El líder del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, habló en un coloquio sobre educación organizado por su partido sobre la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) y propuso que las 11 comunidades autónomas gobernadas por el PP hicieran la misma prueba en 2025. “Nuestro compromiso es que la EBAU sea un sistema común en todas las comunidades del Partido Popular en el curso 2025. Y para eso ya estamos trabajando todas las consejeras y consejeros del partido para buscar los puntos de encuentro y presentar una prueba de selectividad, una EBAU común en toda España”, afirmó Feijóo (min. 26:14).
Aunque el debate sobre si hacer una EBAU única en toda España no es nuevo, hay que recordar que es una discusión que afecta a todas las esferas educativas. Ya sea al Gobierno central o los autonómicos, como al profesorado de institutos y universidades, y cómo no, a los alumnos.
La propuesta del PP de hacer una EBAU única pretende llevarse a cabo con el argumento de que las comunidades autónomas son las que tienen las competencias de educación, y, por lo tanto, pueden decidir sobre los exámenes finales de bachillerato. Las comunidades autónomas afectadas y gobernadas por el PP serían: Andalucía, Aragón, Baleares, Cantabria, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, La Rioja, Comunidad de Madrid y Región de Murcia. Para Pilar Alegría, ministra de Educación, Formación Profesional y Deporte, esta propuesta está “llena de frivolidad y además es absolutamente inviable”, como ha reflejado en declaraciones a medios.
Según señalan los expertos consultados por Newtral.es, si hay 11 comunidades, hay 11 bachilleratos diferentes, por lo que hacer una prueba exacta, tanto en contenidos como en forma, “sería muy difícil”.
Criterios y materiales sí, pero contenidos no: qué piensan los expertos de una EBAU única como la que propone el PP
Cynthia Martínez-Garrido, profesora de Métodos de Investigación en la Universidad Autónoma de Madrid, asegura en conversación con Newtral.es que “la medida es poco posible”. “El hacer una EBAU única como propone el PP no se ajusta a la realidad, ya que no hay un único bachillerato en esas comunidades”. Algo en lo que coincide Enric Prats, profesor de la Facultad de Educación en la Universidad de Barcelona, que señala que, por ejemplo, “las diferencias entre la educación en Andalucía y Galicia o Murcia y la Comunidad Valenciana son múltiples, pero, entre ellas destaca el uso de una segunda lengua en algunas y en otras no”.
A lo que se refieren Martínez-Garrido y Prats está recogido en el artículo 18 del real decreto por el que se establecen la ordenación y las enseñanzas mínimas del Bachillerato. En él se especifica que las comunidades autónomas deben respetar un 60% de las enseñanzas mínimas propuestas por el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, y un 50% si en esa autonomía hay una lengua cooficial. Es por ello que hacer una prueba de EBAU única como propone el PP “implicaría que ese 40% restante de las comunidades debería de ser común para todas en el currículo”, afirma Prats.
Aun así, Martínez-Garrido señala que hay aspectos de la prueba que podrían unificarse, sin entrar en el contenido total de la misma. Por ejemplo, la fecha, las horas, los contenidos mínimos, el tipo de corrección o el uso de materiales externos, como calculadoras. Pero en el contenido de toda la prueba la tarea se complica.
Los primeros afectados son los alumnos, pero la cadena no termina ahí
Feijóo anunció que pretendía llevar a cabo este cambio en la EBAU en las comunidades gobernadas por el PP a partir de 2025. No obstante, como señalan los expertos, los plazos podrían ser cortos, lo que repercutiría negativamente en los alumnos, pero también en el profesorado.
“Al menos se necesitan dos años para poder hacer un cambio de este estilo”, señala Prats. “En el primero tendrían que armonizarse todos los currículos académicos de las comunidades afectadas, que fueran iguales para que después la EBAU también lo sea. Después de eso habría que modificar los libros de texto en algunos casos e implantarlo con alumnos de primero de Bachillerato”, explica el profesor de la Universidad de Barcelona.
En el caso de que no haya un currículo común la situación podría ser aun más difícil para los estudiantes, ya que como explica Jesús Miguel Jornet, catedrático de Medición y Evaluación Educativa en la Universidad de Valencia, “podría dar lugar a alumnos más preparados que otros, es decir, más desigualdades entre las comunidades”. No solo eso, Martínez-Garrido indica que lo que no sería justo que sucediera es que “se les preguntara por materias o temas que no han aprendido”. Como señala Prats, “puede darse también que se les pregunte por contenidos que no tienen nada que ver con su realidad, con su contexto directo como habitantes de una autonomía”.
Así, también se verían afectados los profesores, que tendrían que adaptar de nuevo sus clases y su manera de enseñar. También las universidades, que son las que establecen junto a profesores de Bachillerato las pruebas de la EBAU, e, incluso, las personas encargadas de corregir los exámenes.
Una comunidad autónoma, una EBAU distinta: lo que quiere evitar el PP
Jesús Miguel Jornet explica que si lo que se busca es erradicar la desigualdad de oportunidades al hacer una EBAU única para 11 comunidades, como propone el PP, es “empezar la casa por el tejado”. “Cada comunidad tiene una financiación, un diseño curricular y una situación socioeconómica diferente lo que de por sí puede generar desigualdades”, indica el especialista de Medición y Evaluación Educativa. A lo que Jornet añade que “es un problema previo que no puede atajarse solo con una prueba final del Bachillerato única para todos los alumnos”.
Para Enric Prats y Cynthia Martínez-Garrido es necesario destacar que las competencias son de las comunidades autónomas. Es decir, que si se plantea el homogeneizar la EBAU habría que replantearse también el modelo autonómico o el traspaso de competencias en materia de educación, lo que conllevaría un cambio mucho más profundo y estructural que el que plantea el PP en este momento.
No solo eso, Martínez-Garrido señala que “debería existir un pacto de país con respecto a la educación donde se trataran este tipo de temas y hubiera un consenso extendido, porque, por ejemplo, ¿qué pasará cuando vuelva a gobernar el PSOE en esas comunidades?”.
- Real Decreto 243/2022, de 5 de abril, por el que se establecen la ordenación y las enseñanzas mínimas del Bachillerato.
- Cynthia Martínez-Garrido, profesora de Métodos de Investigación en la Universidad Autónoma de Madrid
- Enric Prats, profesor de la Facultad de Educación en la Universidad de Barcelona
- Jesús Miguel Jornet, catedrático de Medición y Evaluación Educativa en la Universidad de Valencia
Lo que no puede ser es que dependiendo del exámen que te toque te saques más nota u otra, pero luego todos competimos por las mismas plazas.
Si los conocimientos son los mismos a los que tienen que llegar en los colegios, el exámen debería ser igual en todas partes. Es la única manera de asegurarse de que el nivel en todas las comunidades es el mismo, y la única manera de asegurarse de que todos los chicos compiten en igualdad de condiciones para conseguir la misma plaza.