El debate sobre un ejército europeo se reaviva tras el anuncio de Borrell sobre una fuerza de despliegue en la UE

Educación y agricultura son las prioridades en las que los españoles creen que la UE debe centrarse a futuro
Tiempo de lectura: 5 min

“No queremos crear un Ejército europeo”, dijo Josep Borrell, alto representante de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, en una rueda de prensa el 21 de marzo. Pese al matiz, Borrell anunció el compromiso de los Estados miembros en dar un nuevo paso en la integración de la Defensa en la Unión Europea con la aprobación de una fuerza de despliegue de 5.000 efectivos.

Publicidad

Desde hace años se debate sobre la creación de un ejército de la UE, y varios líderes europeos se han manifestado al respecto. Sin embargo, este último anuncio del alto representante y las dudas en torno a la seguridad tras el estallido de la invasión a Ucrania han reavivado el debate.

Te contamos en qué consiste la propuesta de Borrell, cómo encaja dentro de la integración europea en Defensa, y el debate sobre la creación de un ejército de la UE, que algunos países como Francia apoyan, y otros como Dinamarca rechazan. 

Brújula Estratégica: una fuerza operativa de 5.000 efectivos para 2025

Los 27 han acordado la creación de una fuerza de despliegue de 5.000 efectivos “para reaccionar ante crisis” como la desatada por la invasión de Rusia a Ucrania, según anunció Borrell. El alto representante también anunció una mayor colaboración para luchar contra ataques híbridos, amenazas cibernéticas o injerencias extranjeras ante la previsión de que “los campos de batalla del mañana también están el ciberespacio, el espacio exterior, y en alta mar”. 

Pero lo anunciado por Borrell no se trata de una fuerza nueva, ni de un ejército europeo, sino de unir “capacidades existentes entre los Estados miembros”, explica a Newtral.es José María Catalán, profesor del Máster de Seguridad, Defensa y Geoestrategia de la Universidad a Distancia de Madrid (Udima) y auditor del Cuerpo Jurídico Militar, en reserva.

En las últimas décadas, la Unión Europea ha realizado misiones conjuntas, como las de entrenamiento en Mali o en la República Centroafricana. España participa en varias, según el Ministerio de Defensa, incluyendo Somalia o Mozambique. En este tipo de misiones los equipos de trabajo son multiestatales, con tropas de diferentes países miembros haciendo maniobras juntos, explican los expertos consultados.

Publicidad

Félix Arteaga, investigador de Defensa del Instituto Elcano, explica a Newtral.es, que la efectividad de una fuerza de despliegue como la que describe la Brújula Estratégica depende del apoyo con el que cuente. “El problema no es los [efectivos] que se despliegan rápidamente, sino los que les apoyan, les relevan o los extraen en caso de que las cosas se pongan feas”, señala en referencia a toda la logística que conlleva organizar un despliegue de estas características. 

Cada vez más integración en Defensa en la Unión Europea

Las fuerzas de despliegue que anunció Borrell no son un concepto nuevo. La Unión ya cuenta con los EU Battlegroups (grupos de batalla de la UE), con 1.500 efectivos, cuyo despliegue debe contar con el apoyo unánime del Consejo de la UE. Operativos desde 2007, hasta ahora no se han desplegado en ninguna ocasión debido a la falta de “voluntad política, usabilidad, y solidaridad financiera”, según su web oficial.

Según Steven Lamy, profesor emérito de Relaciones Internacionales en la Universidad del Sur de California, la creación de estas fuerzas operativas anunciadas por Borrell puede entenderse como una prueba para un futuro proyecto de mayor integración en Defensa, que podría llevar a un ejército de la UE. Podrían ser útiles cuando los intereses de la UE no coincidan con los de la OTAN. También donde los Estados miembros no tengan intereses estratégicos específicos. Su éxito dependerá, dice Lamy, de quién tenga el control final de estas tropas.

