Caídas de telefonía y riesgo de desabastecimiento: el eclipse solar de abril no despierta fantasmas sino furor ‘streamer’

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Hubo un tiempo, hace no tanto, en que los eclipses auguraban catástrofes. En que despertaban los peores augurios. “En la antigua China, se decía que un dragón devoraba al Sol y la gente salía con cacerolas para asustarlo”, recuerda el director del Observatorio Astronómico Nacional (IGN) Rafael Bachiller. “Pero yo diría que ya desde el siglo XIX los eclipses no dan miedo”… O sí. Porque, al menos en el estado de Ohio, las autoridades han dibujado un panorama de alerta propio de emergencias, ante el eclipse solar que Norteamérica disfrutará el próximo 8 de abril.

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En realidad, es en el condado de Lorain donde las preocupaciones se han desatado. La banda de totalidad del eclipse pasa justo por esa zona. No es que teman a los dioses, sino a los turistas, convertidos en el siglo XXI en improvisados streamers. Cada cual, móvil en mano, retransmitiendo simultáneamente en vídeo el espectáculo y devorando el ancho de banda de esta y otras zonas rurales, como ha advertido la Agencia de Gestión de Emergencias.

Las autoridades de Lorain han emitido un aviso de que a medida que la gente llegue durante los días previos al eclipse, podría haber atascos, un mayor tiempo de espera en hospitales y gasolineras, así como dificultades para acceder a alimentos y otros suministros. Y, desde luego, una posible caída temporal de los servicios de telefonía e internet. Nada que ver con tormentas solares. Nada que ver con una supuesta influencia de la Luna, poniéndose por delante del Sol durante las horas que durará el eclipse del 8 de abril.

“Es un asunto muy a tener en cuenta”. También en España, explicaba Bachiller en el pódcast Tampoco es el fin del mundo el pasado noviembre. El astrónomo será el responsable de la Comisión Nacional del Elipse, que se pone a trabajar de cara a los “tres eclipses españoles que vamos a tener desde 2026”. Justamente para evitar lo que temen ahora que ocurra el 8 de abril con el eclipse, en los EE.UU. rurales.

Un “espectacular” eclipse solar total en España coincidiendo con las perseidas de 2026

A principios del siglo XX hubo otros tres eclipses solares que fueron observables desde España. Buena parte del país estaba en la franja de totalidad. La prensa de la época también destacaba el furor que se desató entre la población. Pero entonces, el parque móvil era anecdótico y el de móviles, inexistente. “Entonces hubo, sobre todo, un interés científico –recalca Bachiller– porque durante uno de ellos se descubrieron las fulguraciones solares, fenómenos atmosféricos del Sol“.

Ahora sucede al revés. El interés científico de los eclipses es menor. “Tenemos instrumental que nos permite hasta recrearlos cuando queramos”. Pero la curiosidad ciudadana es total. El eclipse del 8 de abril debería ser visible desde México hasta Canadá. El área de totalidad es más ancha que en el eclipse de 2017, así que se esperan más desplazamientos. Muchos de ellos, con en ánimo de cazar una foto o vídeo insólito: “Con suerte, podría existir la posibilidad de ver una eyección de masa coronal –una gran erupción de material solar– durante el eclipse”, según indican desde la NASA. Algo más improbable hace siete años, cuando nuestra estrella estaba más tranquila.

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Aunque en 2026 el Sol quizás no esté en su máximo de actividad (el pico puede que se esté dando en fechas presentes o hasta 2025), uno de los próximos eclipses españoles va a ser “espectacular”, en palabras de Bachiller, por varias razones.

“El primero de los próximos eclipses solares en España será el 12 de agosto de 2026, va a coincidir con las perseidas, en pleno verano, por la tarde”. Es decir, podrían registrarse estampas espectaculares con una Luna en apariencia gigantesca, no muy lejos del horizonte, ocultando al Sol. La franja de totalidad incluye ciudades como A Coruña, Oviedo, Valladolid, Burgos, Logroño, Bilbao, Zaragoza y Valencia, así como Ibiza o Palma. “Pero mucha gente querrá ir a zonas rurales o emblemáticas”.

Casi un año después se dará otro eclipse, el 2 de agosto de 2027. Y cerrando el ciclo, un eclipse anular el 26 de enero de 2028.

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Un Comisión Nacional del Eclipse de España para evitar el caos

Rafael Bachiller es el astrónomo al frente de la Comisión Nacional del Eclipse, “para tratar de coordinar todas las actividades que habrá alrededor del eclipse de 2026, ofrecer toda la información que sea precisa, que haya unas personas responsables en cada una de las provincias por las que pasa la totalidad y que en esas provincias, los alcaldes que tienen la suerte de tener su pueblo en la zona de totalidad habiliten zonas de observación“.

Como ocurrirá con el eclipse de este 8 de abril de 2024, “todo el mundo va a querer hacer fotos y transmitirlas. Estarán conectados por internet. O sea que habrá ciertos requerimientos técnicos”. Por otro lado, se pregunta: “¿Todos vamos a ir en coche? Espero que no, que también seamos capaces de organizar transportes públicos de forma que no vaya una persona por coche“. Este es el tipo de cosas que se han empezado a abordar. “Nos va a pillar con una España llena de turistas. Un reto a nivel organizativo, pero también un espectáculo”.


Escucha este capítulo de Tampoco es el fin del mundo grabado el pasado noviembre en el Real Observatorio de Madrid, con la dirección, realización, música y montaje de Mario Viciosa; sonido directo de Alfre Camarote; imagen de José A. Trinidad y Ximo Ferrández.

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