El ex primer ministro de Israel Ehud Ólmert recibe a Ana Pastor en Jerusalén para explicar su postura contra el ejecutivo de Benjamín Netanyahu, al que acusa de estar a las órdenes de Donald Trump.
Por qué es importante. Ólmert fue jefe del Ejecutivo israelí entre 2006 y 2009. Critica al actual Gobierno de Tel-Aviv por no “poner fin” a una guerra y aboga por un acuerdo de paz que, asegura, avalan “millones” de ciudadanos de Israel.
Netanyahu, en manos de Trump
A preguntas de la periodista y fundadora de Newtral, Ana Pastor, Ólmert asegura que Netanyahu es “superficial, vacío. No cree en nada, no confía en nada, no se compromete con nada. Está completamente vacío”.
Además, opina el ex primer ministro israelí, su relación con el presidente de Estados Unidos es de sumisión.
- “La relación entre Donald Trump y Netanyahu no es una relación de amigos. Esta es la relación entre el jefe y alguien que trabaja para el jefe. Y el jefe es Donald Trump.
- “Netanyahu es 100% dependiente de Trump”, asegura en respuesta a si el estadounidense sería la única persona capaz de frenar al israelí.
No hay genocidio. Ólmert niega categóricamente un genocidio contra la población gazatí. “Nunca utilizo esta palabra y nunca he aceptado utilizarla porque no es cierta”, asegura, aunque luego matiza que “se cometieron crímenes” y que estos pueden ser criticables pero como parte de una población civil “víctima” del terrorismo.
Y ante el clamor internacional por lo que ocurre en Gaza llama a dirigir la mirada al actual Gobierno de Israel. “No quiero pelear con los manifestantes. Solo les sugeriría que se manifestaran contra el Gobierno israelí, no contra el pueblo israelí ni contra el Estado de Israel. Millones de personas en Israel comparten mi postura contra el Gobierno israelí. Están a favor de poner fin a la guerra ahora mismo”.
Postura de Sánchez. En cuanto a la posición de España en el conflicto, el ex primer ministro israelí muestra su preferencia porque nuestro país adopte un “estilo” más neutro.
“El estilo del presidente Sánchez es un poco exagerado”, asegura también, para luego añadir que cuando Zapatero era presidente sí coincidió con él y lo consideraba “mucho más comedido”. “Ojalá Sánchez hubiera aprendido algo de Zapatero».
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