La disciplina de voto en el Congreso: cuando los diputados tienen que votar “con una pinza en la nariz”

Disciplina de voto
Congreso de los Diputados.
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Este jueves, el Congreso acogerá una votación de esas en las que el interés no está en el resultado -que se da por asegurado- sino en quién vota qué. Se trata de la renovación del Tribunal Constitucional que pactaron Gobierno y PP y, más en concreto, de la elección de Enrique Arnaldo como magistrado del TC. Te explicamos qué es y por qué es importante la disciplina de voto.

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Según se ha publicado, el candidato propuesto por los populares no solo ha estado muy vinculado a Génova (adjudicación de contratos y artículos en prensa mediante) sino que habría incurrido en incompatibilidades cuando ejercía como letrado en el Congreso, entre otros. 

Ante todo esto, la postura oficial del PSOE es que cada partido es “responsable de sus candidatos”, algo que sin embargo no comparte Odón Elorza. El diputado por Gipuzkoa ha dejado claro en una entrevista en la Cadena SER que apoyará esta elección “con una pinza en la nariz”. 

Una expresión similar ha expresado el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, también en la Cadena SER: respaldarán a Arnaldo “con la nariz tapada”. “Lo contrario sería más coherente, pero tendría consecuencias desastrosas», ha resumido mientras reconocía que puede haber diputados de su formación que opten por no seguir el criterio fijado por la cúpula morada.

¿Qué es la disciplina de voto?

La disciplina de voto es la obligación que tienen los diputados de votar sí, no o abstención en función de lo que dicte la dirección de su grupo parlamentario. Es algo que no recoge ni la Constitución ni el Reglamento del Congreso, pero que los propios partidos regulan de forma interna. 

¿Qué normas internas tienen las formaciones?

PSOE

Los socialistas son de los más claros al respecto porque recogen esta disposición de forma explícita en los estatutos del partido: “En todos los casos, las personas miembros del Grupo Parlamentario Federal están sujetas a la unidad de actuación y disciplina de voto” y, en caso de incumplirla, se les podría hasta dar de baja en este. Lo más habitual, sin embargo, es que se les imponga una multa que en algunos casos ha llegado hasta los 600 euros. 

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Los estatutos del PP califican como infracción muy grave “la desobediencia a las instrucciones o directrices que emanen de los órganos de gobierno y representación del partido siempre que sean acordes a los Estatutos, así como de los grupos institucionales del mismo”. 

Los populares concretan esta cuestión en el reglamento interno -y no público- de su grupo parlamentario al que tuvo acceso El Mundo. Según este diario, las sanciones contempladas por no respetar esta disciplina irían entre los 500 y los 700 euros

  • Voto “en conciencia” para cuestiones morales. Sin embargo, desde 2017, entre los derechos de los afiliados se reconoce el de votar “en conciencia (…) en aquellas propuestas que, no formando parte del programa electoral, afecten exclusivamente a cuestiones éticas y/o morales que pongan en cuestión sus convicciones más profundas”. 

Podemos

El Reglamento General del partido dicta que los miembros del los grupos parlamentarios incurrirán en una falta muy grave cuando incumplan “las directrices aprobadas por la dirección del grupo o delegación en lo que respecta a la elaboración, registro y defensa de iniciativas, o bien a la defensa de las posiciones adoptadas por la dirección o, en su caso, por el Plenario del grupo o delegación”.

No seguirlo se castiga con una multa de entre 500 y 1.000 euros e, incluso, con la separación temporal o permanente del grupo. 

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Esquerra Republicana

Fuentes del grupo republiano explican a Newtral.es que deciden el sentido del voto en una reunión previa al pleno. Se determina en función de lo que proponga el diputado que ha trabajado la iniciativa y, después, se elige entre sí, no y abstención. En caso de que uno de sus integrantes no quiera seguir esta línea, no se le penalizaría.

Ciudadanos

Desde el grupo naranja explican un criterio similar: la posición ante una iniciativa se debate y consensúa en las reuniones de sus nueve diputados. Con todo, según establecen los estatutos del partido, “los grupos institucionales y sus miembros” se tienen que regir por la “disciplina de voto”, pero no se especifica la sanción por saltársela. 

PNV

Las fuentes del Grupo Parlamentario Vasco consultadas remiten a los Estatutos del PNV, que en su artículo 13 incluye entre las obligaciones de los afiliados “cumplir los acuerdos válidamente adoptados por los órganos de EAJ-PNV, respetar la disciplina de su organización y contribuir a la consecución de sus fines”. 

Dentro del partido, son el Euzkadi Buru Batzar y la Asamblea Nacional los que marcan “las directrices políticas” y controlan “la gestión de los cargos públicos nacionales y extranacionales de elección popular”.

EH Bildu

También en EH Bildu se define el sí, el no o la abstención a las iniciativas en una reunión semanal en la que “todos los diputados se comprometen a votar lo mismo”. Las fuentes consultadas aseguran que “por ahora no ha hecho falta” establecer un sistema disciplinario como el de los partidos más grandes: “Nunca hemos tenido problemas en ese sentido”. 

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Diputados que optaron por no seguir la línea oficial 

No es habitual que los diputados se salten la postura adoptada por la dirección del grupo parlamentario. Por eso, cuando ocurre es noticia. La más reciente la protagonizó la diputada de Coalición Canarias en la investidura de Sánchez: en contra del criterio de su partido, Ana Oramas rechazó al candidato a la presidencia en las dos votaciones y fue sancionada con una multa de 1.000 euros. 

No mucho menos le costó a los 15 diputados del PSOE materializar en 2016 el “no es no” a la investidura de Rajoy que había instigado por Sánchez. Tras su salida de la secretaría general, Ferraz optó por la abstención y a quienes no siguieron esta directriz se les castigó con una sanción de 600 euros. 

Mejor suerte corrió el diputado del PP, Adolfo Suárez Illana cuando, en lugar de abstenerse como el resto de su partido, decidió votar en contra de una proposición no de ley que abogaba por suprimir las condecoraciones a torturadores como ‘Billy el Niño’. Al frente del grupo estaba entonces Cayetana Álvarez de Toledo, que optó por no sancionar al diputado. 

Sí fue multada Celia Villalobos y, al menos, en dos ocasiones: cuando votó a favor del matrimonio homosexual impulsado por Zapatero y cuando apoyó la retirada de la reforma de la ley del aborto promovida por su partido en 2014. 

Cómo se podría ir al traste la votación del TC

Para elegir a los cuatro nuevos miembros del Tribunal Constitucional hace falta que tres quintas partes del pleno apoye cada una de las candidaturas. Es decir, son necesarios los síes de 210 diputados. PSOE, PP y Unidas Podemos suman 242 y, en principio, tienen la votación más que controlada. 

Aunque es muy improbable, la designación fracasaría si 32 representantes optaran por no poner el nombre de Enrique Arnaldo en la papeleta (que será virtual en esta ocasión). Si alguno decide omitirlo, excepto que lo manifieste públicamente, no se sabrá su identidad puesto que la votación es secreta.

Fuentes: 

1 Comentarios

  • Se os olvidó la formación VOX que es la tercera fuerza del congreso. ¿Será por que Newtral no es en realidad tan newtral? ¿Será, será....?