Pedro Sánchez era concejal del Ayuntamiento de la capital e iba como número 21 en las listas para las elecciones generales de 2008 en la circunscripción de Madrid. Su partido hasta la fecha nunca había conseguido más de 18 asientos en esa plaza y únicamente llegó a ese techo en la cita en la que tuvo el mejor resultado de la historia de unas generales en España. La media realista estaba en torno a los 12 escaños y, por lo tanto, desde el puesto vigésimo primero se veía muy lejana la posibilidad de entrar en el Congreso de los Diputados.
Sin embargo, por una serie de carambolas políticas, Pedro Sánchez tomó posesión de su acta en la Cámara Baja el 14 de septiembre de 2009. En 2010 fue nombrado ‘diputado revelación’ por la Asociación de Periodistas Parlamentarios. Y, a partir de ahí, la historia ya es conocida por todos.
El caso del actual presidente del Gobierno refleja una realidad: la de la rotación que hay en el Congreso, donde los diputados que terminan la legislatura nunca son los mismos que la empiezan. Sin tener en cuenta las legislaturas exprés de 2016 y 2019 y la constituyente, esta ‘tasa de reposición’ ha sido como mínimo del 10%. Al menos, uno de cada 10 diputados elegidos en las urnas dejaron su acta y fueron sustituidos por alguien que ocupaba una posición posterior.
En la legislatura de la mayoría absoluta de Mariano Rajoy esta cifra se elevó hasta los 87 asientos, 30 más que la actual legislatura donde el 16% de quienes lograron representación en las urnas dejaron su escaño (57 de 350). En muchos casos el grupo que más bajas acumula en el Congreso entre sus escaños es el que está en el Gobierno por ocupar los diputados nuevos cargos en los distintos ministerios y organismos del Estado.
- Por norma general, es compatible ocupar un puesto en el Ejecutivo y mantener el escaño. Sin embargo, en muchas ocasiones, los propios partidos fuerzan la dimisión como diputados por una cuestión de pragmatismo: la agenda de los ministros y secretarios de Estado a veces es apretada y complica su asistencia a todas las votaciones. Por tanto, si ‘liberan’ esa plaza se puede situar a alguien cuya presencia esté garantizada.
El caso de la XIV Legislatura: de las 28 sustituciones del PSOE al papel de los ‘titulares’ de los grupos vascos
En la legislatura que está a punto de terminar, hasta 28 diputados socialistas han dejado su escaño, 13 de ellos por haber sido ascendidos para algún cargo por el Gobierno. Como consecuencia a estas renuncias, llegaron al hemiciclo perfiles como el del entonces secretario general de las Juventudes Socialistas, Omar Anguita (número 12 por Madrid), o Juan Bernardo Fuentes (cuarto por Las Palmas). Conocido como ‘Tito Berni’, también renunciaría después por verse involucrado en un caso de supuesta corrupción.
Los populares también tuvieron que aceptar una dimisión por motivos relacionados con la Justicia. Fue la de Alberto Casero, diputado que saltó a la fama por propiciar con su error la convalidación de la reforma laboral. Este dejó su escaño en el Congreso tras quedarse a un paso del banquillo por supuesta prevaricación y malversación de caudales públicos cuando era alcalde de Trujillo. No de Cáceres sino de Madrid y Murcia eran los candidatos que sustituyeron, respectivamente, a Pablo Casado y Teodoro García Egea tras su defenestración como líderes del PP. En total, el grupo popular ha renovado 11 de los 88 asientos logrados en las últimas elecciones generales.
Las bajas en el resto de grupos son mucho menores, también porque a menos escaños, menos posibilidades de registrar bajas. Tanto en Vox (tres sustituciones) como en Unidas Podemos (ocho), los adioses más sonados fueron los provocados por el salto de alguno de sus líderes a una candidatura autonómica: el de Macarena Olona al Parlamento andaluz y el de Pablo Iglesias a la Asamblea de Madrid. Con todo, ninguno llegó finalmente a ejercer como diputado regional.
El contrapunto lo protagonizan PNV y EH Bildu, los únicos grupos del Congreso que van a terminar la legislatura con los mismos diputados con los que la empezaron.
Nombres que están en el filo para lograr un escaño en el Congreso el 23-J
Cada una de las elecciones son distintas a las anteriores, pero hay grandes nombres cuya presencia en el Congreso la próxima legislatura está en la cuerda floja si se toman como referencia los últimos comicios. En este sentido, los populares tendrían más margen que los socialistas, pues, según las encuestas, es previsible que mejoren sus resultados respecto a 2019. Aun así, dirigentes históricos como Carlos Floriano (número dos en la lista) se mantienen en el filo, pues va un número por detrás de lo que su partido logró en Cáceres.
A la luz de los sondeos, también estarían al borde de la representación cargos como la secretaria de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández (número dos por León), o el que fuera hasta hace unos días secretario de planificación política de Moncloa, Francisco Salazar (número cuatro por Sevilla). Ambos van en puestos que hace cuatro años obtuvieron plaza, aunque esta podría no materializarse el próximo 23 de julio.
Por su parte, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, va quinta por Madrid en las listas de Sumar. En 2019 fueron cinco precisamente los asientos que logró Unidas Podemos (siete si se suman los obtenidos por Más Madrid) para el Congreso, así que las opciones para revalidar su escaño pasan por que la coalición de izquierdas repita sus resultados. La secretaria de Organización, Lilith Verstrynge, tendría igualmente cierto margen, puesto que ocupa el cuarto puesto por Barcelona, circunscripción en la que los morados obtuvieron cinco asientos en los últimos comicios.
Diputados de los números posteriores y candidatos sustitutos
A la hora de presentar las listas, los partidos que concurren a las elecciones están obligados a presentar a tantos candidatos como puestos se reparten en esa circunscripción para asegurar que, en caso de obtener el 100% de los votos -una posibilidad más teórica que realista-, esos escaños del Congreso quedaran siempre cubiertas. Y no solo eso, las formaciones pueden a su vez proponer hasta un máximo de 10 candidatos suplentes para cada lista por si se vieran en la obligación de tener que tirar de ellos para ocupar alguno de los puestos.
No obstante, estos suplentes son el último recurso al que recurren las formaciones porque, según indica la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), “cuando se trate de listas de candidatos, las bajas que se produzcan después de la proclamación se entenderán cubiertas por los candidatos sucesivos”. Unos candidatos que, con todo, no están obligados a asumir el cargo al que formalmente se presentaron y que, en algunos casos, nunca se plantearon asumir. Si no, que se lo digan al alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, que va de número 37 de la lista del PP por Madrid.
Nota metodológica: a la hora de hablar de bajas, no se incluyen las provocadas por la convocatoria electoral del próximo 23 de julio. Por la disolución de las Cortes todos los diputados, a excepción de los que forman parte de la Diputación Permanente, cesaron en sus puestos.
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