La alta incidencia de COVID-19 de la sexta ola desde mediados de diciembre de 2021 ha supuesto un revés en el deporte mundial y nacional, donde competiciones como LaLiga de fútbol y la Liga Endesa de baloncesto han sufrido las consecuencias de numerosos brotes de COVID-19 en plantillas. Es algo que también se espera que suceda en el regreso de la liga femenina en la primera jornada del año, con los primeros positivos públicos de Alexia y Jenni Hermoso en el Barcelona.
El pasado 29 de diciembre, la ministra de Sanidad Carolina Darias anunció la reducción de los aforos en grandes eventos deportivos, volviendo al 75% de la capacidad al aire libre y al 50% en interiores. «Quiero hacer una llamada al cumplimiento de las medidas como no permitir fumar, comer o beber durante ese tiempo», decía en rueda de prensa, insistiendo además en la preferencia de que el público sea local para evitar la movilidad de aficiones entre ciudades.
Lejos de España, el COVID-19 ha generado estragos en el fútbol inglés especialmente, donde han sido aplazados varios partidos de la Premier League, al igual que en la NBA, la liga norteamericana de baloncesto. Con la variante ómicron en expansión y en plena ola de contagios, se esperan nuevas restricciones en el deporte mundial y actualización de protocolos en un mes en el que además de las tradicionales competiciones se celebra el primer Grand Slam de tenis, el Rally Dakar, la Copa de África de fútbol en Camerún o los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín.
El tenis, pendiente de Novak Djokovic
La situación del tenista serbio, Novak Djokovic, sigue en el aire en Australia. Cuando se cumple casi una semana desde la revocación de su visa por no estar vacunado, Djokovic, que entró en el país con una exención médica que le permitía participar en el Abierto de Australia, ha emitido un comunicado a través de su cuenta en Instagram en el que reconoce «errores humanos» por parte de su equipo al rellenar el formulario de entrada y haber asistido a una entrevista periodística sabiendo que era positivo.
Precisamente es esta documentación de entrada a Australia presuntamente falsa, en la que aparecía marcada la casilla del «no» sobre si Djokovic había estado en terceros países antes de llegar, el foco de la investigación que sigue el Ministerio de Inmigración. Este departamento sopesa volver a cancelar el visado del tenista después de que la Justicia ordenara el lunes que el número uno del tenis mundial quedara en libertad. El titular de Inmigración, Alex Hawke, afirmó este miércoles que necesita más tiempo para tomar esta decisión.
Djokovic, que sigue entrenando en libertad y se prepara para el Abierto de Australia, que se disputa entre el 17 y 30 de enero, ha aclarado también más detalles sobre su positivo en COVID el 17 de diciembre. «Me sentí obligado a acudir a la entrevista con L’Equipe para no dejar tirado al periodista, pero mantuve distancia social y mascarilla todo el tiempo, excepto durante las fotografías. Al regresar a casa me aislé y reflexioné. Cometí un error de juicio y admito que tuve que posponer la cita», aclara sobre la entrevista que se celebró el 18 de diciembre cuando se sentía «asintomático».
De acuerdo con sus documentos médicos, Djokovic dio positivo en COVID-19 el 16 de diciembre, pasó las fiestas navideñas en Belgrado -de acuerdo con sus redes sociales- y viajó a España, donde entrenó en unas instalaciones en Sotogrande (Cádiz) para tomar un avión desde Málaga hacia Sídney que hizo tránsito en Dubái, según el Comité Olímpico serbio.
Unas horas antes de que el tenista publicara su comunicado, la primera ministra serbia, Ana Brnabic, decía en una entrevista a la BBC que si se confirmaba que había salido de casa sabiendo que era positivo en PCR, habría una «clara violación» de las reglas de su país: «Si eres positivo, tienes que estar aislado». En ese momento, dijo, ella desconocía cómo se habían desencadenado los hechos y era obligación de Djokovic dar explicaciones. Y, de confirmarse, afirmó que tendría que consultar con «las autoridades pertinentes y los médicos que están a cargo de implementar estas regulaciones».
El mismo martes, Brnabic había hablado con su homólogo australiano, Scott Morrison, y en una nota del Ejecutivo serbio se explicaba que le había pedido «hacer todo lo que se pueda para que Djokovic tenga un trato humano y digno en Australia durante todo el tiempo de su estancia». Así, el esclarecimiento de nuevos datos sobre los movimientos de Djokovic siendo positivo y su declaración de entrada a Australia han podido virar la posición del Gobierno del país natal del tenista.
