Los delitos de sedición y de rebelión tipificados en España y comparados con los que contemplan las legislaciones de otros países de Europa vuelven a estar en el punto de mira de la polémica política. Desde el PP argumentan que el desacuerdo ante una posible renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se debe a la posibilidad de que el Gobierno de Pedro Sánchez ponga en marcha la reforma de estos delitos.
Aunque el debate que se dio en el pleno del Congreso de los Diputados el jueves 28 de octubre era sobre los Presupuestos Generales del Estado para 2023, la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, recordó en una de sus intervenciones que “hay otro tipo de debates en los que el presidente del Gobierno ha sido muy claro, como la situación de convivencia en Cataluña, donde ha trasladado siempre con mucha claridad la voluntad del Gobierno de homologar, de acuerdo con los estándares europeos, la calificación de determinados delitos en nuestro país” (página 15 del diario de sesiones).
Tras estas palabras, el Partido Popular publicó un comunicado en el que decían que no iba a haber un acuerdo con el PSOE para la renovación del Consejo General del Poder Judicial, ya que no conocían que “en la agenda del Gobierno estuviera la reforma del Código Penal para rebajar las penas del delito de sedición”. Algo que para los populares no es compatible con el acuerdo de renovación del órgano judicial.
Al contrario de lo que sucede con el de sedición, el delito de rebelión en Europa, o en el contexto europeo más cercano a España, es más homologable al que contempla el Código Penal de nuestro país.
Las diferencias entre el delito de sedición y rebelión
Mientras que el delito de sedición en Europa tiene penas inferiores a las de España, el delito de rebelión es más equiparable según los distintos códigos penales. La diferencia entre los dos tipos de delitos, como explica Miguel Ángel Cano, profesor titular de Derecho Penal y Criminología en la Universidad de Granada, es que “el delito de rebelión es ir en contra del orden constitucional y el de sedición tiene que ver con el orden público. Por ello están en lugares distintos dentro del Código Penal, y el de rebelión tiene más similitudes en países de Europa”.
El delito de rebelión (artículos del 472 al 484 del Código Penal) está pensado para casos en los que el alzamiento vaya en contra del orden constitucional, como, por ejemplo, tratar de derogar la Constitución, impedir la celebración de elecciones, tratar de sustituir el Gobierno… “Y utiliza conceptos bélicos ya que requiere de violencia”, como explica Cano. Las penas en España van desde los cinco a diez años para los participantes, hasta los 15 o 25 años para los que organizan el golpe.
Tanto Cano como Norberto J. De la Mata, catedrático de Derecho Penal de la Universidad del País Vasco, coinciden en que un ejemplo del delito de rebelión en España fue el levantamiento del 23 de febrero de 1981. “El delito de rebelión está pensado para esos casos”, afirma Cano.
Además, para el experto, todos los acontecimientos del procés estaban englobados dentro del delito de sedición “ya que tuvieron lugar incluso antes de saber qué salió en el referéndum ilegal celebrado en Cataluña, por lo que fueron más de desorden público que contra la Constitución”.
De hecho, Cano recuerda que el delito de sedición podría aplicarse a, por ejemplo, un desahucio en el que se concentra una multitud para frenarlo, ya que “es una alteración del orden público”, pero nunca el delito de rebelión. Y señala, al igual que De La Mata, que ambos delitos “requieren de una actualización para hacer frente a las realidades políticas actuales de España”.
El delito de rebelión en Europa: las penas no difieren mucho entre los países
Frente a lo que sucedía con el delito de sedición, el delito de rebelión en Europa tiene penas muy similares entre los diferentes países consultados, aunque la tipificación del delito depende de la trayectoria histórica de cada uno, como explica Enrique López, abogado penalista.
Como ejemplo de un país de Europa, el delito de rebelión en Alemania está regulado en el artículo 81 de su Código Penal y se conoce como el delito de “alta traición”. Según la norma, los que cometen “atentados contra la Constitución alemana” tendrían que hacer frente a una pena de cadena perpetua, que según explica Cano, “son 15 años con opción a revisión una vez pasan”. “Esto convierte a la pena española en una de las más duras de Europa para el delito de rebelión”, afirma.
En el caso francés hay niveles dentro del propio delito de rebelión. La pena no es la misma si se comete un atentado por parte de una autoridad pública que un movimiento insurreccional, como comparte López y como recoge su Código Penal en el artículo 412.
- Atentado: penado con hasta 30 años de prisión, que se convierten en el máximo de cadena perpetua para el caso de que sea cometido por autoridad pública.
- Complot: resolución tomada entre varias personas para cometer un atentado, o sea, atentar con violencia contra la República. Este delito se castiga con hasta diez años de prisión, incrementado el límite hasta 20 años cuando se comete por autoridad pública.
- Movimiento insurreccional: cualquier violencia colectiva que pueda poner en peligro las instituciones de la República o violar la integridad del territorio nacional. El delito se puede castigar con hasta cadena perpetua en el caso de liderar u organizar este movimiento.
Otros países de Europa: Italia y Bélgica
Tal y como explica López, para los italianos “los años 60 y 70 quedan dominados por la guerra contra la mafia por un lado y, por el otro, por atentados terroristas dirigidos tanto por la extrema derecha como la izquierda, a subvertir el orden constitucional”.
Es por ello que el delito de rebelión en este país de Europa tiene que ver con menoscabar la independencia o la unidad del Estado. Según el artículo 241 de su Código Penal, este delito tiene penas de al menos 12 años.
Por último, “aunque Bélgica no se haya enfrentado tradicionalmente a golpes militares sí ha tenido que hacer frente a la división entre flamencos y valones”, explica López. Así, el delito de rebelión belga está recogido en su artículo 104 y “castiga el intento de destruir o cambiar la forma del gobierno o el orden de sucesión al trono, o hacer que los ciudadanos o los habitantes tomen las armas contra la autoridad real, las cámaras legislativas o cualquiera de ellas”, afirma López. Está penado con penas de prisión de 20 hasta 30 años.
- Diario de sesiones del 28/10/2022
- Comunicado del PP sobre el CGPJ
- Código Penal español
- Código Penal alemán
- Código Penal francés
- Código Penal italiano
- Código Penal belga
- Miguel Ángel Cano, profesor titular de Derecho Penal y Criminología en la Universidad de Granada
- Norberto J. De la Mata, catedrático de Derecho Penal de la Universidad del País Vasco
- Enrique López, abogado penalista
Edtoy de acuerdo em que los acontecimientos del Proces tienen que ver con in delito contra la unidad territorial del Estado, empleando la violencia en las calles.
El enfoque como delito de sedicion es erroneo
Como se castiga atentar contra la integridad del Estado?
Si nos acercamos a la constitución con ojos abiertos y mente limpia de prejuicios, y tenemos en cuenta el concepto de interpretación que plasma el Código Civil, convertido a la sazón en principio del derecho, y a la organización del Estado plasmada en nuestra actual Constitución, no tenemos más remedio que establecer que los hechos fundamentales acaecidos en Cataluña, se trataron claramente de delitos contra la Constitución, hechos constitutivos del delito de rebelión, tipificado en los artículos 472 a 484.
ARTÍCULO 472 CP. -
Son reyes del delito de rebelión los que se alzaren violenta y públicamente para cualquiera de las siguientes multas:
1. Derogar, suspender o modificar total o parcialmente la Constitución.
5. Declarar la independencia de una parte del territorio nacional.
7. Sustraer cualquier clase de fuerza armada a la obediencia del Gobierno.