La Unión Europea se prepara para un posible invierno sin importaciones de gas natural procedente de Rusia. Al mismo tiempo, España, que ya está poniendo en marcha el plan comunitario para reducir el consumo energético, es uno de los pocos países de la UE que ha incrementado las importaciones de gas ruso en los últimos meses. De hecho, es el que más ha aumentado tanto las toneladas como los pagos a Rusia de este recurso desde el inicio del conflicto.
En comparación con el mes de marzo, el valor de las importaciones de gas natural ruso a España ha incrementado casi un 30%, pasando de los 315,7 millones de euros en marzo a los 407,1 en julio, según el Centro de Investigación en Energía y Aire Limpio (CREA) de Helsinki, que se basa en datos de Eurostat, ENSOG y las Naciones Unidas. Y no es una cuestión de precios: las toneladas recibidas respecto a marzo han aumentado un 33%. En cantidades absolutas, España ha adquirido 97.000 toneladas más en julio que durante el primer mes de la invasión, según el portal Russia Fossil Tracker de CREA.
Por el contrario, la gran mayoría de los países de la UE han disminuido las importaciones de gas ruso, ya sea por las sanciones económicas o por el corte de suministro por parte de Kiev. En total, desde que Rusia inició la invasión de Ucrania a finales de febrero, 12 países de la UE se han enfrentado a interrupciones o reducciones en sus entregas de gas ruso, de acuerdo con Associated Press. Por otro lado, Reuters asegura que Rusia ha cortado totalmente el suministro a Bulgaria, Dinamarca, Finlandia, Letonia, Países Bajos y Polonia.
Bulgaria, sin embargo, ha aumentado un 7% las toneladas importadas de gas, según los datos del CREA, que explica a Newtral que los datos “tienen en cuenta las compras a través de terceros países, y en el caso de Bulgaria, el país compra gas a otros países de la UE que a su vez lo importan de Rusia”.
España, Rumanía y Bulgaria son los únicos países que han incrementado las compras respecto a marzo, además de Suecia, que pasó de no importar gas ruso a comprar 9.125 toneladas por valor de 10,2 millones de euros en julio, según CREA. En el conjunto de la UE, en cambio, las compras de gas han disminuido, de media, un 61%.
Los datos del observatorio europeo no coinciden con Enagás, la gestora gasista española, que muestra incrementos todavía más altos. Si en marzo la compañía registró la entrada a España de 3.277 gigavatios-hora de GNL (gas natural licuado) procedente de Rusia, según el boletín mensual, en julio la cifra fue de 5.317, lo que supone un aumento del 62%.
Contratos y calendarización, posibles causas de las compras españolas
Una de las explicaciones de las compras españolas que da Adolfo Núñez Sarompas, profesor del Máster de Energías Renovables y Eficiencia Energética de la Universidad a Distancia de Madrid (Udima), es que “pueden ser compras programadas de hace mucho tiempo”. Los precios de los combustibles fósiles son muy volátiles, y los países planifican las importaciones a unos precios ya establecidos.
El mismo argumento defiende Enagás, que asegura a Newtral que el repunte es posible que se deba a la calendarización de los contratos. Arturo Gonzalo, consejero delegado de Enagás, apuntaba en una entrevista en El País que en junio hubo un incremento de barcos procedentes de Rusia con gas natural licuado por diferentes factores, entre otros los contratos ya establecidos.
El consejero delegado de la distribuidora gasista asegura que “Rusia, por término medio, representa aproximadamente el 10% del gas que consume España. Viene en barco como GNL, algo que está perfectamente aceptado en el régimen de sanciones de la UE. No hay una razón de fuerza mayor que haga interrumpir esos contratos”. En Europa, el gas natural normalmente se vende en contratos a largo plazo de hasta 25 años, tal y como destaca el Centro Marshall. Los contratos generalmente obligan al comprador a comprar una cantidad mínima fija para proteger al productor.
Las reservas españolas superan el 80% de almacenamiento
El almacenamiento medio de gas en la Unión Europea, con datos del 12 de agosto, se encuentra al 73,6% de su capacidad, según la Infraestructura Gasista Europea (GIE por sus siglas en inglés). España alcanza un 80,3% de almacenamiento, el séptimo país de los miembros europeos. Portugal, Polonia, Suecia y Dinamarca ya superan el 90%.
El objetivo que ha marcado la Comisión Europea es que los Estados miembros de la UE llenen las instalaciones de almacenamiento al 80% de su capacidad para noviembre de este año, y al 90% en los años posteriores, de acuerdo con la nueva legislación que publicó a finales de junio.
“El almacenamiento subterráneo español está cumpliendo el objetivo marcado por Europa para noviembre, y también cumple con la necesidad de tener reservas para garantizar el suministro propio y a los demás Estados”, asegura Enagás, que destaca la condición de España como un ‘hub’ gasista en el continente.
Rusia, entre las cuatro grandes fuentes de gas de España
El 32,9% del gas natural que España ha utilizado en lo que llevamos de año procede de Estados Unidos, según Enagás, que llega en buques metaneros en forma de gas natural licuado. El segundo origen más destacado es Argelia, que ha suministrado el 24,5% del gas español por la tubería Medgaz. Nigeria (14,2%) es el tercer proveedor gasista de España, seguido por Rusia (10,7%), ambos proveedores de GNL.
La gran diversificación que tiene España, asegura Enagás, es por el modelo energético característico de las islas y penínsulas, que por sus condiciones geográficas apuestan por plantas de GNL. “La tendencia general, es que hay una mayor demanda de gas, y si hay mayor demanda, el resto de variables incrementan, parte por esa exportación a Europa”, asegura la compañía, y añade que “España no sustituirá a Rusia, evidentemente, pero sí que puede ser parte de la solución”.