El éxodo rural es un proceso histórico que se remonta a la aparición de las primeras ciudades en los países europeos. España no ha sido una excepción. Con la masificación de las zonas urbanas por la aparente mejora de la oferta laboral, las provincias más pequeñas y los pueblos del país se han tenido que enfrentar a constantes despedidas de sus habitantes y, en consecuencia, a las posibilidades de rejuvenecer el lugar.
Durante la clausura de las Jornadas Reto Demográfico y despoblación rural de Fundación Concordia y Libertad, el líder del Partido Popular, Pablo Casado mencionó esta desigualdad en el riesgo de despoblación entre España y los países de su entorno. Al observar el mapa se puede ver que en España hay una mayor concentración territorial que en otros países como Italia, Alemania o Francia.

Desde hace unos años se utiliza el término de la España vaciada para hablar del descenso de la población del campo y las zonas rurales, pero también existe el riesgo de despoblación, es decir, la posibilidad de que en un futuro esa España deshabitada se extienda. Según el Informe Anual de 2020 del Banco de España, un 42% de los municipios españoles están en peligro de que esto ocurra.
Pero en los países de nuestro entorno, como Alemania, Francia o Italia, este porcentaje se reduce a menos de una sexta parte. El riesgo de despoblación de sus municipios es de un 1%, un 7% y un 4%, respectivamente.
Aunque el dato de España choque con el de los países vecinos, es similar al de países más al este y norte de Europa, como Finlandia, Estonia o Letonia. Allí el riesgo de despoblación es mayor que el de España. Según los datos del Banco de España es de un 55,7%, un 58% y un 50,4%, de forma correspondiente.
El riesgo de despoblación en Europa: dos tendencias
El Banco de España calcula en su documento el riesgo de despoblación teniendo en cuenta tres condiciones que se deben cumplir de manera simultánea: los municipios que tienen un crecimiento de la población negativo entre 2001 y 2018, en los que además mueren más personas de las que nacen desde 2001 y los que tienen una densidad inferior a 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado.
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Al seguir este método, en España hay 3.403 municipios en riesgo de despoblación, un 42% del total de 8.131, según el INE. Dentro de estos municipios vive un 2,36% de la población española, es decir, 1.118.504 personas, según los datos del Banco de España.
Si se compara con los datos de los países europeos, se ve que hay dos tendencias. La de Italia, Francia y Alemania, que controlan el riesgo de despoblación y la de España, Estonia, Letonia o Finlandia, que tienen a la mitad de sus municipios en riesgo.
Una característica común de estos últimos países es el elevado porcentaje de territorio deshabitado. Esto podría explicar las dificultades a las que se enfrentan los municipios rurales para atraer y retener a la población en sus regiones.
Aunque las zonas rurales representan el 44% del área habitada de la Unión Europea, según el Parlamento Europeo, el 78% de la población vive en zonas urbanas o en áreas urbanas funcionales. Esto hace que servicios de primera necesidad, como los ambulatorios, las oficinas bancarias o las farmacias, desciendan en zonas más despobladas, lo que genera en los habitantes una mayor sensación de aislamiento.
La industrialización y las distintas economías generan riesgos de despoblación
Según Miguel González, investigador del Centro de Estudios Demográficos (CED), el problema de la despoblación de los municipios españoles tiene que ver con el proceso de industrialización que se dio en España durante el franquismo, entre las décadas de 1950 y 1960.
“En Gran Bretaña, Italia o Alemania su proceso de industrialización duró varios siglos, y en España el proceso fue mucho más rápido. El proceso de industrialización y de movilidad de las zonas rurales a las zonas urbanas en otros países duró 250 años y en España solo fueron 20. Esto generó que hubiera un traspaso masivo, en vez de progresivo, de las zonas rurales a las zonas urbanas”, explica a Newtral.es el investigador del CED.
Coincide con esta explicación el profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de Zaragoza y experto en despoblación Luis Antonio Sáez, que afirma que “los países con menor riesgo de despoblación parten de contextos muy dispares al de España. La historia pesa mucho, y España nunca ha sido un país poblado y mucho menos en el interior”.
Y, añade: “Nuestra economía se comenzó a basar en el oro y la plata, y aunque había ciudades como Palencia, Burgos o Soria potentes en otro tipo de economías, se dejaron de lado y el modelo productivo cambió”.
Más factores que diferencian a España de Europa: el terreno y el clima
Pero este no es el único factor que hace que los territorios rurales españoles se enfrenten a la despoblación. La distribución territorial de España en una gran cantidad de municipios pequeños, 8.131 según el INE, hace que la población esté mucho más dispersa que en otros países como Alemania, Italia o Francia. Algo que confirma González: “Esto hace que los indicadores den una mayor despoblación en España y, además, ayuda a los otros países a frenarla”.
A esto se suma que la presencia de grandes ciudades, o de lugares con oferta industrial en España no es tan llamativa como en Alemania, que tiene muchas ciudades repartidas por todo el territorio. “En España tenemos dos ciudades globales y otras pocas que tienen una concentración relativamente importante de habitantes, aunque la mayoría son medianas o pequeñas. El efecto que podrían tener estas ciudades sobre las zonas rurales se vuelve muy limitado. Esto hace que la dinámica de las áreas rurales sea más recesiva aún”, según el investigador del CED.