El tenista serbio fue trasladado el jueves al Hotel Park de la ciudad de Melbourne, que también aloja a un grupo de solicitantes de asilo que han sido detenidos por las autoridades de inmigración, después de que fuera entrevistado durante más de ocho horas por las autoridades fronterizas por no cumplir con los requisitos impuestos por la COVID-19. “No hay casos especiales. Las reglas son las reglas”, dijo el primer ministro australiano, Scott Morrison, al explicar en una rueda de prensa en Camberra que los viajeros que entran a Australia requieren tener la pauta completa de la vacuna contra la COVID-19 o una exención médica. El juez consideró que el interrogatorio ni la cancelación de la visa del serbio «no eran razonables».
Rafael Nadal se refirió así a la situación de Djokovic. “No es bueno para nadie lo que está sucediendo. Me sabe mal por él pero Novak sabía las condiciones de antemano”, dijo, tras su partido de segunda ronda del Open de Australia. Este lunes, una vez que se conoció la decisión de la Justicia, Nadal dijo en Onda Cero que «la justicia ha hablado y (Djokovic) tiene el derecho a participar», para reconocer que «es mucho mejor cuando los mejores pueden estar jugando porque generan más interés».
Además, añadió: «Cada uno tiene que ser libre de tomar decisiones pero cada decisión lleva sus consecuencias. Yo sé de tenis, de otras cosas sé menos e intento escuchar a las personas que saben de cada materia».
La organización del torneo había establecido la vacunación completa como requisito para participar en él. Sin embargo, dos excepciones muy diferentes han abierto un debate sobre estas medidas y cómo se aplican. Mientras la tenista rusa Nata Vikhlyantseva no participará por estar vacunada con Sputnik, el serbio Novak Djokovic –número 1 del mundo– ha recibido una exención para estar presente pese a negarse a vacunarse, algo que finalmente han hecho compañeros como el griego Tsitsipas.
Djokovic “es libre de salir” del país, dice Australia
Mientras tanto, en Serbia, la familia de Djokovic ha atendido a los medios para comentar la situación del tenista, en declaraciones que recoge ESPN Tenis. Srdjan Djokovic ha considerado que “están pisoteando a Novak y, por tanto, al pueblo serbio. Es un prisionero”. El hermano del tenista, Djordje Djokovic, ha insistido en que el número uno del mundo “no es un criminal”, mientras que Dijana Djokovic, madre de Novak, ha denunciado que el trato que está recibiendo “no es humano”. Según Dijana, Novak Djokovic está alojado “en un hotel pequeño para refugiados, con bichos, está sucio, la comida es pésima y no le dan la oportunidad de mudarse a una casa que ya está alquilada”.
Srdjan Djokovic ha ido más lejos y ha comparado a su hijo con Jesucristo “a quien crucificaron”, además de definirle como “el Espartaco del nuevo mundo”. “Es una lucha política que no tiene nada que ver con el deporte”, añadió.
La reacción ante el caso Djokovic ha llevado a la ministra australiana de Interior, Karen Andrews, ha recordar que “El señor Djokovic no está cautivo en Australia, es libre de salir [del país] en cualquier momento en que decida hacerlo y la Fuerza de Fronteras, de seguro, se lo facilitará”. Andrews ha realizado estas declaraciones a la cadena pública australiana ABC después de que el Ministerio serbio de Exteriores presentara una protesta formal ante el embajador de Australia en Serbia, Daniel Emery, por el “trato indecente” al tenista, recoge Efe.
En Instagram, Djokovic ha publicado el siguiente mensaje: “Gracias a todos por vuestro continuo apoyo. Puedo sentirlo y lo aprecio enormemente”.
Según Our World in Data, en Serbia el 48,19% de la población ha recibido, a 1 de enero de 2022, al menos una dosis de vacuna. El 46,76% de la población ha recibido ya la pauta completa.
En el circuito femenino se espera el progreso de la campeona del US Open, Emma Raducanu, quien se retiró del torneo de preparación de Melbourne al no encontrarse físicamente en las mejores condiciones tras pasar recientemente el COVID-19.
Cómo avanza el fútbol ante la sexta ola
La primera jornada de liga de 2022 se disputó el pasado fin de semana con normalidad pese a los cuestionamientos previos por parte de entrenadores que veían cómo sus plantillas se veían mermadas por brotes tanto en sus primeros equipos como en sus filiales. LaLiga no quiere cancelaciones como en marzo de 2020, por lo que establece un mínimo de 13 jugadores disponibles, cinco de ellos de la primera plantilla. La última jornada de Primera se disputó con más de un centenar de bajas.
Grandes brotes en equipos como Real Madrid, FC Barcelona, Rayo Vallecano o Real Sociedad provocaron una actualización de las medidas por parte de la organización. Además de los habituales test PCR semanales, los equipos tendrán que realizar 60 test de antígenos diarios, antes de los entrenamientos, a jugadores y cuerpo técnico, con el objetivo de detectar a gran velocidad los positivos para facilitar aislamientos rápidos.
