“Dar a Rusia donde más le duele”, según la Comisión Europea, es el objetivo de las sanciones económicas que Occidente está poniendo al Kremlin como respuesta a la invasión rusa de Ucrania. Ocho meses después del inicio de la ofensiva, la escalada y la tensión bélica continúan con nuevos ataques rusos a varias ciudades ucranianas –entre ellas Kiev, la capital- tras la destrucción del puente de Kerch. En paralelo, se sigue engrosando la lista de sanciones económicas que están provocando una contracción de la economía Rusia, según los datos del Consejo Europeo.
A 12 de octubre, Rusia acumula 11.700 sanciones, la mayoría de ellas procedentes de Estados Unidos, Canadá, Suiza, el Reino Unido y la Unión Europea, de acuerdo con los datos de Castellum.ai, una entidad que recoge sanciones a nivel global. De las 11.700, cerca de 2.600 son previas al 22 de febrero, y cuyo origen se remonta a la anexión de Crimea de 2014. El 22 de febrero de este año, Estados Unidos y otros países aliados empezaron a imponer nuevas sanciones por el reconocimiento por parte de Rusia de las regiones Donetsk y Lugansk como “repúblicas independientes” el día 21, antesala de la invasión.
Desde febrero de 2022, el Consejo Europeo ha adoptado ocho paquetes de sanciones contra Rusia y Bielorrusia, según los datos recogidos en su web. “Las sanciones tienen por objeto debilitar la capacidad de Rusia para financiar la guerra y se dirigen específicamente contra las élites política, militar y económica responsables de la invasión”, detalla el Consejo.
A día de hoy, Rusia es el país más sancionado del mundo, superando con creces a Irán, Siria o Corea del Norte. “Occidente esperaba convertir a Rusia en un paria económico mundial”, señala el think tank estadounidense Atlantic Council.
Las sanciones económicas hacen daño, pero “no tanto como el esperado”
Las sanciones económicas pretenden “dar a Rusia donde más le duele, con un impacto máximo en la élite política rusa”, según la Comisión. Los tipos de sanciones son muy variados: financieras, de bienes y servicios, de importaciones y exportaciones de gas y petróleo, material de defensa, servicios de transporte y cierre del espacio aéreo, entre otros, además de sanciones a más de 1.000 oligarcas rusos. Como consecuencia de estas, las previsiones del Banco Mundial señalan una caída del -4,5% del crecimiento anual del PIB de Rusia en 2022, lejos de los valores estimados para el resto de Europa y Asia central, para los que se estima un crecimiento del 4,1% en 2022.
Si bien es cierto que la crisis energética está contrayendo la economía a nivel mundial, Rusia ha experimentado una fuerte caída de las importaciones y de los ingresos reales. Según el informe, se espera que el crecimiento a medio y largo plazo sea muy bajo. No obstante, las sanciones están teniendo “efectos económicos menos graves a corto plazo que lo esperado”, según la publicación del Banco Mundial.
Las medidas restrictivas de la UE afectan a la importación y exportación de materias de Rusia como el oro, el acero, el vodka, el hierro, o combustibles fósiles como el carbón y el petróleo. También se han restringido las exportaciones a Rusia de refinados del petróleo, de industrias de la aviación, marítima y espacial, bienes de defensa o productos de lujo. Incluso se ha prohibido entrar en la UE a los transportistas por carretera rusos y bielorrusos, de acuerdo con el Consejo.
Las previsiones del Banco Mundial también incluyen los efectos de las sanciones que entrarán en vigor en el segundo semestre de 2022 y 2023. Entre las últimas medidas restrictivas adoptadas por la UE, destaca la limitación de precios del transporte marítimo de petróleo ruso a terceros países; inclusiones en la lista de artículos restringidos que pueden contribuir a la mejora militar y tecnológica de Rusia; restricciones adicionales al comercio y los servicios con Rusia, y la inclusión de 30 personas y siete entidades a la lista de sancionados.
La inflación se sitúa por encima de la registrada en la Unión Europea
Andrei Belousov, viceprimer ministro de Rusia, aseguró a finales de agosto que la inflación del país alcanzará entre el 12% y el 13% en 2022, según recoge Reuters. Las estimaciones, así pues, son más optimistas que las predicciones de “un colapso” de Rusia debido a las sanciones económicas. No obstante, los datos provisionales del Banco Mundial estiman que Rusia cerrará el año con una inflación del 13,9%, lejos del 8,1% que se prevé para la zona euro, de acuerdo con las predicciones del Banco Central Europeo.
“La caída del rublo hizo que la inflación se disparara al 17,8% anual en mayo”, destaca el informe del Banco Mundial, aunque “el cierre de la cuenta de capital, combinado con los elevados precios de las materias primas, hizo que se recuperasen las pérdidas”. Rusia también obtuvo respaldo de las ventas de combustibles fósiles a Europa, China, India, Turquía y otras regiones.
Por otro lado, las empresas rusas también se han visto afectadas por las sanciones económicas, según los datos de MOEX, el principal índice bursátil de Rusia. Este se desplomó casi un 12% tras los bombardeos en varias ciudades de Ucrania, y en la actualidad muestra los valores más bajos desde el inicio de la invasión.
En 2023, se espera que los datos de la economía de Rusia se contaigan nuevamente por las sanciones económicas y el contexto de la guerra. A pesar de que las políticas de emergencia rusas han evitado el colapso económico, “se espera que los efectos de las sanciones se agraven con el tiempo”, destaca la organización internacional.
- Sanciones contra Rusia aplicadas por la UE en respuesta a la invasión de Ucrania, Comisión Europea
- Repercusiones de las sanciones para la economía rusa, Consejo Europeo
- Castellum.ai
- Monitor de sanciones a Rusia, Correctiv.org
- Atlantic Council
- Europe and Central Asia Economic Update, Banco Mundial
- Banco Central Europeo
- Reuters