El ejército israelí ha lanzado una “operación precisa y localizada” limitada a una “zona específica” del hospital Al Shifa, en Gaza, según informan las Fuerzas de Defensa israelíes, un centro médico protegido por el derecho internacional. El ejército de Israel argumenta que Hamás ha establecido un centro de mando de operaciones en los túneles que se encuentran bajo el centro médico. “La organización terrorista utiliza el hospital con fines terroristas”, aseguraron en un comunicado los militares israelíes. Una acusación que el personal del centro médico desmiente, según indica la ONU.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y Naciones Unidas han denunciado la agresión contra el hospital. “Los hospitales no son campos de batalla”, escribió en la plataforma social X el secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador de Ayuda de Emergencia de la ONU, Martin Griffiths. “La protección de los recién nacidos, los pacientes, el personal médico y todos los civiles debe prevalecer sobre cualquier otra preocupación”, insistió.
Por su parte, el director general de la OMS declaró que “según el Derecho Internacional Humanitario, los hospitales, el personal sanitario, las ambulancias y los pacientes deben ser salvaguardados y protegidos contra todo acto de guerra”. Y continuó: “Aunque las instalaciones sanitarias se utilicen con fines militares, siempre se aplican los principios de distinción, precaución y proporcionalidad”.
- Contexto. El hospital Al Shifa es el centro de salud más grande de Gaza. Según informó Naciones Unidas, el último generador del hospital se quedó sin combustible el 11 de noviembre. A 14 de noviembre, Al Shifa albergaba unos 700 pacientes y más de 400 miembros del personal sanitario, además de unas 3.000 personas desplazadas que se han refugiado allí. Además, el personal sanitario de Al Shifa denuncia a través de Médicos Sin Fronteras (MSF) que no puede evacuar el hospital por los ataques continuos. Como informa el portal humanitario dependiente de la ONU, Reliefweb, el hospital entierra a los cadáveres de los pacientes en una fosa común dentro del recinto porque no pueden ser evacuados debido a los intensos ataques.
El Derecho Internacional Humanitario protege a los hospitales en zonas en guerra
Como explica a Newtral.es Nicola Perugini, profesor titular de Relaciones Internacionales en la Universidad de Edimburgo, el Derecho Internacional Humanitario protege a los hospitales. “La protección puede verse comprometida si un hospital se utiliza como refugio de combatientes, como depósito de municiones o como puesto militar. Pero incluso en ese caso los enfermos y heridos siguen estando protegidos”, insiste Perugini.
- Qué es el Derecho Internacional Humanitario (DIH). Como define el Comité Internacional de la Cruz Roja, el DIH es un conjunto de normas que, por razones humanitarias, trata de limitar los efectos de los conflictos armados. Protege a las personas que no participan o que ya no participan en los combates y limita los medios y métodos de hacer la guerra.
- Dónde se encuentra recogido el DIH. El DIH se encuentra esencialmente contenido en los cuatro Convenios de Ginebra de 1949, en los que son parte casi todos los Estados. Estos convenios se completaron con otros dos tratados: los Protocolos adicionales de 1977 relativos a la protección de las víctimas de los conflictos armados.
En concreto, el deber de blindar los hospitales en zonas de guerra está recogido por el derecho internacional en el artículo 18 del IV Convenio de Ginebra: “En ninguna circunstancia, podrán ser objeto de ataques los hospitales civiles organizados para prestar asistencia a los heridos, a los enfermos, a los inválidos y a las parturientas; deberán ser siempre respetados y protegidos por las partes en conflicto”.
Y no solo los hospitales, los traslados de heridos a zonas seguras también están protegidos por el artículo 21 del convenio. “Los traslados de heridos y de enfermos civiles, de inválidos y de parturientas, efectuados por vía terrestre o por vía marítima, serán respetados y protegidos del mismo modo que los hospitales”.
Atacar al personal sanitario que trabaja en los hospitales o asediar a la población civil y dejarla sin alimentos y medicinas también va en contra del derecho internacional. “Será respetado y protegido el personal regular y únicamente asignado al funcionamiento o a la administración de los hospitales civiles, incluido el encargado de la búsqueda, de la recogida, del transporte y de la asistencia de los heridos y de los enfermos civiles, de los inválidos y de las parturientas”, indica el artículo 20.
Y el artículo 23 indica que cada una de las partes “autorizará el libre paso de todo envío de medicamentos y de material sanitario, así como de objetos necesarios para el culto, destinados únicamente a la población civil, aunque sea enemiga. Permitirá, asimismo, el libre paso de todo envío de víveres indispensables, de ropa y de tónicos reservados para los niños de menos de 15 años y para las mujeres embarazadas o parturientas”. En cualquier caso, la norma recoge tres excepciones al envío de material:
- que los envíos puedan ser desviados de su destino
- que el control pueda resultar ineficaz
- que el enemigo pueda obtener de ellos una ventaja manifiesta para sus acciones bélicas o para su economía
El límite de la protección de los hospitales: utilizarlos para cometer “actos perjudiciales”
El artículo 19 del IV Convenio de Ginebra establece que “la protección debida a los hospitales civiles no podrá cesar más que si éstos se utilizan para cometer, fuera de los deberes humanitarios, actos perjudiciales para el enemigo”.
Aunque la expresión “actos perjudiciales para el enemigo” no está definida en el derecho internacional, el convenio sí apunta que “no se considerará que es acto perjudicial el hecho de que se preste asistencia a militares heridos o enfermos en esos hospitales o que haya allí armas portátiles y municiones retiradas a esos militares y que todavía no hayan sido entregadas al servicio competente”.
Por su parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja indica que la protección de un hospital se suspende “cuando se usa para interferir directa o indirectamente en operaciones militares y, por lo tanto, perjudicar al enemigo”. Por ejemplo, si un hospital se usara como base para lanzar un ataque, como puesto de observación para transmitir información de valor militar, como depósito de armas, como centro de enlace de las tropas en combate o como refugio para combatientes en buen estado de salud.
Según explica a Newtral.es Neve Gordon, catedrático de Derecho Internacional en la Universidad Queen Mary de Londres, “la ley establece que las unidades médicas deben ser protegidas y respetadas en todas las circunstancias, aunque matiza inmediatamente este mandato categórico e introduce dos excepciones: si sirve de escudo a combatientes o alberga armas y si se encuentra cerca de un objetivo militar. Israel ha explotado estas excepciones que matiza la ley y las ha convertido en norma”, critica el experto.
- Neve Gordon, catedrático de Derecho Internacional en la Universidad Queen Mary de Londres
- Nicola Perugini, profesor titular de Relaciones Internacionales en la Universidad de Edimburgo
- Fuerzas de Defensa de Israel
- Reliefweb, portal humanitario dependiente de la ONU
- Comité Internacional de la Cruz Roja
- Médicos Sin Fronteras
- Organización Mundial de la Salud
- Naciones Unidas
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