El Foro Económico Mundial (WEF), que reúne a partir de este lunes a buena parte de las élites económicas y políticas en Davos (Suiza), ha realizado una proyección con los mayores riesgos a los que se enfrentarán —a su juicio— los gobiernos y las empresas a corto y largo plazo. La desinformación aparece como la principal amenaza para el mundo en los próximos dos años, como figura en su Global Risks Report 2024.
Según sus conclusiones, las campañas de desinformación escalan al primer puesto entre los riesgos con mayor grado de preocupación, por delante de la crisis climática, la polarización de las sociedades, los ataques cibernéticos o las guerras. La desinformación es una amenaza transversal y juega un papel relevante en los conflictos armados, favorece la polarización y puede perjudicar la economía. En definitiva, es un factor de desestabilización muy poderoso.

“Es probable que el riesgo se agudice a medida que se celebren elecciones este año en varias economías”, recoge el informe elaborado por el FEM, cuyas proyecciones resultan de varias consultas a expertos internacionales en distintas materias. En este 2024 hay comicios convocados en Estados Unidos, India, Reino Unido, la Unión Europea o Indonesia y, según el informe del Foro de Davos, la desinformación puede ser usada para “desestabilizar gravemente la legitimidad real y percibida de los gobiernos recién elegidos”.
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También existe el riesgo —señala— de que las campañas de desinformación sirvan para promover “disturbios políticos, violencia y terrorismo”, así como que supongan una “erosión a más largo plazo de los procesos democráticos”.
En definitiva, presenta la información falsa como una amenaza para las democracias dado “el volumen, el alcance y la eficacia” que han traído consigo los avances tecnológicos, incluida la inteligencia artificial. En lo que se refiere al largo plazo, el Foro Económico Mundial sitúa la desinformación como la quinta amenaza más grave en un horizonte de 10 años. En este marco, los fenómenos climáticos extremos son los que reúnen mayor preocupación.
La amenaza de la desinformación con IA: puede desencadenar una crisis global en 2024
En el futuro más inmediato, los pronósticos recogidos en el informe sitúan la desinformación creada con inteligencia artificial entre los cinco riesgos con mayor probabilidad de desencadenar una crisis en 2024 junto al clima, la polarización social, la economía o los ciberataques. En este sentido, el informe afirma que es cada vez más difícil identificar los contenidos fabricados, al tiempo que abre el debate sobre la utilidad de las regulaciones que se plantean.

Por ejemplo, cita el requerimiento de China para etiquetar por ley las creaciones con inteligencia artificial —similar a la propuesta de la Unión Europea— y reconoce que, si bien ayudaría a “identificar información falsa”, no ataja el problema de una posible hiperproducción de contenido falso.
“Un vídeo de campaña generado por IA podría influir en los votantes y avivar las protestas o, en escenarios más extremos, conducir a la violencia o a la radicalización, aunque la plataforma en la que se comparta advierta de que se trata de contenido inventado”, recoge el informe.
La disyuntiva entre regular y proteger la libertad de expresión
Además, el WEF plantea a los gobiernos la disyuntiva entre la necesidad de prevenir la desinformación y proteger la libertad de expresión. En este sentido, advierte de que algunos países podrían aprovechar la oportunidad de regular la propagación de la desinformación para abusar del “control normativo” o, incluso, “erosionar los derechos humanos”.
Y es que las “normas digitales autoritarias” podrían crear —alerta el Foro Económico Mundial— “un círculo vicioso”, de manera que “el riesgo de desinformación desciende rápidamente al control generalizado de la información que, a su vez, deja a los ciudadanos vulnerables a la represión política y a la desinformación doméstica (la que no procede de actores hostiles extranjeros)”.
Por tanto, el informe del WEF le dice a los gobiernos que, bajo la intención de luchar contra supuestas interferencias extranjeras en forma de campañas de desinformación, podrían incurrir en un exceso de control sobre las redes sociales.
En concreto, cita el caso de un documental de la BBC que en enero de 2023 fue retirado por orden del Gobierno de India en la red social X, entonces denominada Twitter. Según The Washington Post, un comité gubernamental de India se estuvo reuniendo con trabajadores de las redes sociales para retirar ciertas publicaciones o suspender determinadas cuentas que, en base al citado medio, lanzaban mensajes contra el primer ministro indio, Narendra Modi, o su partido.
El WEF pide que la lucha contra la desinformación no derive en un “autoritarismo digital”. A su juicio, “los propios gobiernos estarán cada vez más en condiciones de determinar qué es verdad, lo que podría permitir a los partidos políticos monopolizar el discurso público y suprimir las voces disidentes, incluidos periodistas y opositores”.
En este sentido, el informe pone en valor el papel de “medios de investigación sólidos” y de la libertad de prensa, aunque reconoce que atraviesan “vulnerabilidades significativas que van a aumentar”.
Estas proyecciones del Foro Económico Mundial en torno a la desinformación coinciden con las recogidas hace un año por el Departamento español de Seguridad Nacional, que pronosticó que las campañas de desinformación, los ciberataques y la vulnerabilidad energética son las amenazas que más crecerán en España en los próximos años.
Según este organismo dependiente de la Presidencia del Gobierno, se espera un importante incremento de las injerencias extranjeras en el campo de la información, sobre todo de cara a los procesos electorales.
- Global Risks Report 2024 / WEF
- The Washington Post