Las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) provenientes de la quema de combustibles fósiles han batido récords este 2023, que también ha superado la temperatura límite del Acuerdo de París (+1,5ºC respecto a la era preindustrial) en cinco ocasiones puntuales. Que la temperatura de la Tierra quede por encima del grado y medio permanentemente es algo que podría ocurrir en los próximos siet años, según se desprende de la última edición del informe Global Carbon Budget, presentado este martes en la COP28.
Ya en su informe del año pasado se advertía que “nos encaminamos a un mundo mucho más caluroso que 1,5 grados más”, según el coordinador del informe Pep Canadell, en una sesión informativa organizada por el SMC España. Para este investigador del Centro de Ciencias del Clima CSIRO en Canberra (Australia), “es imposible” que nos quedemos en esa temperatura límite con los datos de CO2 conocidos. Hay un 50% de probabilidades de que la temperatura límite se alcance en siete años. Y ya hay indicios de lo que nos espera, tras observarse que 2023 será el año más cálido vivido en milenios.
Dicho de otro modo, si el presupuesto de carbono fuese como una cuenta corriente de dinero, nos quedarían siete años para quedarnos en números rojos. Con el nivel actual de emisiones de CO2, nos quedan 275 gigatoneladas de CO2 ‘por gastar’, por ‘emitir’, antes de que alcancemos la temperatura límite de 1,5ºC con un 50% de probabilidades. En una cuenta corriente no suele haber tanta incertidumbre, pero en nuestra metáfora sería como que en esos siete años se diera algún ingreso extraordinario.
El mundo está en camino de haber quemado más carbón, petróleo y gas en 2023 que en 2022. Se ha bombeado a la atmósfera un 1,1% más de CO2, en un momento en el que las emisiones de CO2 deberían caer en picado para evitar llegar a esa temperatura límite o, como mínimo, retrasar el umbral de los +1,5ºC lo más posible. Sin embargo, este aumento es desigual.
La UE recorta sus emisiones un 7,4% por el fin del carbón y el freno al gas
Las emisiones de CO2 que nos llevan a la temperatura límite han aumentado este año en India y China, el primer y el tercer mayor emisor-contaminador. Reino Unido y EE.UU., los emisores con más décadas de historia industrial a sus espaldas, junto a la UE, han recortado notablemente su actividad de carbono. Esto deja la única pincelada positiva del informe: las emisiones fósiles parecen estabilizarse en la última década, entrar en una meseta. Sin embargo, no es despreciable el efecto estadístico del recorte de carbono que supuso la pandemia.
En Estados Unidos, (14% de las emisiones globales), en 2023 las emisiones habrá caído un 3% gracias, sobre todo, a una bajada de las emisiones del petróleo. La UE (7% del total) habrá recortado su emisión de CO2 un 7,4% interanual, gracias sobre todo al fin del carbón y el freno al gas (ruso).
Del lado de los que crecen, en India (8% de las emisiones mundiales), se prevé que las emisiones este año aumenten un 8,2%. En China (31% de la cuota mundial), el crecimiento interanual alcanzará el 4%. En el resto del mundo (37% de las emisiones), se prevé que cierre 2023 con una caída del 0,4%.
En total, hay 26 países que durante la última década han conseguido que sus emisiones disminuyan en paralelo al crecimiento de su PIB (como EE.UU., Francia, Alemania o Brasil), pero esto no es suficiente para que haya una tendencia mundial a la baja. “Desafortunadamente, España no forma parte de esta lista, en parte porque a mediados de la década de 2010 hubo una parada muy fuerte del decrecimiento de las emisiones”, tras la recuperación económica, recordaba Canadell. Según los datos preliminares que manejan, está previsto que España disminuya sus emisiones en 2023, en buena parte, porque varios países de Europa han consumido menos energía por los precios y por la falta de suministro como consecuencia de la guerra de Ucrania.
Las emisiones de CO2 de megaincendios se disparan
Las caídas en las emisiones de CO2, ligadas al abandono del carbón –sobre todo– y el petróleo en países como EE.UU. no se traducen en un alejamiento de la temperatura límite inmediato. La inercia hace que estos gases de efecto invernadero permanezcan un tiempo en la atmósfera antes de ser absorbidos por océanos u bosques.
