De ‘Jurassic World’ a ‘Juego de Tronos’: un nuevo dinosaurio carnívoro gigante parecido a animales de ficción

Ilustración del dinosaurio carnívoro gigante de Argenina Meraxes | Jorge Gonzalez
Recreación del dinosaurio carnívoro gigante de Argenina Meraxes | Jorge Gonzalez
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De escamas plateadas y ojos dorados, Meraxes fue uno de los dragones de la Casa Targaryen, durante la época de la Guerra de la Conquista. Fue montado por la reina Rhaenys Targaryen. Todos estos detalles no se le escapan a Juan Ignacio Canale, seguidor de la saga Canción de hielo y fuego de George R.R. Martin, de la que nace Juego de Tronos. Por eso, cuando Canale se encontró con los restos del que parecía el dinosaurio carnívoro más grande jamás descubierto, no lo dudó: le puso Meraxes gigas.

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Desde Argentina, cuenta Federico Kukso en Sinc que, al norte de la Patagonia, un equipo de aquel país y de Estados Unidos descubrió los fósiles de un ejemplar de patas robustas y brazos pequeños, como el Tiranosaurius rex. Pero, definitivamente, más grande. “Se trata de una nueva especie de dinosaurio carnívoro enorme de 11 metros, gran cráneo y un peso estimado de 4.200 kg, que vivió hace 96-93 millones de años”, cuenta desde el Museo ‘Ernesto Bachmann’ de Villa El Chocón de Neuquén (Argentina) Canale.

“Lo llamamos Meraxes gigas, como uno de los dragones de las novelas”, precisa el director del Área Laboratorio e Investigación del museo. Pariente del gran Giganotosaurus, esta nueva especie amplía la familia de los más grandes cazadores terrestres que existieron: los carcarodontosáuridos.

Un dinosaurio carnívoro gigante que sacude a la paleontología

Este hallazgo se publica esta semana en la revista Current Biology, aunque se remonta a enero de 2012. Los equipos llegaron a un sitio de vientos fuertes y rocas rojizas conocido como La Barda Atravesada de Las Campanas, a 20 km de la localidad de Villa El Chocón. En el primer día de su aventura, divisaron un fragmento de un fósil de un saurópodo. A unos metros, Canale vio una vértebra caudal de un terópodo o dinosaurio carnívoro.

“Fue una alegría enorme. Enseguida nos dimos cuenta de que era algo importante, novedoso”, explica a Kukso el paleontólogo, especializado en este tipo de animales. “Los huesos están muy bien preservados porque estaban muy metidos en la roca, lo que los protegió de la erosión y también complicó su extracción”.

El equipo, codirigido por el investigador Peter Makovicky de la Universidad de Minnesot-Twin Cities, ha pasado los últimos años extrayendo, preparando y analizando el espécimen. Este giganotosaurus es como uno de los dinosaurios carnívoros estrella de la película Jurassic World: Dominion, recientemente estrenada. 

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Aunque no es el más grande entre los carcarodontosáuridos, Meraxes debió de ser un animal imponente. Los investigadores recuperaron los fósiles a partir de rocas que tienen entre 90 y 95 millones de años, junto con otros dinosaurios, incluidos varios especímenes de saurópodos de cuello largo.

Un esqueleto bien conservado

Meraxes se encuentra entre los esqueletos de carcarodontosáuridos más completos que los paleontólogos han encontrado hasta ahora en el hemisferio sur. Incluye casi la totalidad del cráneo, las caderas y los brazos y piernas izquierdo y derecho del animal. 

«Lo bueno es que descubrimos que el diseño del cuerpo es sorprendentemente similar al de los tiranosaurios«, añade otro de los autores de la investigación, Peter Makovicky, de la Universidad de Minnesota. Eso sí, están más cerca de los giganotosaurus de Jurassic World que de sus ficcionados y terribles tiranosaurios.

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“Son de ramas muy diferentes del árbol genealógico de los dinosaurios carnívoros. Este nuevo descubrimiento nos permitió indagar en una pregunta: ¿por qué estos dinosaurios carnívoros se hacen tan grandes y tienen estos pequeños brazos?”.

El descubrimiento de este nuevo dinosaurio carnívoro, “el más completo hasta el momento, nos brinda una excelente oportunidad para conocer su sistemática, paleobiología y tamaño real como nunca antes”, explica por su parte Sebastián Apesteguía, coautor del estudio e investigador en la Universidad Maimónides de Argentina.

Con los datos estadísticos que proporcionó Meraxes, los investigadores encontraron que los grandes dinosaurios megadepredadores de las tres familias de terápodos crecían de manera similar. A medida que evolucionaron, sus cráneos se hicieron más grandes y sus brazos se acortaron progresivamente.

Otro dinosaurio carnívoro para explicar los brazos cortos del tiranosaurio

“Lo que estamos sugiriendo es que hay una versión diferente de esto”, señala Makovicky. “No deberíamos preocuparnos tanto por el uso de los brazos, porque los brazos en realidad se reducen como consecuencia de que los cráneos se vuelven masivos. Cualquiera que sea el uso que se le haya dado a los brazos, están asumiendo una función secundaria, ya que el cráneo se está optimizando para manejar presas más grandes”.

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Es un misterio por qué Meraxes evolucionó rápido para adaptarse y, sin embargo, desaparecieron poco tiempo después.

Los investigadores también encontraron que los carcarodontosáuridos, incluidas especies de la Patagonia, evolucionaron muy rápidamente, pero luego desaparecieron repentinamente del registro fósil poco tiempo después.

Dinosaurio gigante Meraxes, ilustrado por Carlos Papolio

“Por lo general, cuando los animales están al borde de la extinción es porque sus tasas de evolución son bastante lentas, lo que significa que no se están adaptando muy rápido a su entorno”, concluye Canale. “Aquí tenemos evidencia de que Meraxes y sus parientes evolucionaron bastante rápido y, sin embargo, a los pocos millones de años de existir, desaparecieron y no sabemos por qué. Es uno de esos hallazgos donde respondes algunas preguntas, pero genera más preguntas para el futuro”.