La mesa de diálogo entre el Gobierno y el Govern vuelve con turbulencias antes siquiera de que sus integrantes se hayan sentado a hablar. Y lo hace por la polémica que ha generado el encuentro entre ERC y Junts, a los que el president Pere Aragonés ha dejado fuera de la reunión.
La delegación de la Generalitat, ha insistido Aragonès, «se puede ampliar» porque mantiene la «puerta abierta» a los nombres que le proponga su socio de coalición, pero siempre que cumplan una condición: que sean consellers, porque así -argumenta- se le da «legitimidad al proceso de negociación» y el Govern puede ir con la máxima «fuerza y ambición».
La propuesta ha sido ya rechazada por el secretario general de Junts, Jordi Sánchez, quien ha arremetido duramente contra la postura del líder republicano: “Junts no dejará ninguna silla vacía. Si está vacía es porque estamos vetados y porque Aragonés no ha designado unos nombres que no eran de la satisfacción del Gobierno español”.
Las bases de la mesa de diálogo: una reunión de “gobiernos”
En febrero de 2020, en la primera mesa de diálogo, Pedro Sánchez y el entonces president de la Generalitat, Quim Torra, cerraron las bases de funcionamiento de este foro que definieron como una “mesa de gobiernos”.
El comunicado conjunto establecía, también, que se reuniría “mensualmente” en encuentros alternos en las sedes oficiales del Ejecutivo Nacional y el de la Generalitat. Y ya, desde el primer momento, se establecieron diferencias entre los temas que quería tratar Moncloa –inversiones y cesión de competencias– y el Palau -“derecho de autodeterminación” y “amnistía”-.
Las divergencias con Madrid sobre el orden del día eran, sin embargo, un punto en común entre los partidos independentistas, como reconocía el propio Torra tras el encuentro inicial que se celebró en la capital: “Agradezco a toda la delegación catalana el trabajo de estos días y la unidad demostrada”.
Junts, con “dudas” respecto a la mesa de diálogo
Más de un año, una pandemia y unas elecciones catalanas después, se puede decir que son las reivindicaciones independentistas lo único que comparten ERC y Junts. La cita electoral del 14 de febrero dio un vuelco al panorama político de Cataluña y llevó -no sin pocas disputas- a Pere Aragonés a la presidencia de la Generalitat.
Este cambio implicaba situar al frente del Govern al partido que había cerrado con el PSOE la creación de la mesa de diálogo como condición para posibilitar la investidura de Sánchez. El impulso a este foro era, por lo tanto, inevitable y la participación de las dos partes de la Generalitat, casi obligada… por mucho que Junts mostrara sus recelos. Unas suspicacias que nunca han escondido y que quisieron dejar expresamente reflejadas en el acuerdo de coalición que firmaron con los republicanos en el mes de mayo.
“El escepticismo y las dudas de Junts per Catalunya sobre os resultados de la mesa de diálogo no serán un impedimento para trabajar y participar lealmente en el diálogo y la negociación con el gobierno español”
Acuerdo de Govern entre ERC y JuntsPublicidad
Aragonés deja fuera a Junts de la mesa de diálogo
Junto a esta “oportunidad” que Junts daba al foro, el acuerdo de coalición dejaba además por escrito que “la delegación catalana” sería “elegida por consenso y nombrada por el Govern”. Premisa que en el momento de publicar esta noticia todavía no se había dado.
El encontronazo lo han provocado los dirigentes que Junts ha querido situar en la mesa de diálogo porque solo uno de los cuatro nombres forma parte del ejecutivo autonómico: el vicepresidente, Jordi Puigneró. Los demás están ligados a la formación, pero no al Govern de la Generalitat: Jordi Sánchez y Jordi Turull, indultados por Moncloa y con cargo en el partido, y Miriam Nogueras, portavoz de la formación en el Congreso.
El movimiento no ha gustado a Pere Aragonés, que ha decidido ceñirse a lo pactado con el Gobierno nacional y con Junts en el mes de mayo para rechazar la propuesta: “La delegación tiene que ser de Govern, porque es la forma de representar al país entero. La puerta está abierta”, aseguraba en una declaración este martes.
Unos minutos después, se ha pronunciado en la misma línea el Gobierno central en boca de la ministra portavoz, Isabel Rodríguez: “El marco ha sido siempre el de dos delegaciones de trabajo de ambos Gobiernos. No contemplamos otro”.
Junts y ERC comparten reproches
Como la independencia es de lo poco que les une, ERC y Junts saben que las divergencias entre ellos lo único que hace es debilitar la causa que defienden. Así lo han asegurado, aunque sin mencionarse recíprocamente, dirigentes de uno y otro partido a lo largo de este martes. Para el diputado Gabriel Rufián es mera “intoxicación” y, para Laura Borrás, una estrategia de Sánchez.
Fuentes:
- La Moncloa: Comunicado conjunto de 26 de febrero de 2020 (PDF)
- La Moncloa: ‘Agenda para el reencuentro’, del 6 de febrero de 2020 (PDF)
- PSOE: Acuerdo para la creación de una mesa entre el Gobierno de España y el Govern de la Generalitat de Catalunya para la resolución del conflicto político, del 2 de enero de 2020 (PDF)
- Acuerdo de Govern entre ERC y Junts, del 17 de mayo de 2021 (vía ElNacional.cat)
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