Las elecciones midterms de 2022 se resolvieron de forma casi definitiva este lunes con un resultado mejor de lo esperado para los demócratas. El partido del presidente Joe Biden llegaba a noviembre con la expectativa de perder terreno en varios frentes, pero los votantes sorprendieron en las urnas. Solo un puñado de victorias más habrían certificado un resultado soberbio para los demócratas, pero la Cámara de Representantes se les ha acabado resistiendo.
El lunes, los medios declararon a la demócrata Katie Hobbs como ganadora de la carrera a gobernadora de Arizona. Su victoria significó la derrota de Kari Lake, una de las estrellas pro-Donald Trump más mediáticas de estos comicios de medio mandato. Con Lake quedaron también enterradas las posibilidades del ala extremista de los republicanos en los estados más competitivos del país.
Como explicábamos en Newtral la semana pasada, las midterms fueron una derrota para Trump, mientras que los demócratas dependían de lo que terminara pasando con el Senado. Tras este fin de semana, el partido de Biden ha conseguido mantener el control de la cámara alta y podría sumar un escaño más del que tienen ahora si el reverendo Raphael Warnock gana en la segunda vuelta de Georgia.
En la cámara baja, los republicanos solo habrán ganado unos pocos escaños cuando todos los votos se hayan contado. Y esa no es solo una pésima noticia para los republicanos dadas las expectativas preelectorales, lo es porque los precedentes en las elecciones de medio mandato suelen augurar un gran desempeño para el partido que está en la oposición.
- Bill Clinton sufrió la Revolución Republicana de 1994 en sus primeras elecciones de medio mandato. Los republicanos arrebataron 54 escaños a los demócratas.
- George W. Bush adoleció de una baja popularidad por la guerra de Irak y su partido se dejó 31 escaños contra los demócratas en las midterms de 2006.
- Barack Obama vio cómo los republicanos destruyeron la mayoría demócrata con la conquista de 63 escaños en 2010.
- Donald Trump padeció la misma suerte en 2018, cuando a los demócratas les arrebataron 41 escaños y la mayoría a los republicanos.
Arizona, la joya de la corona demócrata en las ‘midterms’
En estas midterms de 2022, Arizona ilustraba mejor que el resto de estados la batalla entre el establishment de los demócratas y el ala extremista pro-Trump de los republicanos. Los negacionistas de las elecciones de 2020, que consideran a Biden un presidente ilegítimo, perdieron en todas las disputas ejecutivas salvo quizá una, la del fiscal general que todavía está demasiado ajustada como para dar un ganador.
- En la carrera a gobernadora, Lake perdió contra la demócrata Katie Hobbs pese a haberse convertido en una estrella en apenas unos meses de campaña.
- Y en la carrera a la secretaría de estado, un cargo ejecutivo que supervisa elecciones, el republicano Mark Finchem se quedó a más de 120.000 votos del demócrata Adrian Fontes.
Esas derrotas son relevantes porque candidatos como Lake han puesto en duda el proceso electoral con acusaciones infundadas de fraude a gran escala. En las elecciones presidenciales de 2024, políticos como Lake podrían haber usado sus cargos para revertir los resultados legítimos de unas elecciones que no den como resultado lo que ellos quieren. Y eso habría peligrado con desatar una crisis constitucional en Arizona, uno de entre varios estados competitivos que podrían decidir quién se lleva la presidencia dentro de dos años.
La historia de Arizona se ha repetido en otros estados competitivos donde más negacionistas de las elecciones de 2020 han perdido. Todos ellos tenían el apoyo de Trump:
- En Nevada, perdió el candidato a la secretaría de estado Jim Marchant.
- En Michigan, la candidata a la secretaría de estado Kristina Karamo.
- En Wisconsin, el candidato a gobernador Tim Michels.
- Y en Pennsylvania, el candidato a gobernador Doug Mastriano.
Pero ninguna de esas derrotas es tan trascendental como la de Lake en Arizona. La candidata republicana se había convertido en uno de los rostros más conocidos del negacionismo electoral. Sus entrevistas pregonando mentiras al respecto tenían un alcance solo a la altura de Trump. Y su estrellato se había traducido en protagonismo constante en Fox News y otros medios de la derecha. Pero todo ese aura de ganadora se desmontó este lunes, peligrando con arrastrar a Trump con ella.
Un Capitolio dividido
Otra historia de estas midterms de 2022 es lo cerca que se han quedado los demócratas de mantener el control de la Cámara de Representantes. En los días previos a las elecciones, los principales analistas preveían que el partido de Biden perdería más de 20 escaños. El partido de la oposición va encaminado a lograr una mayoría de 220-222 republicanos contra 213-215 demócratas, una victoria de poco menos de 10 escaños.
- La mayoría de la cámara baja está en 218, lo que significa que los republicanos tendrán poco margen de maniobra para conseguir la presidencia ahora en manos de la demócrata Nancy Pelosi.
- Con la presidencia, los republicanos podrán controlar la agenda legislativa, dificultando que los demócratas de Biden puedan proponer a voto sus proyectos de ley.
- La gran incógnita está en las alas moderada y extremista del partido republicano, que podrían forzar una crisis de liderazgo y abrir un hueco para que los demócratas busquen aliados moderados para elegir un presidente de cámara centrista.
Pero esa opción de un presidente centrista para la Cámara de Representantes parece más un sueño de los medios (y de los demócratas) que una posibilidad real. Los próximos días prometen definir mejor si el republicano Kevin McCarthy tiene los apoyos suficientes como para liderar la cámara baja.
- Gran parte del poder para decidir el futuro de McCarthy recaerá en el Freedom Caucus, un grupo de congresistas ultraconservadores que ya han forzado concesiones del establishment del partido en el pasado.
- Que la mayoría republicana sea tan breve ofrece oportunidades para que las distintas facciones del partido busquen el mejor acuerdo posible.
- Y quien salga victorioso de esas negociaciones promete tener mejores opciones de definir el futuro de un partido cuyo pulso ha sido llevado casi enteramente por Trump en los últimos años.
El Senado, la mayor victoria de Biden
Pero ninguna victoria de estas midterms de 2022 se ha celebrado más en la Casa Blanca que la del Senado. Con las victorias en Pennsylvania, Nevada y Arizona, los demócratas mantienen el control de una cámara que será clave para los próximos dos años de Biden. Principalmente, por dos factores:
- Poder seguir confirmando jueces progresistas que reduzcan el peso ideológico conservador con el que Trump y los republicanos impregnaron las cortes federales del país durante la presidencia del primero.
- Poder seguir confirmando a miembros del gabinete de Biden y de otros puestos de agencias federales y embajadas estadounidenses.
La victoria en escaños como los de Pennsylvania, Nevada y Arizona también permite a los demócratas mirar con más optimismo a 2024. Ese año, se juegan numerosos escaños vulnerables en la cámara alta.
- Incluso antes de estas midterms, la previsión era que los demócratas tendrían pocas opciones de mantener la mayoría en el Senado en 2024.
- Ese año, un tercio de la cámara alta se pondrá en juego y los demócratas deberán defender escaños en varios estados competitivos y conservadores.
En solo una semana, los demócratas han asegurado el Senado, han perdido menos de lo esperado en la cámara baja y han eliminado del panorama político más inmediato a algunos de los políticos más extremistas del país. Ahora, todos los focos están en Mar-a-Lago, donde Trump tiene previsto anunciar una nueva candidatura a la presidencia. Aunque vistos los resultados de estas midterms de 2022, muchos demócratas quizá reciban la noticia con entusiasmo.
Más detallado no pudo ser. Excelente.