Uno de los problemas con este tipo de fuerzas de despliegue es que se “genera la expectativa de algo muy ejecutivo. De que si se necesita alguien en Bruselas puede autorizarlo. No es tan fácil”, porque depende de la autorización de cada país, explica Arteaga.

Borrell también afirmó que aunque no apuesta por un ejército europeo, la UE necesita más coordinación en las inversiones de Defensa. El presupuesto de los 27 triplica el ruso. Casi alcanza al chino, según recoge el Instituto Internacional de Estocolmo de Investigación de la Paz (SIPRI). Sin embargo, para sacarle partido hace falta más coordinación, explica Arteaga, aunque señala que es un tema complicado. Por ejemplo, en cuanto al equipamiento, puede pensarse que es más eficiente que la UE compre el mismo carro de combate en vez de que cada país tenga varios modelos, que conlleva más coste en investigación, desarrollo y fabricación. Pero entonces el país que lo fabricase saldría beneficiado, mientras que los otros 26 saldrían perjudicados, añade.

Publicidad

El ejército europeo: un debate de ocho décadas

El debate sobre la integración de la Defensa en Europa a través de un ejército de la UE comenzó en la década de 1950. Así lo recoge el análisis de José Luis Pontijas Calderón en el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE). Francia propuso crear la Comunidad Europea de Defensa. “La propuesta fue bien recibida por otras naciones de la entonces Europa Occidental”. Pero fue la propia Francia la que se echó atrás cuando su Asamblea votó en contra. 

Tras la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 el debate resurgió. Volvió dos años después, cuando Donald Trump amenazó con sacar a Estados Unidos de la OTAN. En 2015, Jean-Claude Junker se mostró a favor del proyecto en una entrevista con el diario alemán Die Welt, en la que afirmó que “un ejército europeo común mostraría al mundo que nunca más habrá una guerra entre los países de la UE”. En noviembre de 2018, Angela Merkel dijo ante el Parlamento Europeo que la UE debe “trabajar en la visión de un día crear un verdadero ejército de la Unión Europea”. 

Gordon Adams, profesor emérito de Relaciones Internacionales en la American University, explica a Newtral.es que no hay unanimidad respecto a mayor autonomía defensiva de Estados Unidos. En el caso de Francia, por ejemplo, “desde De Gaulle han presionado por mayor autonomía. Alemania por otro lado ha oscilado de un lado a otro”.

El proyecto de un ejército de la UE “autónomo” es poco probable, por ahora

Lamy explica a Newtral.es que la Defensa es “una de las principales áreas de responsabilidad del Estado”. Por tanto, para mantener su soberanía, a los Estados “siempre les preocupa entregar el control de sus fuerzas armadas a otro Estado o ente político”.

Publicidad

Por otro lado, explica Catalán, el concepto de soberanía en cuanto a la cesión de competencias o fuerzas no es tan claro que supusiera un problema. La propia Unión Europea es una organización supranacional en la que los Estados han cedido su soberanía, y en en caso de la OTAN, cuenta el profesor de Udima, ya se están transfiriendo fuerzas que quedan bajo mando de la Alianza. 

Un ejército como tal de la UE “sería impensable en la actualidad”, dice Catalán. Su opinión coincide con la del análisis de Edgar Jiménez García, que afirma que un ejército de la UE es “una realidad confusa y poco definida”, aunque no deja de ser posible a largo plazo si “la UE perfecciona su propia autonomía estratégica”, y consigue no generar tensiones con la OTAN. 

Arteaga explica que una manera de llegar a este Ejército de la UE, sería continuar con el camino que está siguiendo la Comisión, ganando más autonomía de los Estados. Aunque sería un proceso largo, “hace 40 años a la Comisión no se le dejaba tocar los temas de Defensa”, afirma Arteaga, y ahora se hacen compras e inversiones conjuntas. La Unión Europea ya ha creado varias instituciones y marcos de actuación como la Política Común de Seguridad y Defensa, el Fondo Europeo de Defensa, o el Estado Mayor Militar del Servicio Exterior de la Unión Europea. 

Fuentes: