Lorca, cómo ha cambiado la vida tras 10 años del terremoto

Consuelo. Monumento a las víctimas del Terremoto
Tiempo de lectura: 12 min

Cuando ocurre un terremoto, lo que más llama la atención es el sonido. Un ruido sordo que emerge de las profundidades de la tierra y que acompaña al movimiento. Eran las 17:05 de la tarde del 11 de mayo de 2011 en la ciudad de Lorca (Murcia) cuando el suelo tembló por primera vez. Sin embargo, nadie podía imaginar que lo peor estuviera aún por suceder. Caían las 18:47 cuando la tierra volvió a moverse. Pero esta vez, la intensidad fue mucho mayor, asolando la ciudad y sumiéndola en las ruinas.

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Han pasado 10 años desde lo ocurrido, pero en Lorca las huellas del seísmo aún pueden verse entre sus calles y gentes. En Newtral.es hemos hablado con algunas de las personas que lo experimentaron y nos cuentan cómo el terremoto sigue latente en sus vidas una década después.

Amor Hernández: la llamada que lo cambió todo

Cuando Amor Hernández sintió que la tierra se movía, a ella ya la habían “desahuciado de la vida”. A sus 44 años, Amor dependía de una diálisis para seguir viviendo, mientras esperaba el día en el que pudieran realizarle el doble trasplante que necesitaba. “Estaba muriéndome”, cuenta Amor, y es que los médicos ya habían sentenciado su final. “O aparece el trasplante o no tienes más de dos o tres semanas”, le dijeron. 

Entonces Lorca tembló y todo su mundo se vino abajo. La mañana siguiente amaneció sin apenas haber conciliado el sueño, pero con una nueva noticia en la radio: había fallecido la novena víctima del terremoto. Poco después, y sin siquiera imaginarlo, llegó la llamada que tanto tiempo llevaba esperando, la llamada de su vida. “Amor, que lo hemos encontrado”, dijeron tras la línea.

La llamada era del hospital y es que había un donante compatible para su trasplante. Entre lágrimas de emoción se trasladaron allí. Lo que Amor no sabía cuándo cruzó las puertas del quirófano es que los órganos que le iban a salvar la vida pertenecían a la última víctima del terremoto, cuya familia había decidido donarlos.

Durante el tiempo que pasó Amor entre pruebas y operaciones, sus familiares aguardaban en la sala de espera. Mientras, iban llegando al hospital decenas de lorquinos heridos por el terremoto. Entre ellos se encontraba Mari López, la herida más grave del seísmo. La única persona a la que le tuvieron que amputar una pierna.

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Iglesia de Santiago 2011-2021 | Imagen de la izquierda Wikimedia Commons, derecha Newtral.es

Mari López: “No cerré los ojos hasta que me anestesiaron para operarme”

Cuando Lorca se movió, Mari López llevaba poco más de un año viviendo en la ciudad. Barcelonesa y peluquera, el terremoto de Lorca le pilló trabajando. Ante el temblor y la incertidumbre, salió a la calle y una vez fuera, Mari cayó al suelo. Fue en ese momento en el que una de las cornisas del edificio, de 19 metros, se desprendió sobre su pierna.

Poco después, la furgoneta de un supermercado la recogió y la llevó al hospital. En ese momento, Mari López, de 36 años y con dos niños pequeños, tenía claro que quería vivir. Su único pensamiento era “no cierres los ojos porque a lo mejor no los vuelves a abrir”. Cuando llegaron al centro, pronto le anunciaron que tendrían que amputarle la pierna, a lo que ella contestó que le amputasen lo que quisieran, pero que ella se quería quedar. “No cerré los ojos hasta que me anestesiaron para operarme”, apunta.

Edicificio colapsado en el Barrio de La Viña 2011-2021| Imagen de la izquierda María José Fotógrafo, derecha Newtral.es

Francisco Jódar: la del terremoto de Lorca “fue la noche más larga”

Francisco Jódar, alcalde de Lorca en 2011, vivió el terremoto en el Ayuntamiento. “Fue como si hubiera estallado una bomba atómica”, recuerda. Los cristales explotaron y tuvo que agarrarse a la mesa para no caer. Tras ello, salió del ayuntamiento y la estampa le asoló. “Las calles estaban impracticables, los cascotes y escombros por los suelos y la gente llorando”.

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Entre 30.000 y 40.000 personas se agolpaban en las calles tras el seísmo, recuerda Jódar, “la gente me preguntaba qué había pasado y había que responderles con una seguridad que yo no tenía”. Fue entonces, entre la total incertidumbre, cuando decidió que había que empezar a actuar. Lo primero que se hizo fue movilizar a la ciudadanía hacia espacios abiertos, sin edificios alrededor, ante el temor “de una posible réplica”. Las gentes se congregaron en las calles sin mantas, agua, ni comida.

Esa fue la que Jódar acuña como “la noche más larga”. El tiempo pasaba, el alba comenzaba a asomarse y un nuevo miedo apareció. “Yo temía que llegara el día siguiente, pues la gente me iba a preguntar si podía volver a sus casas”, cuenta Jódar. Esa noche el alcalde no durmió, como tampoco lo hizo en las dos siguientes. “Pasé tres noches trabajando incesantemente, sin una cabezada, hasta que ya no pude más” explica.

Aquel 11 de mayo de 2011, dos terremotos asolaron Lorca. El último, de magnitud 5,2 en la escala de Richter causó más de 300 heridos, y se llevó consigo la vida de nueve lorquinos. El impacto del seísmo hizo que el 85% de los inmuebles se vieran afectados, de los cuales, 260 edificios, que comprendían 1.260 viviendas, fueron declarados en ruina. 

Francisco Jódar (en el centro) en el monasterio de las clarisas | Imagen cedida por María José Fotógrafo

Amor Hernández: “El trasplante me dio una oportunidad de seguir viviendo”

Tras 14 horas de operación, Amor Hernández volvía a la vida con un nuevo páncreas y riñón. “No nos creíamos lo que había sucedido, pensábamos que era un sueño”, narra. No obstante, cuando le dijeron que los órganos que llevaba en su vientre eran de una de las fallecidas de los terremotos, se sintió muy culpable. “Cada vez que me miraba al espejo pensaba que aquella mujer era la que tenía que estar viva y yo la que tenía que estar muerta”, relata.

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Poco a poco se fue recuperando y dejó de depender de una máquina para vivir. “El trasplante me dio una oportunidad de seguir viviendo”, afirma. Pero, a pesar de ello, Amor nunca quiso ensalzar que “estaba viva gracias al terremoto”, pues la culpabilidad la arrollaba. 

La familia de la víctima le siguió la pista a Amor y la hermana de la fallecida quiso conocerla. El día del encuentro lloraron juntas, se abrazaron y Amor le dio las gracias. La hermana de la víctima le contestó que, a partir de ese momento, “ella era una parte más de su familia”. 

Amor Hernández |Imagen cedida por ella

Mari López: “Ves tantas cosas en el hospital que solo das las gracias por estar viva”

Tras su intervención, Mari pasó dos meses y un día en el hospital y su recuperación fue muy complicada. En un principio, no sabía si iba a poder volver a caminar, pues desconocía cómo podría hacerlo sin una pierna. 

Perder una pierna le supuso un cambio no solo a nivel personal, sino también emocional y familiar. Sin embargo, siempre fue muy optimista. De hecho, la primera vez que se miró en un espejo tras la intervención, le dijo a sus familiares que le llevaran el maquillaje, que ella se quería ver bien. “Ves tantas cosas en un hospital que cuando sales solo das las gracias por estar viva”, narra.

Tras el terremoto de Lorca, Mari se quedó sin trabajo, con una pierna amputada y dos niños pequeños. Su marido, quien se convirtió en “sus pies y sus manos”, tuvo que dejar también de trabajar para cuidar de sus hijos y de su casa.

Fue gracias a la ayuda solidaria de particulares la que les permitió salir adelante pues, además de reformar su vivienda, también tuvieron que adaptarla a su nueva situación. “El proceso ha sido muy difícil, pero cuando vuelves a la vida, como yo, tienes dos opciones, o lamentarte o decir ‘he vuelto a nacer’”.

Mari López |Imagen cedida por ella

Francisco Jódar: “No me podía permitir que la gente me viera llorar”

A la mañana siguiente del terremoto, ya se había conformado un equipo de 150 expertos para inspeccionar el estado de los edificios. Tal y como recoge el informe Lorca Resiliente, tras el terremoto, más de 20.000 viviendas no pudieron ser habitadas. Para Jódar, era doloroso ver su ciudad sumida en las ruinas y cuenta que, en varias ocasiones, tuvo que esconderse para que no le vieran llorar. “No me podía permitir que la gente me viera llorar, pues tenía que dar una sensación de seguridad, pero hubo varias veces en las que no lo pude remediar”.

Una vez se tuvo constancia del estado real de la ciudad tras el seísmo, era el momento de iniciar el proceso de reparación y reconstrucción de Lorca. Pedro García, presidente de la Federación de Vecinos de Lorca, explica que uno de los principales problemas a los que se enfrentaron los lorquinos tras el terremoto fue el retraso en la llegada de las ayudas públicas. En este sentido, Jódar establece que “la legislación vigente no sirve para situaciones como esta”, pues considera que la burocracia hace “excesivamente lento” el dotar a la gente de medios para la reconstrucción y rehabilitación de las casas.

Visita de los Reyes a Lorca tras el terremoto | Imagen cedida por María José Fotógrafo

Amor Hernández: “Tras el trasplante yo solo quería vivir, pero la vida me la ha devuelto”

Tras el terremoto y el trasplante, Amor solo quería volver a vivir la vida de forma independiente. Su intención era “vivir más y aprovechar el momento”. Sin embargo, 4 años después, otra enfermedad volvió a truncar su camino. “La vida me lo devolvió”, narra, “como las olas cuando embisten contra las rocas”. A partir de ese momento, comenzó a encerrarse en su casa y a no salir. 

Han pasado 10 años y a Amor aún se le empañan los ojos al recordar lo sucedido. “Aquí llevo las dos reliquias”, dice señalándose el vientre. Para ella, el terremoto dejó dos tipos de grietas: unas en forma de cicatriz y otras en el alma. Cada vez que ve sus cicatrices, ve las grietas que le dejó el terremoto. “Cada vez que me miro, recuerdo lo que pasó”.

Amor Hernández |Imagen cedida por ella

Mari López: “Para mí, todos los días son 11 de mayo”

A día de hoy, Mari López no ha recibido ningún tipo de indemnización de carácter público. Este año le ha llegado denegada la solicitud de ayudas por parte del Tribunal Supremo de Madrid. Esto quiere decir que no tiene derecho a cobrar nada por los daños físicos que le causó el terremoto. “Igual que se han recibido ayudas por los daños en las viviendas, mi daño es físico”, explica.

Tras 10 años, todo sigue siendo muy complicado para ella. Ahora ya puede caminar, pero en ocasiones, tiene cojera y, a veces, le salen úlceras por la prótesis. Cuando le pasa esto último, tiene que estar sentada en una silla de ruedas. “Si me quito la pierna, no puedo caminar”.

Cada mañana, al ponerse la prótesis, Mari se acuerda del terremoto. “Perdí mi pierna ese día y no la voy a recuperar”, afirma. El terremoto le dejó un recuerdo que lleva grabado en su cuerpo. Cada 11 de mayo, a Mari le felicitan y le llevan una tarta. Ese día celebra su segundo cumpleaños, porque, como dice, ese día volvió a nacer. “Tengo 46 años y este año cumplo 10”, cuenta sonriendo. Para Mari “todos los días son 11 de mayo” y todos los días da gracias a la vida por estar aquí.

Mari López con su nueva prótesis| Imagen cedida por Taruga Creaciones

Diego José Mateos: “más del 90% de Lorca está reconstruida”

Este año se cumplen 10 desde que Lorca quedó sumida en las ruinas. En la actualidad, más del 90% de la ciudad ha sido reconstruida y rehabilitada, tal y como afirma el actual alcalde de Lorca, Diego José Mateos. “Se trata de un porcentaje altísimo, rozando el 100%”.

Pese al avance de la ciudad, aún quedan algunas cuestiones pendientes, como es la reparación de ciertos barrios y calles que están aún en proceso de rehabilitación y mejora. Por otra parte, el Banco Europeo de Inversiones ha concedido a la Comunidad Autónoma una prórroga del préstamo concedido para finalizar regeneración urbana de Lorca y la fecha de expiración de esta moratoria es a finales del 2023. Ante ello, la pregunta que surge es ¿estará Lorca terminada para esa fecha? “Tiene que estarlo”, afirma Mateos. “Es necesario dar carpetazo ya al terremoto”.

Han pasado 10 años desde aquel 11 de mayo de 2011. La ciudad se ha reconstruido y sus gentes han aprendido a vivir con lo que sucedió. Con motivo del décimo aniversario del terremoto, en Lorca se van a llevar a cabo diversos eventos, pero Diego José Mateos recalca que “no es para celebrar, sino para recordar lo que sucedió”.

El terremoto ha marcado de por vida a todos los ciudadanos. “Diez años después, cuando pasa un camión y tiembla el suelo, un lorquino sigue poniéndose en guardia”, expresa Francisco Jódar. Y es que, desde aquel día y para siempre, todos los que vivieron ese terremoto, siguen sobrecogiéndose cada vez que la tierra se mueve.

Consuelo. Monumento a las víctimas del terremoto de Lorca | Newtral.es

20 Comentarios

  • Me gustaría saber el resultado final de las "ayudas" a los habitantes.
    Valcarcel llegó a decir que: "pasado el verano Lorca estaría como antes del terremoto" (vaya cachondo este Valcarcel, no dijo de que año). ¿Se sabe cuanta ayuda y cuando se la dieron a los vecinos?, ¿La tuvieron que devolver?, ¿Se preocupó el Rey después de sacarse la foto con los vecinos de cómo se iba resolviendo la reconstrucción y las "ayudas" a los afectados?
    ¿Cómo y dónde fueron realojados los afectados? ¿Se buscaron la vida en tiendas de campaña o similares?
    Recientemente he escuchado que bastante gente ha tenido que pedir un préstamo para devolver las "ayudas" prestadas por no tener facturas de los gastos de la rehabilitación o reconstrucción ¿Es cierto?
    ¿Pueden estar seguros los afectos de La Palma que las ayudas son veraces, rápidas y sin afecciones a posteriori?

  • Vuelvo a intervenir para agradecer su actuación a un colectivo cuya colaboración fué crucial , el cuerpo de arquitectos, todos los lorquinos sabemos que esas señalizaciones rojas y verdes que aún nos recuerdan en el estado que estaban nuestras viviendas eran fruto de su trabajo desinteresado e incansable que realizaron horas y horas, inspeccionando nuestros hogares, sin pensar que en cualquier momento podrían desumbarse sobre sus cabezas. Se jugaron su vida. Muchas gracias "valientes".
    Ya ves Rocío, la cantidad de de sentimientos y recuerdos que has despertado en nosotros. Enhorabuena.

  • Me parece un reportaje magnífico desarrollado con una visión muy interesante.

  • Me ha parecido muy bueno el reportaje. Los testimonios prestados son un ejemplo de cómo no solo se produjeron daños estructurales sino también personales que a día de hoy repercuten en el día a día de los habitantes de Lorca

  • Gracias Rocío, has realizado un gran artículo y gracias a todos aquellos que mostraron su solidaridad ese 11M y los días que le precedieron.
    Gracias a todas las fuerzas de orden público, a la UME, a Protección Civil, a las ONGs, a todos los ciudadanos de a pie que consolaban a cualquiera que alzaba la mirada empañada en lágrimas hacia su edificio señalado con un punto rojo y sobre todo, gracias a mis alumnos de Educación Especial, por hacer que olvidara mi trágica vivencia y mis miedos para hacerme cargo de los suyos y mostrar un autocontrol absoluto.
    Gracias a nuestros mayores, que gran lección nos dieron, qué fortaleza mostraron, saliendo de sus casas, ayudados por sus familiares o amigos.
    Y unas gracias enormes al chico que en la rambla del barrio de La Viña done se encontraban un gran número de vecinos , subió a su casa con el riesgo consecuente y bajó sillas para los mayores y merienda para todos, que gran detalle.
    Jamás olvidaré el paseo diario pasando por los escombros de la llamada zona 0 hasta llegar a mi colegio y cambiar el rictus para que nuestros alumnos desdramatizaran la situación y que se sintieran protegidos cuando las emociones afloraban y las lagrimas aparecían. Entonces les preguntaba, a los podían responder ¿ que ha pasado, que habéis notado con el terremoto? y vibraban y se tambaleaban hasta que se tiraban al suelo entonces todos reíamos y nos abrazábamos. Ellos necesitaban comentarlo, al igual que nosotros.
    Aún recuerdo como si fuera ayer las caras de los vecinos esperando subir al elevador que les llevaría a su ruinosa casa para aprovechar en el tiempo que les habían asignado y recoger lo que ellos estimaban que era más necesario. Qué difícil decisión. Algunos no pudieron rescatar ni un solo objeto ni una foto de recuerdo.
    Parece que fue ayer cuando muy temprano me aparecía en aquel barrio derruido en Diciembre de 2011 ese árbol de Navidad abriendo las calles, diáfanas con los edificios ya derribados. Qué paradoja
    Y muchas gracias a todos y cada un de los que ha contribuido en mayor o menor mediada a esa reconstrucción tan maravillosa.
    Hoy en ese Décimo Aniversario Lorca luce preciosa y deslumbrante casi reconstruida en su totalidad.
    Gracias a todos esos familiares y amigos que nos ayudaron a sobrellevarlo de la mejor manera posible.
    Ha sido mi experiencia.
    Que no vuelva a pasar.

    • Gracias a ti que con tu tu mirada siempre dispuesta a ver lo bueno, compartes tu experiencia... experiencia que estoy segura, más de uno ha hecho suya

  • MUCHISIMAS GRACIAS POR COMPARTIR, POR DIFUNDIR y por explicarlo tan cercanamente...

  • Es un escrito muy bien redactado, enternecedor, real y sobre todo muy emotivo. Felicidades Rocío.

  • Emotivo y esclarecedor articulo... Muy bien escrito. Impresionante lo vivido. Animo y Gracias por compartirlo.

  • Excelente artículo de hondo calado emocional y muy bien contado. Aunque no soy de Lorca las lágrimas han brotado desde mi corazón. He podido evocar el momento y el lugar en el que estaba cuando oí la noticia en la tele, también las personas con las que estaba y el sonido de las sirenas de las ambulancias que iban por la autopista en dirección a Lorca.Los sentimientos de horror y angustia se sucedían ante las noticias que nos daban.. ! Buen trabajo Rocío! Gracias a tu pluma he podido saber el proceso de protagonistas de esa tragedia y cómo va el asunto de la restauración. Gracias

  • Muy emotivo!!!
    Lo cierto es que dejó muchas cicatrices ???pero Lorca es una ciudad fuerte!!!

  • Emocionante crónica de la tragedia vivida por el pueblo de Lorca. Enhorabuena

  • Rocío Sánchez, una periodista de raza. A través del relato de algunos protagonistas de la catástrofe de Lorca te hace comprender la tragedia universal que son los terremotos y que el sufrimiento no termina cuando la tierra deja de temblar, que las secuelas, cuando menos las emocionales, nos acompañan a lo largo de toda nuestra vida.

    Lo dicho: una periodista de raza.

  • Gracias Rocío, por contarnos estos testimonios, del terremoto de Lorca, y darnos a conocer como la ciudad se ha levantado curando sus heridas visibles y las más importantes que son las que no se ven y sufren la gente que le tocó perder todo.
    Ánimo y hacia adelante

  • Excelente relato ,desde el lado más humano, de una tragedia. Gracias Rocío

  • Precioso relato contado desde la experiencia de los que fueron protagonistas.
    Como unos segundos pueden cambiarte la vida.
    Enhorabuena por el artículo.

  • Artículo concienzudo que refleja muy bien los sentimientos de los lorquinos ,cómo impactó , y como todavía se recuerda

  • Sin desmerecer el artículo, el repor del trasplante me parece un canto a la vida dentro de la desgracia de aquel día, que poco se ha tenido en cuenta en este X Aniversario a todos los que sin ser de Lorca estuvimos allí desde el minuto 0, ayudando.
    Forme parte de la dotación de la primera Ambulancia que llegó a Lorca.
    Por delante muchas horas de dolor, de rabia y de miedo junto a nuestros vecinos.
    Algunos aún sentimos miedo cuando se producen pequeños temblores en la zona recordando aquellos 8 o 10 segundos terroríficos.
    Los gritos, las lágrimas, las sirenas como canción de cuna de la ciudad...
    Ojalá que nunca vuelva a repetirse.

  • Que buen artículo !!!. Y cómo me ha removido esa “mezcla” de tantos recuerdos terribles con alguno de esperanza!!!. Yo no vivo en Lorca pero nací allí y la llevo en mi corazón y tengo que decir que la última vez que fui, “Lorca está preciosa “ y muy renovada pero... aún así... el recuerdo de aquellos días quedará siempre.
    Enhorabuena a la escritora por tan brillante artículo.