Otro factor que añade a la lista Sáez, experto en despoblación, son las diferencias en el terreno de estos países y España. “Nuestro medio natural es muy diferente al de Francia o Alemania: tenemos mucho secano y una altitud muy distinta”, explica a Newtral.es.
La similitud entre España y los países del este de Europa
El paralelismo que se da entre países tan alejados territorialmente de España, como Finlandia, Estonia o Letonia, tiene que ver con cómo se desarrolló su proceso de industrialización en el siglo XX y las dinámicas de migración de la población a las ciudades.
Así lo explica Miguel González: “Cuando se disuelve la Unión Soviética en 1991 se da un proceso de migración masiva a grandes ciudades u otros países, algo que sigue sucediendo. Además, en los países del norte, que también tienen grandes zonas despobladas, no es solo por la industria, sino también por el clima por lo que estos territorios tienen menos densidad de población”.
También coincide con esto Luis Antonio Sáez, que afirma que lo parecido que tiene España con estos países del este es la salida de las dictaduras y el terreno. “El efecto salida que se produce tanto en España como en Europa del este es muy acelerado, y se fomentó la ciudad como lugar de éxito de forma más exagerada cuando terminaron las dictaduras”.
Medidas para combatir la despoblación en la Europa rural
La Red Europea de Observación para el Desarrollo Territorial y la Cohesión de la Unión Europea (ESPON, por sus siglas en inglés) celebró un foro en 2018 para discutir sobre la despoblación en el conjunto del territorio europeo, y una de las medidas que planteaban para luchar contra este fenómeno era la digitalización.
“Las inversiones en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y digitalización son fundamentales para las regiones rurales en despoblación”, afirmaban en este documento. A través de la tecnología sugerían que se podía facilitar el acceso público a bases de datos, la asistencia sanitaria, los servicios de bienestar social, la educación e incluso a procesos políticos, como votaciones en línea.
No obstante, estos territorios se deshabitan a la vez que se envejecen y esta medida se enfrenta a la brecha digital. Por ello, desde este foro animaban a llevar a cabo un proceso de alfabetización digital de las generaciones más mayores. Esto no sería fácil sin una buena conexión a internet. En este mapa explicamos la lenta expansión de la velocidad de internet en la España despoblada.
Cómo paliar la despoblación: la conectividad como oportunidad
Según Miguel González, gran parte de los países europeos se enfrentan a la brecha digital y al problema de la conexión de internet en las zonas rurales, aun así, explica que “no cree que llevar la cobertura de internet a estos pueblos vaya a resolver la despoblación, porque la gente no se va a ir a un pueblo porque haya internet”. El experto asegura que este tipo de medidas podrían ayudar a varios tipos de personas: las que ya viven ahí, las que van a pasar el fin de semana a la zona o las que acuden por turismo. Pero no a la repoblación.
“Realmente no existen medidas que se hayan implantado en territorios europeos que hayan funcionado contra la despoblación. Si hay mejores datos en otros países es por la dinámica de las zonas rurales: porque hay ciudades cercanas, porque tienen algún interés turístico, como un Parque Natural o algún recurso o atractivo concreto. No por acciones políticas que se hayan llevado a cabo”, afirma el investigador del Centro de Estudios Demográficos.
Además, el experto insiste en que intentar aplicar medidas políticas para luchar contra la despoblación en territorios que no tienen comunicación con ciudades cercanas, o que no tienen recursos propios es como intentar desarrollar algo en un lugar que no tiene nada. “Si el municipio o la región tiene algún recurso se pueden implantar políticas en torno a él, pero si no tiene nada es muchísimo más complicado”.
El medio rural ofrece servicios más cuidados y personalizados
Por su parte, el profesor de Economía Aplicada en la Universidad de Zaragoza, Luis Antonio Sáez señala como una de las ventajas del medio rural que “los servicios son mejores: los centros de salud o las escuelas tienen una atención más individualizada y cercana que en la de las zonas urbanas y, en muchos casos hay, también, proyectos culturales”.
Aun así, bajo su punto de vista, habría que fomentar dos aspectos: la vivienda y la comunicación en términos de transporte. “La vivienda es clave, se puede tener banda ancha en un pueblo, pero si no se tienen casas para alquilar en condiciones estables no se puede vivir allí”. Y, añade: “Lo que hay que cambiar es la mirada sobre los pueblos y el medio rural, dejar de victimizarlos e idealizarlos, y ver en ellos oportunidades, ya sea por sus paisajes, su forma de vida, la educación u ofertas laborales”. En definitiva: abrir nuevas ventanas al campo.
Fuentes
- Informe Anual 2020 del Banco de España
- Datos de población de Eurostat
- Soluciones al declive demográfico del Parlamento Europeo
- Número de municipios de España del Instituto Nacional de Estadística (INE)
- Foro de la Red Europea de Observación para el Desarrollo Territorial y la Cohesión de la Unión Europea (ESPON)
- Luchando contra la despoblación rural en el sur de Europa de ESPON
- Miguel González, investigador del Centro de Estudios Demográficos
- Luis Antonio Sáez, profesor titular de Economía Aplicada de la Universidad de Zaragoza y experto en despoblación