Manual de estilo de un bulo: un estudio sobre la dana muestra cómo la desinformación se nutre de las crisis

La dana en Valencia, entre los fenómenos extremos destacados por la OMM en 2024 | Biel Aliño, Efe
La dana en Valencia, entre los fenómenos extremos destacados por la OMM en 2024 | Biel Aliño, Efe
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Primero, se disparan las noticias falsas, como la de los cuerpos en el parking del Centro Comercial Bonaire en el caso de la dana. La noticia se comparte y amplifica, y con ella llegan los ataques a las instituciones, como que el Gobierno estaba ocultando el número real de víctimas o que los radares de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) no funcionaron. 

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Junto a ellos, surgen las teorías de la conspiración, nuevas y viejas, que apuntan a que se han destruido presas y embalses, o que el cambio climático no tiene nada que ver con la dana.

Patrones predecibles. Este paso a paso que suele repetirse con cada crisis muestra “cómo los bulos se insertan en el ecosistema informativo con dinámicas predecibles”: “Se propaga rápidamente en redes sociales, se refuerza con sesgos cognitivos, se amplifica por la lógica de la economía de la atención y encuentra debilidades en la capacidad de verificación institucional”.

  • Esta es una de las conclusiones del estudio Desinformación durante la crisis producida por la DANA de 2024 en España: análisis, características, tipologías y desmentidos, elaborado por Germán Llorca-Abad, profesor titular del departamento de Comunicación Audiovisual, Documentación e Historia del Arte de la Universitat Politècnica de Valencia (UPV), y Alberto López Carrión, profesor de la Universidad Internacional de Valencia (VIU).

Contenido emocional. En su investigación, los autores han encontrado que existe un “patrón común” en la desinformación y la forma en que esta circula durante las crisis, en las que “los bulos con mayor carga emocional y narrativa apocalíptica fueron los más viralizados, lo que sugiere que el diseño algorítmico de las redes sociales favorece la propagación de desinformación”, como recogen en el propio estudio.

En datos. Una quinta parte de los 185 artículos analizados en las dos semanas siguientes a la dana se referían al parking de Bonaire, mientras que casi uno de cada siete se centraba en bulos con los que atacar al Gobierno y organismos oficiales. La Aemet también fue víctima de un 6,8% de los bulos identificados, junto con organizaciones como Cruz Roja o Cáritas, que recibieron el 4,7% de los ataques con desinformación.

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Los resultados coinciden con los del libro Bulos y barro. Cómo la DANA ejemplifica el problema de los desórdenes informativos, en el que los autores abordan el funcionamiento de la desinformación durante la dana y el papel que jugaron los medios y la ciudadanía en él.

1 Comentarios

  • No estaría mal empezar a pensar en algún tipo de "represalia" para los que difunden información sin ni siquiera molestarse a buscar si es veraz. Sobre todo a los medios de comunicación, que de periodismo ya no tienen nada, se están convirtiendo en redes sociales, donde lo único que importa es tener "mentes que no piensan" sino que siguen al rebaño.