El 23,9% de los menores de 16 años no pudo irse de vacaciones al menos una semana al año en 2021, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Es uno de los datos de esta estadística que muestra las diferencias en las condiciones de vida entre los hogares con rentas más altas y más bajas. Así, mientras que en los hogares en los que la renta anual por unidad de consumo es superior a 25.461 €, el 20% con más renta, este porcentaje se reduce al 1,6%, en aquellas que tienen una renta anual por unidad de consumo inferior a 9.215 €, el 20% con menor renta, asciende hasta el 50,4%. Es decir, la mitad.
Para realizar esta estadística, el INE realiza un cálculo por unidades de consumo (que no es lo mismo que personas, sino que calcula el peso de la persona en la unidad familiar) y divide a la población en los llamados "quintiles". Esto cinco grupos suponen que en el primer quintil están las personas con el 20% de datos más bajos y en el último las de datos más altos (*).
Las carencias materiales de los menores de 16 años
La diferencia entre los hogares con más renta y los hogares con menos renta se da en todas las categorías analizadas por el INE. La mayor diferencia se da en los menores que no pueden irse de vacaciones, casi 49 puntos porcentuales de diferencia. Esta es, además, la única categoría en la que hay más de un 1% de menores pertenecientes a los hogares con más renta.
Tras esta, la categoría en la que más diferencias hay es en el porcentaje de menores de 16 años que no tienen regularmente actividades de ocio. Mientras que el 18% de los menores pertenecientes a hogares del primer quintil afirman no tenerlas, este porcentaje se reduce hasta el 0,6% en los del último quintil.
Sin embargo, hay otras categorías en las que no hay tanta diferencia entre los hogares con rentas más altas y aquellos con rentas más bajas. Las categorías analizadas por el INE en las que menos diferencia son aquellas relacionadas con la enseñanza o la alimentación.
El 3,4% de los menores de 16 años pertenecientes a hogares del primer quintil no tienen libros adecuados a su edad. Porcentaje muy inferior a los vistos anteriormente, pero aún así muy desigual al resto si tenemos en cuenta que en el 60% de los hogares este porcentaje no sube del 0,3%.
Teletrabajar durante la pandemia también fue cuestión de la renta
En el año 2020, el 24,5% de las personas de 16 o más años teletrabajaron a tiempo completo durante el confinamiento, de acuerdo con los datos del INE, y casi un 7% lo hicieron a tiempo parcial. Ahora bien, si se agrupan por quintiles de renta, los datos muestran que solamente un 8,7% de las personas pertenecientes a los hogares con rentas más bajas teletrabajaron a jornada completa, mientras que la cifra se eleva al 44% en el caso del quintil de rentas más altas, mostrando desigualdades en relación a las condiciones laborales durante los meses más duros de la pandemia.
La principal razón para no teletrabajar durante la pandemia fue porque el empleo no estaba adaptado para el teletrabajo, tal y como recoge la encuesta. Dentro de las rentas más bajas, casi un 70% de los encuestados no tenía un trabajo que les permitiera una modalidad en remoto. La cifra baja gradualmente hasta el 30,5% en el caso de las de más de 25.500 euros por unidad de consumo.
Otras dificultades como la falta de buena conexión a internet o que no se ofreciera la posibilidad de teletrabajar por parte del empleador muestran porcentajes muy bajos, y parecidos en todos los quintiles.
Las diferencias entre las rentas altas y bajas también se notan en las clases telemáticas
Las desigualdades entre los niños y niñas que pueden seguir clases telemáticamente en España también se exacerban dependiendo de la renta. En los últimos 12 meses, el 73% de los niños y niñas de entre cinco y 15 años del primer quintil, es decir, del rango de rentas más bajas, han podido hacer clases telemáticas. Básicamente, uno de cada cuatro niños no ha tenido esa opción.
En las rentas más altas, en cambio, hasta el 90% de ellos podía permitirse seguir las clases desde casa. La mayoría de los que no podían recibir clases telemáticas era porque el centro educativo no daba este tipo de lecciones (5%). En cambio, entre el primer y el segundo quintil, la principal razón fue porque la conexión a internet no era adecuada o no disponían de ordenador.
(*) ¿Cómo se calculan los quintiles?
El cálculo realizado por el INE hace referencia a “unidad de consumo”, que no es lo mismo que persona. Grosso modo podría resumirse como el peso de cada persona en un hogar. Así, siguiendo la escala de la OCDE, que es la misma que utiliza el INE, para calcular las unidades de consumo de un hogar habría que sumar el número de adultos y menores en él teniendo en cuenta que el primer adulto tiene un peso de 1, los demás adultos cuentan como 0,5 y los menores de 14 años 0,3.
Entonces, para calcular la renta media por unidad de consumo habría que sumar los ingresos totales del hogar entre el número de unidades de consumo del mismo.
Por otro lado, el INE agrupa estos datos en quintiles, cinco grupos que dividen en partes iguales un conjunto de datos. De esta manera, en el primer quintil se encuentran las cifras correspondientes al 20% de datos más bajos, y así sucesivamente hasta llegar al quinto quintil, en el que se encuentran el 20% de datos más altos.
De esta forma, según los datos del INE de renta anual neta media por unidad de consumo:
- Primer quintil: hogares con una renta por unidad de consumo inferior a 9.215,6€
- Segundo quintil: entre 9.215,6€ y 13.696,5€
- Tercer quintil: entre 13.696,5€ y 18.418,1€
- Cuarto quintil: entre 18.418,1€ y 25.461,2€
- Quinto quintil: más de 25.461,2€