El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el de Ucrania, Vladímir Zelenski, mantuvieron este lunes en París su primer cara a cara sobre el conflicto en la región ucraniana del Donbás, que se cerró con un calendario concreto para avanzar en el cumplimiento de los Acuerdos de Paz de Minsk. Los dos mandatarios se comprometieron a obrar para que pueda lograrse una realización completa del alto el fuego en el este ucraniano y un canje de todos los prisioneros antes de finales de año.
La reunión estuvo auspiciada en el Elíseo por el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, y se prolongó durante cerca de ocho horas. Los líderes del Cuarteto de Normandía buscaron desbloquear la situación y encontrar una solución que pasara por la convocatoria de elecciones en la región ucraniana del Donbás, donde se enfrentan las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk con las tropas de Kiev.
Lo más importante
Los acuerdos que más se concretaron en la cumbre de París fueron el compromiso de trabajar para que un alto el fuego «total» sea efectivo para final de año y para que entonces se haya producido un intercambio completo de los respectivos presos. Este procedimiento podría tener lugar el 24 de diciembre, según anunció Zelenski a la prensa ucraniana al término de la reunión.
Asimismo, los mandatarios instaron a poner en marcha en los próximos cuatro meses las condiciones de seguridad y políticas para que pueda haber elecciones locales en el Donbás y se citaron de nuevo para entonces con el objetivo de revisar la aplicación de ese plan. Putin y Zelenski convinieron igualmente en efectuar una retirada de fuerzas armadas y de equipamiento militar en tres zonas de repliegue adicionales para marzo de 2020.
El encuentro en París también sirvió para fijar que el Grupo de Contacto Trilateral –integrado por representantes de Rusia, Ucrania y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE)–, defina en los próximos 30 días nuevos puntos de paso en el frente bajo criterios humanitarios.
¿Cuál es el contexto?
La guerra entre Kiev y los rebeldes del Donbás ha causado desde 2014 más de 13.000 muertos, todavía provoca de 5 a 15 fallecidos al mes y la línea del frente se extiende sobre 500 kilómetros. En septiembre de 2014 y en febrero de 2015, los mandatarios del Cuarteto de Normandía firmaron los Acuerdos de Paz de Minsk para aliviar la guerra civil en el este de Ucrania. La conferencia, supervisada por la OSCE, se organizó como respuesta al fracaso del primer cese de fuego de enero-febrero de 2015.
La llegada de Zelenski a la presidencia de Ucrania el pasado mayo insufló nuevos aires a un proceso que, con esta cumbre, buscaba restablecer un clima de confianza. Su antecesor, Petró Poroshenko, no mantenía buenas relaciones con Putin y las negociaciones estaban estancadas.
El antiguo actor, ahora presidente de Ucrania, prometió acabar con la guerra en el este del país, devolver a casa a los presos y recuperar el control sobre las regiones rebeldes de Donetsk y Lugansk. Zelenski acudió a la cumbre bajo presión: unas 8.000 personas le reclamaron el domingo en una protesta que “no capitulara ante Putin”.
Los dos mandatarios habían hablado cuatro veces por teléfono, conversaciones que en septiembre pasado resultaron en el canje de 70 prisioneros entre Rusia y Ucrania, el primero desde el estallido de la guerra. También acordaron la devolución en noviembre de los tres buques de la Armada ucraniana arrestados en el incidente naval que tuvo lugar en 2018 en el mar Negro.
¿Qué hay que tener en cuenta?
El Cuarteto de Normandía decidió aplazar hasta la próxima cumbre la cuestión de las elecciones locales que deben celebrarse en los territorios controlados por los rebeldes del Donbás. Para Zelenski, los comicios pasan primero por recuperar el dominio de la frontera ruso-ucraniana. Pero Putin insiste en que el acuerdo sobre la frontera controlada por los rebeldes solo puede llegar posteriormente, tal y como establecen los Acuerdos de Paz suscritos en 2015 en la capital bielorrusa. La siguiente reunión de los cuatro mandatarios se celebrará dentro de cuatro meses.
“Rusia va a hacer todo lo que depende de ella para que el conflicto como tal cese”, expresó Putin, mientras que Macron se mostró satisfecho de unas discusiones “productivas”. Por su parte, Zelenski se mostró convencido de que, si todas las partes lo desean, “habrá buenos resultados” y el alto al fuego “será efectivo antes de final de año”.
Unos días antes de la cumbre de París, el nuevo alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, aseguró durante la apertura de la cumbre de la OSCE en Bratislava que tiene “esperanza” en una resolución dialogada del conflicto. “Creo que tenemos que dar la bienvenida a los recientes desarrollos positivos en Ucrania”, expresó.
#Fact
El “Formato de Normandía” remite a la región francesa donde, durante la conmemoración del 60º aniversario del desembarco aliado, los mandatarios de Rusia, Ucrania, Francia, y Alemania se reunieron por primera vez en junio de 2014, cuando la sublevación armada se convirtió en guerra abierta.
La cumbre de París no solo ha sido la primera reunión entre Putin y Zelenski desde que este último asumiera la presidencia de Ucrania en mayo; también ha sido el primer encuentro entre los presidentes ucraniano y ruso desde octubre de 2016, cuando tuvo lugar la última cumbre del Cuarteto de Normandía en Berlín. Desde esa fecha, los desencuentros entre Moscú y Kiev y las treguas incumplidas entre el Ejército ucraniano y las milicias del Donbás paralizaron las negociaciones.
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