El próximo mes de junio cerca de 400 millones de ciudadanos de la Unión Europea (UE) están llamados a las urnas para elegir la próxima composición del Parlamento Europeo. En este contexto, el Comité Económico y Social Europeo (CESE) –un órgano auxiliar de la UE– ha organizado en Bruselas la primera edición de la Semana de la Sociedad Civil en la que han participado agentes sociales de distintos ámbitos y medios de comunicación como Newtral.es. Todos han coincidido en señalar uno de los potenciales riesgos en las elecciones europeas: la desinformación.
El presidente del CESE, Oliver Röpke, aseguró que se trata de uno de los principales debates de la actualidad, así como una de las prioridades a combatir desde el comité. “Hay que ir [a debatir sobre la desinformación] a las capitales, pero también a las zonas rurales y sobre todo con la gente joven”, ya que considera que es en este grupo de edad donde están más expuestos a los mensajes.
De hecho, para el eurodiputado de Luxemburgo Charles Goerens, del grupo Renew Europe, la desinformación y el impacto que esta puede tener sobre los resultados es lo que hace que estas sean “las elecciones europeas más importantes de la historia de la UE”. David Carretta, periodista y corresponsal italiano en las instituciones europeas para Radio Radicale y Il Foglio, señala, además, que el hecho de que haya una guerra en el continente europeo, donde el electorado puede ser “muy volátil”, hace que estos comicios sean decisivos.
Influencia externa, pero también interna
A la hora de señalar el origen de la desinformación, los expertos que participaron en los distintos coloquios indicaron que esta puede proceder de fuentes ajenas a la UE, pero también de dentro de la misma. “Hay interferencias que vienen de Rusia, pero también de algunos medios de Internet, otras que se crean con inteligencia artificial desde cualquier país… Casi todo el mundo puede ser fuente de desinformación”, considera, de cara a las elecciones europeas, Christian Gsodam, asesor de Comunicación Estratégica y Prospectiva del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).
En esto coincide la eurodiputada Danuta Huebner (PPE), que señala que los mensajes de los creadores de “noticias falsas” no profesionales tienen incluso más efectividad.
Por su parte, Carretta indica que los “adversarios de la UE”, tanto externos como internos, “usan la complejidad” de la comunidad política para “crear bulos y potenciar la desinformación”. Por ello, el periodista italiano considera fundamental ir más allá de los mensajes simplistas a la hora de presentar las transformaciones impulsadas desde los órganos europeos. “Combatir la desinformación no es fácil, pero no hay que idealizar las políticas de la UE, sino explicarlas con la verdad”, considera el experto.
La directora de la Federación Europea de Periodistas (EFJ por su siglas en inglés), Renate Schroeder, señaló otro reto de cara a las elecciones europeas a la hora de combatir la desinformación: llegar a los ciudadanos “inalcanzables”. Es decir, a aquellas personas ajenas a los medios de comunicación y desconectadas de las instituciones europeas. “Las noticias ayudan a los ciudadanos a tener más información, pero también a recibir más propaganda”, concluye la directora de la EFJ.
¿Cómo combatir la desinformación de cara a las elecciones europeas?
Los expertos coinciden en una cosa: la desinformación no va a desaparecer, por lo que lo primordial es aprender a combatirla y detectarla. Pero ¿cómo?
Para Schroeder, es fundamental la colaboración entre distintos organismos y enseñar a verificar contenidos “sospechosos” a los medios de comunicación locales, quienes concentran numerosos lectores fieles. “Los periodistas necesitan más herramientas contra la desinformación”, considera la directora de la EFJ.
Sobre los medios disponibles también se pronuncia el asesor de Comunicación Estratégica y Prospectiva del SEAE, quien defiende que la UE debe asociarse con la sociedad civil y el resto de autoridades para desarrollar nuevas herramientas y potenciar una estrategia en distintos niveles. “Los países e instituciones deben unirse para trabajar juntos contra esta amenaza y poder detectar el origen de la desinformación incluso antes de que haya un caso concreto”, señala Gsodam, que destaca además la importancia de compartir entre los organismos la metodología para combatirla.
Ambos expertos coinciden también en la relevancia de la alfabetización mediática para combatir la desinformación, no solo de cara a las elecciones europeas, sino ante cualquier amenaza informativa. “Los ciudadanos tienen que saber cómo verificar la información de forma independiente”, asegura Gsodam, a lo que Schroeder añade que “la gente tiene derecho a saber qué información es cierta”.
Por su parte, John Comer, miembro del Grupo de Organizaciones de la Sociedad Civil del CESE, asevera que la desinformación aparece de forma constante a través de múltiples plataformas, por lo que es necesario centrar este problema en el debate público, destinar financiación para combatirla y concienciar más a los ciudadanos. “De cara a las elecciones europeas, la desinformación va a jugar a favor de los populismos. Los modelos de negocio del periodismo deben despertar e invertir recursos en este ámbito”, concluye.
- Comité Económico y Social Europeo (CESE)
- Oliver Röpke, presidente del CESE
- Charles Goerens, eurodiputado del grupo Renew Europe
- David Carretta, periodista corresponsal de las instituciones europeas
- Christian Gsodam, asesor de Comunicación Estratégica y Prospectiva del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE)
- Danuta Huebner, eurodiputada del Partido Popular Europeo
- Renate Schroeder, directora de la Federación Europea de Periodistas
- John Comer, miembro del Grupo de Organizaciones de la Sociedad Civil del CESE
Los experto o el PSOE a través de Newtral (que de Newtral tiene poco)
Muy poca vergüenza es lo que tiene hoy el Estado apestado, las oligarquías mafiosas globalistas y los miedos de comunicación. Todos ellos se han embarcado en un programa conjunto y teledirigido de desinformación mientras acusan de desinformación a los que les contradicen y contrarian. Acéptenlo, chusma sociatoglobalista, han perdido el control de la opinión pública tras haberse enrocado en una absurda política de "comunicación" unidireccional y de dictado dictatorial. Les ha salido mal y se aferran a lo mismo, a tachar de desinformación y a censurar a diestra y siniestra. Sobre todo a diestra.
A ver, subbbnormales mileniales y esbirros de tétricas redes sorosianas y judías, ¿por qué no entienden de una vez por toda que los acuerdos fundamentales, en hechos o en valores, en una sociedad se hacen, necesariamente o a largo plazo, con un proceso de diálogo y construcción de consensos elementales mediantes el LIBRE concurso de ideas. Todavía me acuerdo cuando la fatua siniestra hacia alardes ufanos de intelectualidad y ponía en el grito el cielo en defensa de la libertad de expresión y no como ahora que, como todos los criminales, cuando se ven perdidos quieren cambiar las reglas del juego.