El 2 de octubre se levantó el confinamiento de 3.500 personas pertenecientes a núcleos de población de Tazacorte, El Paso y Los Llanos de Aridane gracias a “la mejora de la calidad del aire”, como anunció el Departamento de Seguridad Nacional (DSN). Aun así, se ha detectado en la parte superior del volcán un “nuevo foco de emisión de cenizas y gases”.
En los últimos días las emisiones de gases como el dióxido de azufre (SO2) han aumentado en la isla provocando en algunos casos el confinamiento en algunas zonas, como recoge el Departamento de Seguridad Nacional (DSN).
Aun así, el Comité Director del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (PEVOLCA) ha alertado de que cuando se produzcan episodios con alteraciones en la calidad del aire, “se avisará por megafonía a la población”.
Más gases detectados en el aire por el volcán
En la Unidad Móvil de los Llanos, cuya medición de emisiones está registrada desde el 23 de septiembre, las emisiones de dióxido de azufre (SO2) se dispararon el 30 de septiembre, un día después de la llegada de la lava al mar, según datos del Gobierno de Canarias.
El umbral de alerta, es decir, “nivel de concentración a partir del cual una breve exposición supone un riesgo para la salud humana” del SO2 que recoge el sistema de calidad del aire del Gobierno de Canarias está fijado en 500 µg/m³ durante 3 horas consecutivas “en lugares representativos de la calidad del aire en un área de, como mínimo, 100 km² o en una zona o aglomeración entera, tomando la superficie que sea menor”.
Como explica a Newtral.es el profesor Arnau Folch, profesor e investigador del grupo de Geosciences Barcelona del CSIC, hay que observar las partículas de ceniza en suspensión. El PM2,5 “es la más pequeña y tiene más capacidad de penetración en el alveolo”. El 3 de octubre, la Unidad de Los Llanos califica de “muy mala” la situación de las partículas PM10 y “mala” la de PM2.5.
Para Folch, este tipo de erupciones emiten distintos tipos de gases que “son tóxicos en altas concentraciones”. Aun así, explica que “no hay que alarmar”, ya que en el caso de que se produjeran “se avisará a la gente para tomar medidas adecuadas”.
Además, Folch explica que esta situación depende también de los vientos y la dirección. ¿De dónde salen estos gases tóxicos? Según el profesor, algunos de ellos provienen del magma, pero además, también de la nube de vapor del agua que se produce con el contacto del magma con el mar. “Obviamente esto va a seguir pasando mientras siga en erupción”, indica Folch.
Más de 1.000 edificaciones destruidas
Según los últimos datos del Sistema de Emergencias de Copernicus, tras el paso de la lava se habrían destruído 1.074 construcciones,de ellas, 946 habrían sido destruídas y 128 posiblemente dañadas.

Además, algunas localidades se han visto afectadas por la colada del volcán. Este es el caso de El Remo, cuya última conexión de riego que suministraba agua a cerca de 600 hectáreas de plataneras se ha roto, según informa el Departamento de Seguridad Nacional (DSN).
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