Bajar el precio de la luz: los costes y el tiempo que lleva su desarrollo condicionan la apuesta por la energía nuclear

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Foto: MilaCroft / Shutterstock
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La electricidad ha alcanzado precios récord en los últimos meses, agravados por la invasión de Rusia a Ucrania. Aunque las renovables han influido en una reducción del precio de la luz, los partidos de la oposición piden al Gobierno que ponga el foco en otras alternativas, como la energía nuclear.

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[Contador del precio de la luz: cuánto cuesta la electricidad]

En España, las cinco centrales nucleares en explotación tienen una fecha límite para seguir produciendo. Las concesiones del Gobierno para la utilización de los siete reactores que hay instalados empiezan a expirar a partir de 2024, como recoge el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN)

«Debería retrasarse el cierre de nucleares en vez de depender del gas de Putin”, pidió Ciudadanos en un tuit. En este contexto, la formación naranja condicionó su apoyo a un decreto del Gobierno para hacer frente a la crisis por la invasión de Rusia a Ucrania a que el Ejecutivo central mantuviera activas las centrales nucleares del país. Además, el portavoz del partido, Edmundo Bal, incidió en que aumentar el peso nuclear en el mix energético “repercutiría en el abaratamiento de la factura eléctrica”.

Sin embargo, los expertos no creen que la energía nuclear sea capaz de reducir el precio de la factura de la luz a corto plazo. En todo caso, dependería de aumentar la potencia o el número de las centrales nucleares actuales. Este es un proceso que lleva tiempo y es contrario al camino hacia la estrategia de descarbonización y hacia las renovables.

La energía nuclear reduce la dependencia de otros tipos de energía

En 2021, según el informe del sistema eléctrico de Red Eléctrica Española (REE), la energía nuclear cubrió el 21,8% del total de la demanda eléctrica peninsular. Tras la eólica, fue la segunda fuente con mayor peso.

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Un documento de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés) subrayó la capacidad de la energía nuclear para reducir la dependencia de otros combustibles. Por ello, Emilio Mínguez, vicepresidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), considera que “sería necesario mantener estas centrales en operación más allá de lo estipulado”.

A juicio de Guillermo Sánchez León, profesor del Máster de Modelización Matemática de la Universidad de Salamanca (USAL) y especialista en energía nuclear, esta forma energética debe ser “complementaria” a otras como la eólica o la solar. “Es un error apostar todo a un tipo de energía”, agrega.

Para Fernando Soto, director general de la Asociación de Empresas con Gran consumo de Energía (AEGE), la apuesta por la energía nuclear “resolvería parte del puzle eléctrico que tenemos ahora”. “La industria electrointensiva, para seguir operando, requiere disponer de electricidad a precios competitivos”, indica. Por lo tanto, para Soto, “en el corto plazo, la solución estaría en la energía atómica”, junto con la inversión en energías renovables para el futuro.

La producción actual de energía nuclear y la reducción del precio de la luz

Respecto al uso de la energía nuclear para compensar el coste de la factura eléctrica, Sánchez considera que “no hay varitas mágicas” para bajar el precio de la luz. Pese a apostar por la construcción de reactores modulares, que, agregados a los ya existentes, amplíen su potencia y reduzcan el uso de otras energías más caras, Sánchez apunta a que “en el mejor de los casos, en cinco o seis años no tienes el primero”.

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En todo caso, la energía nuclear no fija el precio de la electricidad, explica Adolfo Núñez Sarompas, profesor del Máster de Energías Renovables y Eficiencia Energética de la Universidad a Distancia de Madrid (Udima). El precio que pagamos por la electricidad en la factura se origina en el mercado mayorista del que forman parte los diferentes países europeos. Allí ‘se vierte’ la energía de las diferentes fuentes, ordenándose de las más baratas (renovables) a las más caras (gas y carbón) hasta cubrir la demanda.

En este mercado eléctrico diario, la energía nuclear “entra siempre a precio cero”, expone Núñez. ¿Las razones? La producción de energía nuclear es estable y no se puede detener ni variar fácilmente, por lo que si no se vende, se pierde. Así, esta forma de energía no fija el precio de la electricidad al salir a ese coste. Funciona como una “carga base” del sistema eléctrico, según este experto.

Precio de la luz: la energía nuclear requiere de grandes inversiones de dinero y tiempo

La energía nuclear ha sido recientemente evaluada como energía verde por la Comisión Europea. Aun así, si bien es cierto que no genera emisiones de gases invernadero en el proceso de producción de energía, sí lo hace durante otras etapas del ciclo nuclear, como apunta la organización ecologista Greenpeace.

Además del tiempo que tardaría en incrementarse su potencia o en poner nuevas centrales en marcha, en el aspecto económico, “no hay empresas dispuestas a invertir en energía nuclear en España”, según Jorge Morales, ingeniero industrial especializado en el sector eléctrico y director de Próxima Energía. “No es una alternativa real”, opina, ya que la energía nuclear “necesita enormes subvenciones públicas para salir adelante”.

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En cuanto al coste que supone incrementar las infraestructuras nucleares para hacer disminuir el precio de la luz, Morales defiende que, aunque esta energía tenga un precio inferior a otros combustibles, como el gas, con precios récord en los últimos meses, “para la media de la última década es carísimo”.

Otra desventaja de la energía nuclear para reducir el precio de la electricidad es una de sus ventajas: su estabilidad de producción. Al no poder detenerse de forma sencilla, no sirve para “dar respuesta a los máximos de energía que la sociedad demanda” y adaptarse a la curva de consumo, según subraya Mariano Alarcón, profesor de Ingeniería Energética en la Universidad de Murcia.

Los residuos de las centrales nucleares son otra desventaja de esta forma de energía. Son impopulares y eso hace que “una instalación de este tipo no la queremos cerca de casa”, como advierte Núñez Sarompas.

El uso de las renovables como alternativa a la energía nuclear

“Caminar hacia un sistema 100% renovable hoy en día es obligatorio”, dice José María González Moya, director general de APPA Renovables. No obstante, en la actualidad, “no es lo óptimo”, ya que, según González, “en términos de coste todavía debemos avanzar más, sobre todo en lo relacionado al almacenamiento”. 

Sin embargo, la influencia de las renovables en la reducción del precio de la luz ya se está viendo en la factura. “El precio de la luz es barato cuando hay mucho sol y mucho viento. Pues eso es lo que hay que hacer”, sentencia Morales. Este experto considera que es una mejor opción invertir en las energías renovables y no en la nuclear para bajar el precio de la luz. 

Un estudio de la Universidad de Stanford asegura que la transición a un sistema energético que dependa en su totalidad de energías renovables es posible. “Lo que no podemos hacer es dar pasos hacia atrás”, incide Núñez. Aun así, defiende un tiempo de convivencia con las nucleares, pese a los problemas que tienen. “La transición energética es transición, no un cambio de la noche a la mañana”, concluye.

Fuentes: