Circula un vídeo de la Fundació CATALUÑA ESTAT que explica “para qué sirven los impuestos” de los catalanes en el que se afirma que el déficit fiscal de Cataluña es de 16.000 millones de euros, una de las cifras que más utilizan los partidos independentistas para demostrar el desequilibrio que existe entre la aportación de Cataluña y la inversión que recibe. Sin embargo, hay varias formas de calcular esta diferencia y los expertos no coinciden en cuál es la más adecuada. Te lo explicamos.
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La definición de balanza fiscal
Uno de los pocos consensos que existen en torno a este tema es la definición de balanza fiscal: en el caso de Cataluña, se trata de la diferencia entre el gasto que el Estado hace en la comunidad autónoma y los ingresos fiscales que obtiene de ella; es decir, entre lo que recibe del Estado y lo que paga. Si el saldo es positivo, habrá superávit fiscal y si es negativo, déficit fiscal.
Para calcularlo, existen dos métodos: el de flujo monetario y el de carga-beneficio. El primero computa como gasto solo el que se hace de forma efectiva en el territorio en cuestión, mientras que el segundo considera como gastos del territorio todos los que generan algún tipo de beneficio para la ciudadanía de la región, al margen de que se hayan efectuado allí.
Albert Carreras, catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y exsecretario de Economía y Finanzas de la Generalitat, señala que los dos métodos son válidos, pero que responden a preguntas diferentes. El grupo de trabajo de la Generalitat argumentó lo mismo en su informe de 2011 (en la página 14).
Dos métodos: flujo monetario o carga-beneficio
Por ejemplo, en el método del flujo monetario solo se incluyen los cuarteles que están en Cataluña y no se imputan los gastos de Defensa para operaciones que se desarrollan fuera del territorio catalán, explica Núria Bosch, catedrática de Economía Pública de la Universidad de Barcelona y miembro del grupo de trabajo del Ministerio de Hacienda en 2005 y del comité de expertos de la Generalitat para calcular las balanzas fiscales.
En este ejemplo, el Batallón de la UME ubicado en Zaragoza tiene asignado Cataluña como zona de actuación; en 2019, la UME participó en la extinción del incendio forestal de Torre del Español, en la provincia de Tarragona, con efectivos procedentes de Zaragoza y de Valencia.
En cualquier caso, la balanza fiscal de Cataluña después de la neutralización (ahora entraremos en ello) siempre es negativa, pero cada método arroja resultados distintos.
La neutralización de las cuentas
Además de las dos formas de calcular la balanza fiscal, se puede aplicar una neutralización a los cálculos, que consiste en imputar a las comunidades autónomas el déficit (o superávit) de la Administración General del Estado. En realidad, los expertos no coinciden en si es pertinente o no hacer este ajuste porque, por un lado, se trata de un gasto que no es real, pero por otro, el déficit del Estado, tarde o temprano se tiene que pagar.
Sin embargo, los expertos no coinciden en la validez de este método. Mientras algunos explican que si no se neutraliza la balanza fiscal, “se podría dar la paradoja que todas las comunidades tuvieran superávit si el déficit fuera muy alto” y esto sería “una situación irreal”, como señala Núria Bosch, catedrática de Economía Pública de la Universidad de Barcelona, otros consideran que es “una suposición” que no se puede “vender como una realidad”, en palabras del catedrático de Economía Financiera Joaquim Vergés.
El catedrático en Economía Guillem López-Casasnovas también afirma en un artículo en El País que no neutralizar “no es una opción” porque “no hacerlo supone que el déficit no se cubre” y Enric Casulleras, doctor en Política Económica y profesor de la Universitat de Vic, añade en un correo electrónico a Verificat que hay que tener en cuenta que “el pago de la deuda y de los intereses recae de manera más relevante en las zonas que aportan más recursos de los que reciben”.
En cualquier caso, cuando se presenta una balanza fiscal es importante aclarar si está neutralizada o no.
Los famosos 16.000 millones
La cifra de los 16.000 millones de déficit fiscal de Cataluña sale de los cálculos que hace la Generalitat a través del método de flujo monetario después de la neutralización. En los últimos 15 años, el dato ha fluctuado entre los 13.000 y los 17.000 millones. De hecho, en sus notas de prensa y resúmenes, la Generalitat tiende a destacar la cifra de flujo monetario.
Sin embargo, el cálculo de carga-beneficio da una cifra inferior; en los últimos 15 años, la cifra ha oscilado entre los 9.000 millones y los 12.500 millones de déficit según los cálculos de la Generalitat.
