Miguel Oujo, de 25 años, cursará este año el Máster Universitario en Profesorado en Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachillerato Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas (MAES). Formalizó su matrícula unas semanas antes de que la ministra de Educación Isabel Celaá, anunciase que eliminaría este requisito, indispensable para dar clase, de manera temporal, es decir, durante la crisis sanitaria provocada por el COVID-19. Una decisión que este martes 29 de septiembre ya ha sido aprobada en el Consejo de Ministros.
“Yo habría hecho el máster igualmente”, dice Miguel en conversación con Newtral.es. “Es una cosa temporal, en un año me va a hacer falta el máster igualmente, sería prolongar el problema”, añade.
Miguel, que vive en Vigo y que no consiguió acceder a una plaza en la universidad pública “debido a la alta demanda”, lo realizará en la privada, en la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), pagando “cerca de 8.000 euros”: “Por suerte, mis padres me lo han podido costear porque yo estoy desempleado”, añade.
Pedro del Corral, de 28 años, también cursará este mismo máster, pero en la pública, en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), donde tiene que desembolsar 1.454 euros: “¿Me hubiese matriculado igualmente? Te diría que sí porque no deja de ser un requisito que se va a eliminar temporalmente. Otra cosa sería su eliminación permanente, y en ese caso no lo habría hecho. La cosa es que si en dos años quiero opositar y es requisito el máster, pues ya me adelanto a lo que pueda pasar”, apunta a Newtral.es.
Desde el Ministerio de Educación confirman a Newtral.es que “en ningún caso se plantea su eliminación permanente”: “Todo viene motivado por una petición de las comunidades autónomas a este Ministerio, ya que en algunas hay falta de profesorado en algunas especialidades. Se plantea, en todo caso, como una medida de carácter temporal y absolutamente excepcional”, apunta esta fuente.
“Los centros educativos tendrán que decir qué necesidad de profesorado tienen y podrán recurrir a esta contratación siempre y cuando agoten la bolsa de interinos y demandantes de empleo (es decir, profesorado con el máster que todavía no haya opositado). Tendrán prioridad, por tanto, las personas con el máster, pero si aun así hiciese falta, se puede recurrir a esta opción. Entendemos que es mejor que el alumno tenga un profesor, aunque sea sin el máster, a que no tenga a nadie”, explican desde el Ministerio de Educación.
Según Educación, la modificación de la norma “no obliga a hacer las cosas de una determinada manera”: “Esta decisión temporal va a permitir que se haga, pero si una comunidad autónoma quiere mantener la exigencia o proponer alguna otra medida, perfectamente puede hacerlo”.
¿Van a hacer uso de esta modificación las CCAA?
Así, por ejemplo, Galicia ya ha anunciado que “diseñará una formación pedagógica para casos puntuales de docentes sin Máster del Profesorado”: “Aunque en Galicia en este momento no existen problemas en la contratación, se trataría de una preparación de corta duración, para que, de ser preciso contratar personas sin Máster del Profesorado, estas cuenten con una capacitación pedagógica y educativa ad hoc. Una formación que funcionaría como un plus de garantía de mantenimiento de la calidad de la enseñanza y que estaría pensada para esta situación concreta y vinculada a la pandemia”, apunta la Xunta en el comunicado.
Desde la Consejería de Educación de Cataluña indican a Newtral.es que “la propuesta de contratar profesorado de secundaria sin el máster de profesorado no es nueva” en esta comunidad autónoma: “El curso pasado ya se llevó a cabo esta medida, de forma excepcional, ya que se detectó en algunos territorios falta de profesores en algunas especialidades (catalán, castellano y matemáticas). Por ello , se abrió esta posibilidad con una condición: que los sustitutos contratados estuvieran cursando el máster o se comprometieran a cursarlo en un periodo máximo de 3 cursos. Este curso, a causa de la pandemia, se seguirá con la medida, ya que la falta de profesorado en estas especialidades se mantendrá, y más en el marco de la pandemia”.
Desde las respectivas consejerías de Educación de Andalucía, Madrid, Extremadura y Castilla-La Mancha señalan que están a la espera de que el decreto correspondiente recoja la modificación antes de tomar ninguna decisión. “Las plazas de personal docente se han cubierto casi en su totalidad, el problema está surgiendo por las bajas y las cuarentenas, que dificultan las sustituciones en tiempo real”, explican a Newtral.es desde la Comunidad de Madrid. Desde Andalucía afirman a Newtral.es que “de momento hay profesores suficientes en las bolsas”. Y desde Castilla-La Mancha aseguran que “actualmente está todo cubierto”: “Detectamos que podemos tener problemas en un futuro por la falta de personal. Lo utilizaremos como último recurso”, añaden.
La Consejería de Educación aragonesa apunta a Newtral.es que “se han detectado dificultades para cubrir algunas plazas de profesorado, sobre todo en ciclos muy específicos de Formación Profesional”. A diferencia de Galicia o Cataluña, no tienen “previsto requerir condiciones adicionales”.
Qué opinan de la medida en el ámbito de la enseñanza
Raimundo de los Reyes, presidente de la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos (FEDADI), defiende la medida “si la alternativa es que haya alumnado que se quede sin docente”: “Es una medida excepcional en una situación excepcional, muy similar a cuando se contrató a personal sanitario que estaba terminando el MIR”, añade De los Reyes en conversación con Newtral.es.
Ramón Izquierdo, portavoz del sindicato del profesorado de enseñanza pública ANPE, tiene una opinión similar: “Lo vemos favorable en un momento de emergencia”. Aunque Izquiero señala a Newtral.es que “se ha llegado tarde a todo”: “Si la vuelta a las clases se hubiese planificado antes, veríamos qué necesidades tenían realmente los centros en las diferentes comunidades autónomas”.
Para Miguel Ángel Marcos, director de este máster en la URJC, la decisión le parece “muy mal”: “Un mal profesor (sin conocimientos de didáctica y pedagogía) genera unos problemas devastadores: frustraciones en alumnos, abandono temprano de los estudios, aversión y problemas con determinadas materias… El objetivo del máster es formar a los futuros docentes en didáctica y pedagogía. Es decir, se les enseña a enseñar”, cuenta Marcos a Newtral.es.
Desde la La Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (FECCOO), su portavoz José María Ruiz explica a Newtral.es que la desaparición de este criterio “no es ni mucho menos positivo”: “Es verdad que es excepcional y acotado en el tiempo que se puede entender por la urgencia. El problema es la falta de transparencia por parte del Ministerio de Educación: no sabemos qué comunidades autónomas tienen falta de profesorado, ni en qué especialidades. Es decir, necesitamos una radiografía que nos permita ver qué fallos estructurales hay. Esto va más allá del COVID-19”, añade Ruiz.
Universidades públicas y privadas
En total, hay 65 universidades en España que ofertan este máster (46 públicas y 19 privadas). Uno de los fallos que detecta Raimundo de los Reyes es “lo caro que cuesta”: “En la pública pagas entre 800 y 2.000 euros, pero en la privada puede llegar a costar 7.000”.
Para el presidente de FEDADI, el máster todavía “se puede mejorar”: “Es mejor que el antiguo CAP [Certificado de Actitud Pedagógica], pero le falta bastante como sistema de formación de profesorado, ya que adolece de poca carga de prácticas, es muy teórico. Es decir, mejora el CAP pero no mucho”.
Ramón Izquierdo, de la ANPE, señala que “el máster es totalmente revisable”: “Tiene muchas carencias. Necesitamos pautas mínimas para ser docente, y no puedo acabar convirtiéndose como el antiguo CAP, es decir, como un mero trámite que acabas pagando solo para acceder a un empleo. Hay que darle mayor prestigio a la labor educativa”.
Para Miguel Oujo, actual estudiante del máster, “es un trámite monetario”: “Es como pagar por poder acceder a un mercado laboral tan poco estable. El mayor problema es que se perpetúa el perfil de opositor de clase media-alta, que es quien tiene tiempo y dinero para pagar este máster y luego opositar para conseguir una plaza o entrar en la bolsa de interinos”.
El máster es un negocio puro y duro para las universidades privadas.
Es de vergüenza que haya que pagar 6.000 u 8.000 euros para poder ser profesor.
Puedes ir a la universidad publica que ase paga mucho menos. Todas tienen este máster.
Lo del master es lamentable, no hay plazas y si te vas a la privada es una verdadera barbaridad lo que cuesta y no todos pueden permitirse este despropósito.
El problema se aumenta en algunas especialidades como música que no se oferta casi ni en Universidades públicas ni privadas.
A quien corresponda no privemos a nuestros futuros profesores de un requisito que es imprescindible, por lo tanto, tendría que haber plazas suficientes para poder realizar este máster, de lo contrario solo podrán acceder unos pocos, como está ocurriendo ahora.
El problema es la falta de plazas en este máster de profesorado.No pueden acceder hay gente que se queda sin plaza,si es requisito imprescindible hacer lo necesario para que lo puedan realizar por favor.Donde están aquí los sindicatos?
El problema es la falta de plazas en este máster de profesorado.No pueden acceder hay gente que se queda sin plaza,si es requisito imprescindible hacer lo necesario para que o puedan realizar
Pienso que en vez de quitar este requisito sobre el máster, deberían regalar esta formación a todos aquellos que llegan por primera vez a las aulas, estoy segura que estarían encantados de recibirla,y a su vez, de poder devolver con buenas aptitudes en su trabajo,ese gran gesto. Así, los alumnos disfrutarán de los mejores profesionales, ellos son el futuro!!! Ad infinitud amigo Iván!
¿Seguirá sin ser necesario el máster para el curso 21/22?
"Enseñar a enseñar", ¿y a él quién le ha enseñado a enseñar? Ad infinitum. Otro dice que este máster profesionaliza la labor del docente. Sí, no hay más que ver al profesorado, cada vez peor. En mi opinión, es un máster sacacuartos que no sirve para mucho más que para dar trabajo a los pedagogos.
El anterior era el Certificado de Aptitud Pedagógica, no actitud.
La actitud siempre es importante, sobre todo la pedagógica, que ellos certifican XDDDDD