenes entre 16 y 24 años vacunado.
España, sin recurrir de momento a incentivos a la vacunación
La reticencia de los jóvenes, y sobre todo el descenso en el ritmo de vacunación, es algo que están sufriendo algunos países tanto dentro como fuera de la Unión Europea. Quizá el ejemplo más claro sea Estados Unidos. Algunos estados, como West Virginia ofrecen 100 dólares a los jóvenes de hasta 35 años que se vacunen para incentivarlos y no frenar el ritmo de pinchazos.
Mirando dentro de la UE, Francia e Italia son los últimos ejemplos: ambos reclamarán estar vacunado para acceder a cafés y restaurantes. Responde a que, en los últimos días, se ha producido un frenazo en su ritmo de vacunación.
En España, Galicia, por el momento, es la única comunidad que, desde el sábado 24 de julio, exige un certificado de vacunación o prueba negativa para acceder al interior de bares y cafeterías Vigo, Ourense, Pontevedra, y otros en 33 municipios.
El vicepresidente de la AEV, Fernando Moraga-Llop, asegura que los incentivos para la vacunación son “un factor añadido” más para que la gente joven se beneficie de la vacunación, pero alerta del efecto contrario que podría tener.
“Conseguir el certificado de vacunación no exime de llevar a cabo todas las medidas de prevención no farmacológicas, porque estamos viendo que los vacunados también se pueden contagiar e infectar a otras personas”, asegura.
Según explica Quique Bassat, epidemiólogo del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y pediatra, es “difícil de prever” si España va a necesitar o no incentivar la vacunación de alguna forma en algún momento, sobre todo enfocado a la gente joven.
“Hasta ahora ha sido todo muy fácil pero es cierto que te vas acercando a los grupos más jóvenes y a los últimos porcencientos que quedan para vacunarse y la dificultad se multiplica. Pero en España no creo que haya que incentivar, por ahora. Hay que tenerlo en el radar, porque se puede pasar de una cobertura de 70%-80% y empezar a tener problemas, pero por el momento no ha ocurrido”, explica.
La quinta ola ha empujado a los jóvenes a vacunarse
La quinta ola vino después de una paulatina desescalada que, entre otras cosas, abrió parcialmente el ocio nocturno de cara al verano. Sin embargo, ante el aumento de los contagios, son varias las comunidades que han decidido dar marcha atrás: algunas incluso recuperando el toque de queda con la aprobación de sus tribunales superiores de justicia.
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Es precisamente esta quinta ola, según los expertos, la que ha empujado a los jóvenes a acudir a los puntos de vacunación. Bassat asegura que este nuevo pico de contagios ha sido “un factor clave” para ellos.
“Predominantemente la han conducido los jóvenes. Se han visto inmersos y siendo además los principales causantes, lo que ha asustado a mucha gente y les ha dado un toque de realidad”, asegura Bassat. “Es decir, se han dado cuenta, los que aún no lo habían hecho, de que ellos también son parte de la solución”.
La IA a 14 días de los jóvenes, según los datos que diariamente publica el Ministerio de Sanidad, supera los 1.800 casos por cada 100.000 habitantes. Este es un dato que está muy por encima de la media nacional, que es de más de 600 casos.
“Si se hubiera abierto la vacunación a los jóvenes sin quinta ola, estoy seguro de que la cobertura hubiera sido mucho peor”, añade Bassat.
“En el fondo, lo que pasa es que le ves las orejas al lobo. Hay jóvenes por debajo de los 40 años en la UCI, que además también pueden tener COVID persistente. Creo que eso les ha permitido ver la gravedad de lo que estamos viviendo, y eso no hubiera pasado sin esa quinta ola”, insiste.
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El epidemiólogo señala que los jóvenes “tienen todo el derecho” a quejarse, porque no tenían abierta la vacunación hasta hace poco. Es cierto que ellos han tenido “las mayores actitudes de riesgo”, y eso se comprueba “con las imágenes que hay todas las noches de fiesta”, insiste Bassat.
Los antivacunas son débiles en España
Otro factor que explica la importante respuesta de los jóvenes a la hora de vacunarse es la debilidad de los movimientos antivacunas en España. “Aquí son poco importantes pero aún así hay que controlarlos, porque podrían ir aumentando”, apunta el vicepresidente de la AEV, Fernando Moraga-Llop.
Según un informe de marzo de 2021 de la plataforma IPSOS, España ocupaba uno de los primeros puestos a nivel mundial en porcentaje de personas que decían que se pondrían la vacuna en cuanto saliera. Concretamente, un 82% de españoles.
Y no solo eso, además un 63% decía que se pincharía “inmediatamente” después de que salieran al mercado.
“Hay un ejemplo muy representativo, y es la comparación con nuestros vecinos de Francia. Allí, más del doble de personas que en España desconfían de la vacuna: un 15% frente al 6% español”, asevera Bassat.
Moraga-Llop pone de ejemplo del único caso de difteria que hubo en España. El país estuvo libre de la enfermedad durante 28 años gracias a la alta cobertura vacunal.
Volviendo a la COVID-19, Moraga-Llop admite que “es lógico que los padres tengan dudas con respecto a la vacuna”. “Las personas demandan información y por eso la mayoría de las dudas se resuelven con la pedagogía”, termina.
Fuentes:
Consejerías de Sanidad y gabinetes de prensa de las comunidades autónomas
Ministerio de Sanidad
Fernando Moraga-Llop, vicepresidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV)
Quique Bassat, epidemiólogo del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y pediatra
Repositorio de datos sobre vacunación internacional de la Universidad de Oxford, Our World in Data
Informe de marzo de 2021 de la plataforma IPSOS sobre percepción de las vacunas
Instituto Nacional de Estadística (INE)
Yo me vacuné porque me llamaron por teléfono para darme cita. ¿Donde está lo de voluntario?
QUIEN VERIFICA A LOS VERIFICADORES
¿Ejemplo de?