En enero, la situación no parece cambiar. En las últimas horas, el FC Barcelona anunció los positivos en COVID-19 de la ganadora del Balón de Oro y la segunda mejor posicionada en este galardón, Alexia Putellas y Jenni Hermoso. Se unen así a sus compañeros del equipo masculino: Pedri, Ferrán Torres, Dembélé, Gavi, Coutinho o Dest entre otros.

El brote en el FC Barcelona recuerda al que sufrió el Real Madrid en la jornada anterior al parón de Navidad, al que más tarde se sumaron otros futbolistas. Algunos de los nombres afectados son Asensio, Marcelo, Bale, Rodrygo, Valverde, Modric, Courtois o Vinicius. Rayo Vallecano o Real Sociedad también han visto muy mermada sus plantillas en las dos últimas jornadas de competición.
En las próximas fechas se conocerá también la situación de los equipos participantes en la próxima Supercopa de España que se disputará en Arabia Saudí del 12 al 16 de enero con Athletic, Atlético de Madrid, FC Barcelona y Real Madrid en la pelea por el primer título.
Leo Messi, aislado en Argentina por COVID-19
La situación de la liga española es similar a la que vive la Premier League inglesa, muy afectada por la expansión de Ómicron en sus jornadas más populares, las disputadas en Navidad con el conocido Boxing Day. El Tottenham hizo saltar las alarmas al ser eliminado de la UEFA Conference League por no tener suficientes jugadores, ni siquiera en su filial, y equipos como el Liverpool tuvieron que aplazar estas jornadas.
La Bundesliga alemana es la primera que ha dado marcha atrás en cuanto al aforo de los estadios, que desde la Eurocopa de junio fue regresando poco a poco a la normalidad. En algunos estadios de la región de Baviera los partidos se han disputado a puerta cerrada, incluído el Bayern Múnich – FC Barcelona en la última jornada de la primera fase de la Champions League.
Otro nombre propio en este goteo de contagios es el del futbolista argentino Leo Messi, ahora en el PSG. El delantero no podrá regresar a Francia hasta que dé un negativo en PCR después de contagiarse durante sus vacaciones de Navidad en Rosario, su ciudad natal.
El baloncesto, muy perjudicado
La liga masculina de baloncesto organizada por la ACB, la Liga Endesa, se vio obligada a aplazar varios partidos en la previa navideña, como el Barcelona – BAXI Manresa. Entre las jornadas 15 y 16 fueron pospuestos cuatro encuentros por culpa de brotes importantes como el sufrido por el Real Madrid, quien tuvo en cuarentena entre otros a Llull, Hurtel, Taylor o el propio entrenador, Pablo Laso.
En cuanto a la liga femenina, la Federación de Baloncesto actualizó hace una semana una ampliación del protocolo de las competiciones federativas que durará al menos hasta el próximo 27 de febrero. En él, establece la obligatoriedad de test de antígenos a toda la plantilla el día de inicio de entrenamientos previos a la jornada posterior a Navidad. Una vez arrancada la competición, un test de antígenos 72 horas antes de cada encuentro.
La ACB estudia pedir el pasaporte COVID para entrar a los pabellones, una medida que ya se aplica en algunas regiones. Baleares, por ejemplo, amplió al ámbito deportivo su reclamación. Medida que también toma el País Vasco, en este caso en eventos que se celebren en interiores.
La liga norteamericana de baloncesto, NBA, ha sido otra de las grandes perjudicadas por el COVID-19 en las últimas fechas, con decenas de jugadores aislados en la última quincena, entre ellos grandes estrellas de este deporte como James Harden, Antetokounmpo o Westbrook. Con nueve partidos pospuestos antes de fin de año, Nets y Lakers han sido dos de los aspirantes al título afectados por estos contagios.
Otros deportes, pendientes de la evolución del COVID-19
La virulencia de la COVID-19 en esta ola se manifiesta en todo el entramado del deporte mundial, poniendo en duda la puesta en marcha con normalidad de grandes eventos como el Open de Australia, el Rally Dakar, la Copa África de fútbol o los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín, las fechas más próximas en el calendario, así como los mundiales de motociclismo o Fórmula 1 que comenzarán más adelante.
Hasta la fecha, los organizadores siguen adelante con el calendario, a la espera de posibles cambios en normativas o protocolos en función de cómo avance la pandemia en las próximas fechas. Estos son los cuatro grandes eventos en las semanas iniciales del año:
- Rally Dakar, del 1 al 14 de enero.
- Europeo de balonmano (Hungría y Eslovaquia), del 13 al 30 de enero.
- Copa África de fútbol (Camerún), del 9 de enero al 6 de febrero.
- Juegos Olímpicos de Invierno (Pekín), del 4 al 20 de febrero.