El porcentaje de gas natural ruso importado por España se ha incrementado desde 2018, año en el que se inició la diversificación del origen de esta materia prima sumando las aportaciones de este país y comenzó una cierta dependencia energética. Hasta entonces, el gas que procedía de Rusia era nulo, y Argelia era el principal proveedor, aportando más de la mitad del gas traído a territorio nacional –el 51,3%, según datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores)–.
En 2018, sin embargo, se produce un cambio de tendencia. Ese momento marca un punto de inflexión en la política energética española, que diversifica sus fuentes de aprovisionamiento de gas y reduce la dependencia argelina para comenzar a elevar la rusa y la estadounidense.
En estos momentos, Estados Unidos es el mayor exportador de gas natural a España y proporciona un 32,9% del total de este recurso frente al 24,6% de Argelia, de acuerdo con las cifras de enero a julio de Cores.
España aumenta la dependencia de gas natural ruso y estadounidense frente a Argelia
Argelia ha sido el principal proveedor de gas de España desde 2004, primer año del que Cores tiene registros. No obstante, la dependencia energética española del país africano ha descendido y, de suponer en torno a la mitad del gas natural recibido en España entre 2013 y 2018, Argelia ha pasado a proporcionar un cuarto de este recurso –24,6% en 2022–.
La caída de las importaciones argelinas comienza en 2015, aunque sigue aportando más de la mitad del gas natural a España hasta 2018. A partir de entonces, tanto el gas ruso como el de Estados Unidos aumentan su peso en las importaciones.
Según Beatriz Muñoz Delgado, profesora de Historia Económica en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), el suministro de gas natural en España “ha estado bastante diversificado”. Apunta a la ley de hidrocarburos de 1998 como base del cambio en los proveedores para evitar la dependencia completa de España del gas de otro país.
En concreto, la norma establece que “los comercializadores de gas natural deberán diversificar sus aprovisionamientos cuando (...) la proporción de los provenientes de un mismo país sea superior al 60%”. “Esta restricción política establece un techo al máximo de importaciones que podemos recibir de un importador”, explica la docente.
La importación de gas ruso comienza con un acuerdo comercial con una empresa de Siberia en 2018
Pese a que Rusia “no es un proveedor natural de España” ni tampoco lo es Estados Unidos, que se encuentra “en la otra punta del Atlántico”, como indica Muñoz, desde 2018 han pasado a aportar una parte relevante del gas que llega al país, situándose la suma de ambos países en torno al 44% del total de las importaciones de gas natural de enero a julio de 2022, lo que para la docente responde a “una cuestión geopolítica”.
De acuerdo con Antoni Cunyat, profesor de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y de la Universidad de Valencia, este cambio se produjo al llegar a un acuerdo “con la empresa rusa de gas Yamal para importar gas licuado”. Aunque hasta entonces el principal proveedor de España había sido Argelia “por proximidad geográfica”, como señala Cunyat, la necesidad de diversificar las fuentes llevó a España a virar hacia otras fuentes de aprovisionamiento, según confirma la Asociación Española del Gas (Sedigas).
Si bien la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha conllevado que Europa llame a reducir la dependencia energética de este país, Enrique San Martín González, profesor del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), indica que, cuando se firmó el contrato de suministro a largo plazo con Rusia, se veía al país euroasiático “como un productor más fiable que Argelia, cuyo sector energético estaba necesitado de una reforma muy importante”.
La dependencia energética de España más allá del gas natural ruso
El gas no es el único recurso energético que Rusia proporciona a España y que va en aumento en los últimos años. Es el caso también del petróleo y del carbón, como destaca Muñoz, según cálculos propios de la docente con datos de la base de datos Comtrade de Naciones Unidas.
De hecho, la dependencia de España va más allá del gas natural ruso y alcanza al carbón y al petróleo. En concreto, Rusia aportó casi un cuarto del carbón en 2021 y cerca de un 11% del petróleo importado al país según las cifras proporcionadas por la profesora de la UAM.
Además, el número de materiales nucleares, entre los que se encuentra el uranio enriquecido, también se elevó en 2021, aunque solo hasta el 0,4%. Aun así, esta cifra puede verse alterada por el país registrado como origen último del material, según precisó la Secretaría de Estado de Comercio a Newtral.es. “El uranio enriquecido suele ser objeto de una transformación –está en forma de gas y debe ser convertido en sólido– antes de ser importado y esto se hace en dos plantas: una en Reino Unido y otra en Estados Unidos”, explicaron.
- Datos de importaciones de gas natural de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores)
- Beatriz Muñoz Delgado, profesora de Historia Económica en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM)
- Ley 34/1998, de 7 de octubre, del sector de hidrocarburos
- Antoni Cunyat, profesor de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y de la Universidad de Valencia
- Departamento de Comunicación de la Asociación Española del Gas (Sedigas)
- Nota de prensa del 20 de abril de 2022 de la Comisión Europea sobre la reducción de la dependencia de combustibles fósiles
- Enrique San Martín González, profesor del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED)
- Base de datos Comtrade de Naciones Unidas