Cumbre de los océanos UNOC3: el último salvavidas de la Tierra

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¿Qué es la Cumbre de los Océanos de Niza y qué temas se tratarán?

La Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3) se celebrará en Niza, Francia, del 9 al 13 de junio de 2025, coorganizada por Francia y Costa Rica. Su objetivo principal es acelerar la acción global para conservar y utilizar de manera sostenible los océanos, en línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 (ODS14) de la ONU . Temas clave de la cumbre: Ratificación de acuerdos internacionales: Impulsar la entrada en vigor del Acuerdo sobre la Biodiversidad Marina en Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional (BBNJ) y otros tratados relevantes para la protección de los océanos . Movilización de financiamiento azul: Promover inversiones significativas en la economía azul y el transporte marítimo sostenible, incluyendo la emisión de bonos azules y la creación de mecanismos financieros innovadores. Fortalecimiento del conocimiento científico: Reforzar y difundir mejor los conocimientos relacionados con las ciencias marinas para mejorar la elaboración de políticas y la toma de decisiones Lucha contra la contaminación marina: Desarrollar estrategias para prevenir y reducir significativamente la contaminación marina de todo tipo, en particular la procedente de actividades terrestres. Adaptación al cambio climático: Abordar los impactos del cambio climático en los océanos, incluyendo el aumento del nivel del mar y la acidificación, y promover la resiliencia de las comunidades costeras.

Clima y océanos

El océano es el gran termostato de la Tierra. Por primera vez, está alcanzando el límite de su capacidad. Entre el 9 y el 13 de junio, la vida en el planeta se la juega una vez más. La III Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (Cumbre de los océanos UNOC3) busca mejorar la protección de los mares, cambiar su modelo de explotación y conservación. Es necesaria una especie de Compromiso de Niza similar a lo que supuso para el clima el Acuerdo de París de 2015 y que marcó la temperatura crítica de la Tierra a no superar. Pero los discursos anticientíficos han llegado a la política y hacen peligrar la implantación para proteger un 30% de las aguas de alta mar.

