Entre 1962 y 1964, cinco ciudades del estado de Massachusetts fueron el escenario de los asesinatos de 13 mujeres, todas ellas con algo en común: fueron encontradas con unas medias atadas en forma de lazo en el cuello. Sin embargo, no fue hasta el cuarto asesinato cuando se puso el foco mediático en este caso, que es lo que refleja la película El estrangulador de Boston, dirigida por Matt Ruskin y disponible en Disney+.
Como muestra la película, la periodista Loretta McLaughlin (interpretada por Keira Knightley) arranca una investigación después de descubrir este patrón en varios asesinatos reportados en los periódicos, que se publicaron como casos aislados. No lo hará sola, sino que contará con la ayuda de otra reportera de investigación con más experiencia, Jean Cole (interpretada por Carrie Coon).
En este Fact-Fiction contamos los casos reales a los que ambas periodistas dieron voz con su investigación periodística.
La investigación periodística que dio luz al Estrangulador de Boston
La película de Ruskin arranca con una Loretta McLaughlin frustrada por no poder escribir sobre temas de actualidad, siendo relegada a artículos “para mujeres” sobre productos de belleza o cocina. La periodista no cesa en sus intentos por convencer, sin lograrlo, a su editor para cubrir otro tipo de noticias.
Sin embargo, una serie de asesinatos cambiaron su carrera. Tanto la película como recordaría años más tarde la propia McLaughlin y recoge el obituario que publicó el Boston Globe, fue el cuarto crimen el que llamó la atención de la periodista.
“Un redactor cuestionó el valor informativo que tenía escribir sobre las cuatro mujeres muertas, señalando que no eran nadie”, contó la redactora que, sin embargo, no cedió. “Eso fue exactamente lo que sentí. ¿Por qué iba alguien a asesinar a cuatro mujeres desconocidas? Eso era lo que las hacía tan interesantes… hermanas en el anonimato, como todas nosotras”.
Y así arrancó la investigación sobre el caso del Estrangulador de Boston, nombre que le atribuyó McLaughlin y con el que se popularizó el caso, con un primer artículo sobre la quinta víctima. La película enseña cómo la periodista consigue convencer a su jefe para escribir este primer artículo “en su tiempo libre”, un testimonio que recoge The Guardian. “Después de acostar a sus hijos, se sentaba a altas horas de la noche en su máquina de escribir”.
Junto con Jean Cole, las periodistas cubrieron los asesinatos posteriores que no solo se dieron en Boston, sino también en otras cuatro ciudades del estado de Massachusetts: Lynn, Lawrence, Cambridge y Salem.
Pero, como denunciaron ambas en sus distintos artículos y muestra la película de El estrangulador de Boston, no lo tuvieron fácil. Además de las dificultades de la propia investigación, las periodistas se enfrentaron a situaciones que se complicaban solo por el hecho de ser mujeres, como esforzarse en convencer a los editores de que eran capaces de escribir los artículos o que los agentes de policía se negaran a hablar con ellas.
Las víctimas: mujeres de entre 19 y 85 años de cinco ciudades distintas
Desde el 14 de junio de 1962 hasta el 4 de enero de 1964, 13 mujeres fueron asesinadas a manos del estrangulador de Boston, todas ellas con medias alrededor de sus cuellos atadas en forma de lazo.
Tanto la película como los registros de medios como el Boston Globe muestran cómo las primeras seis víctimas tenían un perfil concreto: mujeres de entre 55 y 85 años que, por voluntad propia y bajo un falso pretexto del asesino (como hacerse pasar por un pintor), le dejaban entrar a sus casas.
En diciembre de 1962, después de que la policía y los medios dibujaran un patrón de actuación con un objetivo concreto, Sophie Clark, de 20 años, fue encontrada muerta en su casa “de espaldas, con las piernas abiertas, con un liguero, medias negras y una bata azul de flores y un sujetador rotos. Fue estrangulada con una media y una enagua, entrelazadas”, recoge el recorte del medio de Boston.
Esto rompió las teorías de que el estrangulador de Boston solo atacaba a mujeres mayores. Las edades de las siguientes víctimas también irían variando: desde los 19 de Mary Sullivan (la última asesinada) hasta los 69 de Mary Brown.
¿Quién fue entonces el Estrangulador de Boston?
A lo largo de la película, aparecen distintos sospechosos que tanto la policía como las periodistas deciden descartar o mantener como sospechosos. Hasta que llega la confesión de Albert DeSalvo, que ya había cumplido condena previamente por agresión sexual, que se atribuyó todos los crímenes y provocó que el caso diera un giro de 180 grados.
Sin embargo, tanto la cinta de El estrangulador de Boston como los testimonios recogidos por The Guardian, reflejan las dudas que sembró esta versión, ya que pese a entrar en detalles muy concretos y hasta el momento desconocidos, mostró varias inconsistencias.
Entre los que dudaban de esta historia estaba la propia McLaughlin: “Llegué a la conclusión de que DeSalvo no era el estrangulador porque se equivocó en demasiados detalles de los distintos crímenes. Tenían sospechosos muy sólidos para muchos de los diferentes asesinatos: personas que podían situarse en el momento y el lugar y que tenían el motivo y la oportunidad”, sentenció la periodista en declaraciones recogidas por el medio británico, que también incluyen las de la escritora Susan Kelly, que publicó un libro sobre el caso. Kelly también aseguró que en la comisaría de Cambridge le comentaron, entre risas, que “no hay ningún agente de policía de aquí que crea que DeSalvo fue el estrangulador”.
En 2013, se exhumó el cuerpo de DeSalvo y se demostró que su ADN coincidía en un 99,9% con el semen encontrado en la escena del crimen de la última víctima, Mary Sullivan. Sin embargo, no está demostrado que esté enlazado con el resto de asesinatos.
Como refleja la película El estrangulador de Boston al final, DeSalvo solo fue sentenciado por uno de los asesinatos, pero el resto siguen impunes. Es decir, a día de hoy, hay 12 asesinatos sin resolver.
- ‘El estrangulador de Boston’, Disney+
- Boston Globe
- The Guardian
- The Boston Stranglers, Susan Kelly