En este sentido, 2023 ha traído malas noticias. Es notable un impacto con el que no se contaba en la coctelera del carbono global: los megaincendios. Cuando arde el bosque, se libera de golpe una enorme cantidad de carbono que la vegetación ha estado capturando de la atmósfera durante toda su vida. “En 2023 han tenido una magnitud excepcionalmente alarmante, sobre todo en Canadá”, explica Ernesto Rodríguez Camino, Meteorólogo Superior del Estado y miembro de la Asociación Meteorológica Española.

En concreto, según el informe, entre 7.000 y 8.000 millones de toneladas de CO2 de enero a octubre de 2023, lo que supone entre un 19% y un 33% más que la media de 2013-2022. Los datos muestran que proceden sobre todo de la temporada extrema de incendios de Canadá. Según ha expuesto Canadell, “este año el porcentaje más grande de emisiones de incendios ha venido de las grandes zonas boreales y no de los trópicos”, como otros años.
La mitad del CO2 emitido lo pueden absorber bosques y océanos. La buena noticia es que “todavía no vemos cambios muy importantes en [estos] sumideros naturales, pero tenemos miedo de que en el futuro vayan a cambiar y dejen de ser tan eficientes”, avisaba Canadell.
La deforestación sigue siendo la mayor fuente de emisiones del sector de usos de la tierra, siendo los países con mayores emisiones Brasil, Indonesia y la República Democrática del Congo, apunta María José Sanz, directora del BC3 Basque Centre for Climate Change, también en el SMC de España.
¿Hay alternativas artificiales? Para Rodríguez Camino, las técnicas de elinimación de carbono han tenido “escaso del impacto hasta ahora” atrapando ese CO2 de la atmósfera, como si de árboles se tratase.
¿Queda margen para el optimismo?
“Uno no quiere ser pesimista”, declaraba Canadell, enumerando razones para el optimismo, como el avance de las energías renovables (sobre todo la solar y la eólica) o las nuevas tecnologías para eliminar carbono. “Pero si no hacemos esto a la vez que cerramos los sistemas energéticos de combustibles fósiles, nunca vamos a resolver el problema del cambio climático, sea la cantidad que sea que despleguemos de renovables, porque el CO2 se acumula en la atmósfera durante miles de años”, recalcaba el experto.
Prueba de ello, y tal y como lo revelan los datos, es que el cierre de plantas de carbón en Estados Unidos y en Europa desde hace años está empujando las emisiones a la baja en ambas potencias. “Esto es extraordinario y es importante enseñar que las cosas pueden cambiar y pueden hacerlo bastante o muy rápidamente”, destacaba.
En total, 120 países se han comprometido a la meta del cero neto de emisiones para 2050, entre ellos España. ¿Qué puede hacer la ciudadanía para conseguir que se cumpla este compromiso? “Cada ciudadano del mundo tiene la responsabilidad de presionar a los gobiernos”, ha planteado Canadell como conclusión del encuentro.
- Informe Carbon Budget 2023
- Compromisos de neutralidad en carbono para 2050, ONU
- Pep Canadell (CSIRO)
- María José Sanz (BC3)
- Ernesto Rodríguez Camino (AME)
Hasta que la humanidad no desaparezca y lo hará, la tierra no sobrevivirá.
el co2 no es toxico ni contaminante.
Ningún rigor científico, cómplices de la mentira y la tiranía.
El CO2 no es un gas toxico, ni contaminante ni tiene nada que ver con la temperatura del planeta, el CO2 es imprescindible para la vida.
Continúan aprovechándose de la ignorancia de la humanidad.
Hasta dónde son capaces de llegar estas agencias de la mentira?
Una imbecilidad irritante. ¡Basta de idioteces como las de Greta la Jeta!
¿Dónde está el debate científico entre proponentes de tesis opuestas a la oficial?
¿Dónde está la correlación entre temperatura media y presencia relativa de dióxido de carbono en la atmósfera?
¿Dónde están las series temporales y su análisis metódico para determinar tendencias?
¿Dónde está el análisis de otros factores como el de la actividad soclar en las series temporales de la temperatura?
¿Dónde? En ninguna parte. Es todo una machacona campaña perrodística, sorosiana, globalista y tiránica.