Cumbre de los océanos: Los deberes inacabados de Lisboa

2022 se saldó con regusto a fracaso. La Cumbre de los Océanos de celebrada entonces en Lisboa no fue capaz de poner de acuerdo a las partes para proteger la alta mar. Pero los aplausos retumbaron en la sede de Naciones Unidas un año después. La declaración unánime de un documento que reforzaba necesidad de adoptar políticas basadas en la ciencia y la innovación para frenar el deterioro del ecosistema marino fue el punto de partida para aprobar el Tratado Global de los Océanos en 2023. Ahora, queda que se ratifique por 60 países. Niza es la oportunidad para sumar aliados. Es cierto que en la Cumbre de los Océanos de Lisboa hubo avances en contaminación por plásticos, aunque fiados a un futuro Tratado Mundial del Plástico. Algo similar a lo ocurrido con la minería submarina, que también tiene su propio foro de debate, recuerda la experta en derecho ambiental Clara Tomé. Lisboa urgió mirar a economías azules (basadas en el mar) sostenibles y resilientes. Sin embargo, como explica la oceanógrafa Anna Cabré (Universidad de Pensilvania), sigue siendo un reto conjugar la protección ambiental y prácticas de explotación marina que son el sustento para comunidades vulnerables, que pueden ver la regulación como una merma a su desarrollo. Terreno sembrado para narrativas negacionistas, conspirativas o retardistas. Un compromiso emblemático fue la meta de proteger al menos el 30% del océano global para 2030, mediante la creación de áreas marinas protegidas con una gestión más eficaz. Esta es una de las claves que, sin embargo, para Cabré, deja abierta una duda “¿Qué 30%? ¿Dónde protegemos, con qué criterios y con qué ambición?” Esto lo proponen los países, recuerda desde Greenpeace Marta Martín-Borregón, quien defiende que esas decisiones se tienen que basar en criterios ecológicos y evidencia científica, no en otros intereses. Una treintena de países pareció tomárselo más en serio en 2022. Es la llamada Coalición de Alta Ambición. Ahí está presente la Unión Europea. Sin embargo, como recuerda Pilar Marcos, también desde Greenpeace, fue de todo menos ambiciosa. A su juicio, se enrocaron en las futuras ganancias económicas de esa economía azul. Hay presiones de la industria química y farmacéutica para seguir explotando recursos marinos y países basados en la economía del petróleo que no quieren ni oír hablar de recortar la producción plástica. Más allá de las promesas, la cumbre dejó en evidencia importantes brechas. Organizaciones como la UICN alertaron sobre el bajo nivel de financiación destinado a la conservación oceánica —apenas un 1,6% de la Ayuda Oficial al Desarrollo— y remarcaron la urgencia de avanzar en ese acuerdo ambicioso para la biodiversidad marina en áreas fuera de jurisdicción nacional (BBNJ). “La economía azul es manifiestamente rentable”, sentencia desde Campaign For Nature Brien O’Donnell. Protección, plásticos y minería marcan la agenda de esta UNOC3, sobre la que sobrevuela el discurso anticonservacionista de EE.UU. “Será el tiempo de los acuerdos entre grupos de países, más que de un único liderazgo”, cree Cabré. No todo está perdido. La presente cumbre UNOC3 es la primera que tiene por escenario un mar tan profundamente herido como paradisíaco. Un Caribe bañando las aguas de Europa y África. La aparentemente idílica imagen se torna en postal de tragedia cuando temporales nunca vistos y olas de calor marinas siembran de muerte costas y fondos del Mediterráneo. Además de uno de los más contaminados del mundo (aunque va por zonas), es el mar que más se calienta del planeta. Sólo en el inicio de este verano, ya está 2ºC por encima de lo que sería normal. “Hemos metido el equivalente en energía a miles de bombas atómicas durante años y ahora lo vemos en los extremos [meteorológicos] de los últimos años”, ejemplifica el físico y analista de datos climáticos Dominic Royé (MBG-CSIC) ¿Un anticipo de lo que le espera a otras regiones? Por lo pronto, las desmesuradas temperaturas alcanzadas en los últimos años ya han sido combustible (que no la única causa) para el peor de sus zarpazos en toda Europa: la trágica riada de octubre de 2024 en Valencia. Es, además, catastrófico para la biodiversidad. Un mar caliente no sólo mata a quien lo habita. Amenaza a quien está cerca. En esta cumbre se hablará, también, de resiliencia y alertas tempranas. Por desgracia, esto nos empieza a sonar cercano. Hay países que llevan años de adelanto en preparación. “El océano (y sus mares) es el que regula el clima terrestre. Yo siempre digo que sin océanos, no tendríamos clima”. Anna Cabré (Universidad de Pensilvania) lo destaca en su doble faceta de investigadora oceánica y cosmología. “El Mediterráneo lo tiene todo”, destaca. Un mar casi cerrado, sometido a una enorme presión humana pero que acusa un ascenso de temperaturas que es global. Diego Kersting (IATS-CSIC) lleva años buceando entre corales del Mediterráneo. Él ha observado cómo los arrecifes que hay junto a las islas Columbretes, frente a la costa de Castelló, han registrado mortalidades alarmantes tras las olas de calor marinas. Acusan también la contaminación por plásticos y microplásticos. Para él –y otras personas expertas–, salvando las distancias, el Mediterráneo «es un laboratorio natural para estudiar impactos del cambio climático en ecosistemas marinos”. Y lanza una advertencia de cara a esta UNOC3. Por su experiencia, a veces no basta con proteger. Las Columbretes son una reserva marina y «vemos degradación incluso en áreas protegidas: es preocupante y deprimente». Los corales con los que ha crecido lo sufren. El problema es global.

Cumbre de los océanos: Diez objetivos y una fecha tope

Estos deberían ser los felices años veinte de los océanos. La presente década fue escogida por UNESCO como la última oportunidad para cumplir con un decálogo de protección oceánica. La UNOC3 puede suponer un impulso o un retroceso en diez objetivos que, según Naciones Unidas, los estados deberían comprometerse a alcanzar para 2030. Este es nuestro UNÓCmetro de cinco de ellos, que iremos actualizando según se adopten compromisos en Niza. 1 Entender y luchar contra la basura marina 2 Aumentar la resiliencia frente a los riesgos marinos y costeros 3 Desbloquear soluciones basadas en el océano para el cambio climático 4 Desarrollar una economía oceánica sostenible, resiliente y equitativa 5 Proteger y restaurar ecosistemas y biodiversidad

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1 Comentarios

  • Buenoas Dias , Han Considerdo Las Consecuencias Climaticas Y Biodiversidad Marina A La Pesca Indiscriminada , Depredando El Pacifico Por Barcos Atuneros De China , Que Invaden Las 200 Millas Marinas ??
    Cual Ha Sido El Compromios Por Parte De La Sra Boluarte Quien Asistio En Dicgha Reunion ?