Casi desde el inicio de la pandemia de COVID-19, se ha considerado a las mujeres embarazadas como “un grupo vulnerable” por su morbi-mortalidad en epidemias anteriores de otros coronavirus. Pero riesgo de complicación del embarazo no se había cuantificado con precisión ante el SARS-CoV-2.
Ahora, un estudio con participación española ha demostrado que las embarazadas con COVID-19 tienen un 50% más de probabilidades de tener complicaciones. En concreto, parto prematuro, preeclampsia (hipertensión arterial) o ingreso en la UCI.
Los datos, publicados en JAMA Pediatrics, se corresponden con el estudio INTERCOVID, en el que han participado 2.130 mujeres de 18 países. 706 se contagiaron de COVID-19 en el curso de su embarazo. Un 31,9% presentó al menos una de las complicaciones y morbilidades descritas por el estudio.
En el resto de embarazadas, sin COVID-19, este porcentaje fue del 20,8%, casi un 50% inferior. Las diferencias se observaron en: preclampsia (un 8,4% entre las que tenían coronavirus frente al 4,4% del resto); hipertensión gestacional (8,2% respecto al 5,6%); ingresos en la UCI, con una diferencia del 7,3% de las contagiadas frente al 2% de las no contagiadas.
Embarazo y COVID-19: cambios de función pulmonar e inmunitaria
Durante el embarazo, los cambios fisiológicos de la función pulmonar y la adaptación de la inmunidad también podrían incrementar la susceptibilidad y gravedad clínica de la neumonía por COVID-19. Por otro lado, la neumonía por cualquier etiología infecciosa es una de las causas más importantes de mortalidad materna.
En este estudio internacional ha participado el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona y el Lozano Blesa de Zaragoza. En declaraciones a Efe, la investigadora del grupo de Medicina Materna y Fetal del hospital catalán, Nerea Maiz, recalca que los “resultados son sorprendentes”.
Al principio de la pandemia, los estudios preliminares apuntaban que la COVID-19 no generaba complicaciones en el embarazo, “aunque luego se empezó a ver que sí aparecían algunas”.
Este estudio sitúa a las embarazadas como un grupo vulnerable, al que se tiene que hacer un seguimiento, tanto a la madre como el bebé, en caso de infección por coronavirus, según la investigadora.
Más partos por cesárea con COVID-19
Según el estudio, el parto por cesárea podría estar asociado con un mayor riesgo de tener un recién nacido infectado, pero lo que sí que se ha confirmado es que el coronavirus no se transmite a través de la leche materna.
“Esto es muy importante y tranquilizador, porque las madres infectadas pueden seguir dando el pecho”, ha subrayado Maiz. Está demostrado que los anticuerpos que defenderán a la madre en el futuro también pasan al bebé.
El SARS-CoV-2 no se transmite por la leche materna. Los anticuerpos sí pueden pasar de la madre al bebé.
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En cuanto a las vacunas, estudios preliminares apuntan que serían seguras para embarazadas y fetos, algo que, de confirmarse en otros ensayos aún en marcha, situaría a las gestantes como grupo prioritario en la inmunización, ha señalado Maiz.
En estos momentos, las embarazadas no se están vacunando de forma generalizada contra la COVID, pues están en una edad que aún no se está inmunizando y sólo se pinchan a las que están expuestas por su trabajo a posibles contagios o que tienen factores de riesgo, pero todo indica que esta vacuna acabará siendo recomendada en caso de embarazo, como ya pasa con la de la gripe.
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