Este método fue, de hecho, el que empleó el Gobierno español para calcular las Cuentas Públicas Territorializadas (equivalentes a las balanzas fiscales) de 2011 a 2014. En el último año con datos de Hacienda, el déficit fiscal de Cataluña era de 4.046 millones de euros sin neutralizar y de 9.892 millones después de neutralizar (en las páginas 12 y 13 del informe).
Ángel de la Fuente, uno de los responsables de las balanzas fiscales del Ministerio, argumentaba en un artículo que el método del flujo monetario genera una estimación de déficit “más abultada” porque Cataluña es una región con pocas instalaciones militares y muy escasos organismos de la Administración central y se mostraba partidario de “repartir los costes comunes entre todas las regiones”.
En esta línea, Joaquim Vergés argumenta a Verificat que “hay un retorno inevitablemente indirecto que son los servicios que no están descentralizados” y que no quedan incluidos en el flujo monetario, que asume que los servicios estatales no tienen incidencia en Cataluña.
Quién da y quién recibe
“El debate de las balanzas fiscales es político, no técnico”, escribió el catedrático de Economía de la UPF Guillem López-Casasnovas en un artículo publicado en El País. Pero la gran mayoría de los cálculos coinciden en que Cataluña aporta más de lo que recibe. De hecho, esto no es de extrañar, ya que los expertos señalan que los territorios más ricos y con una mayor renta per cápita tienden a tener déficit fiscal fruto de la redistribución de los recursos. Esto mismo lo reconoce la nota de prensa sobre las Cuentas Públicas Territorializadas de 2013, publicada por el Ministerio de Hacienda en agosto de 2016: “El saldo fiscal tiende a empeorar según aumenta la renta per cápita”.
Además, la propia Constitución Española reconoce en su artículo 138 que el Estado debe garantizar el principio de solidaridad y velar “por el establecimiento de un equilibrio económico, adecuado y justo entre las diversas partes del territorio español”.
En el vídeo que nos habéis mandado también se afirma que, per cápita, Cataluña es la tercera comunidad que más aporta y la undécima que más recibe. Estos rankings los encontramos, por ejemplo, en los datos de gastos e ingresos de 2014 del Sistema de Cuentas Públicas Territorializadas (SCPT).
- En los ingresos del Estado (el dinero aportado por las comunidades), Cataluña se encontraba en tercera posición, con 9.360 euros por persona.
- En cambio, en el capítulo de gastos (del Estado en cada autonomía), Cataluña recibía 8.822 euros, situándose en undécima posición.
Otra cosa distinta es la liquidación del sistema de financiación autonómico, los ingresos propios del Estado que destina a las diferentes autonomías. En este caso las diferencias en ambos rankings son muy parecidas: en 2018, Cataluña se mantenía como tercer territorio que más ingresos tributarios por habitante aporta y el décimo en recursos obtenidos. Esta situación ya se había dado en los siete años previos (2017, 2016, 2015, 2014, 2013, 2012 y 2011).
¿Por qué nunca cuadran las cuentas?
Hay que tener en cuenta que, de igual forma que el PIB, el cálculo del déficit fiscal no es exacto, sino que se basa en aproximaciones a través de variables, según cuenta Núria Bosch a Verificat. La propia Generalitat detalla en los anexos de sus informe lo que tiene en cuenta para hacer los cálculos.
Para 2014, el último año en que el gobierno central presentó las cuentas, la cifra de la Generalitat fue de 11.590 millones de euros, 1.698 millones más que la calculada por el Ministerio.
Por lo tanto, en 2014, el Gobierno del PP reconoció que había un déficit fiscal con Cataluña de 4.000 millones sin neutralizar y de casi 10.000 millones neutralizando.
Fuentes:
- Albert Carreras, catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad Pompeu Fabra (UPF)
- Metodología y cálculo de la balanza fiscal de Cataluña con el sector público central en 2011 (Generalitat de Cataluña, 2011)
- Núria Bosch, catedrática de Economía Pública de la Universidad de Barcelona
- Enric Casulleras, doctor en Política Económica
- Els resultats de la balança fiscal de Catalunya amb el sector públic central dels anys 2015 i 2016: Una anàlisi retrospectiva (Generalitat de Cataluña)
- Informe del Sistema de Cuentas Públicas territorializadas 2014 (Ministerio de Hacienda)
Este artículo es fruto de la colaboración entre Newtral y Verificat.
