La IX Cumbre de las Américas, que se celebrará del 6 al 10 de junio en Los Ángeles, llega marcada por la decisión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de excluir a Venezuela, Nicaragua y Cuba por «no respetar la democracia» y las dudas en torno a la participación de varios líderes latinoamericanos, que condicionaron su asistencia a una rectificación de la Casa Blanca.
“La Cumbre de las Américas está marcada por la incertidumbre, es algo nunca visto desde la primera vez que se organizó en 1994. Los tiempos han cambiado mucho desde la primera cumbre oficial en Miami, Estados Unidos, y quizá este no sea el mejor anfitrión”, explica a Newtral.es Jordi Bacaria, editor de la revista especializada en temas internacionales Foreign Affairs Latinoamérica y exdirector del Barcelona Centre for International Affairs (Cidob, por sus siglas en inglés).
En total están invitados 33 líderes de los países de ese continente, pero a 3 de junio de 2022 la Casa Blanca no había divulgado quiénes aceptaron la invitación al encuentro. Los presidentes Alberto Fernández (Argentina), Abdo Benítez (Paraguay), Jair Bolsonaro (Brasil) y Luis Lacalle Pou (Uruguay) han asegurado su presencia. “No es normal que a menos de una semana no haya una lista de países que confirmen su asistencia”, señala a Newtral.es Santiago Cantón, director del Programa de Estado de Derecho de la organización estadounidense Diálogo Interamericano.
Estos hechos hacen que la Cumbre de las Américas esté marcada también por la indiferencia de América Latina hacia Estados Unidos y su liderazgo como potencia, algo que “recuerda a los años de la Guerra Fría en el continente americano”, según expertos consultados por Newtral.es como Matías Bianchi, politólogo y director ejecutivo del centro de pensamiento latinoamericano Asuntos del Sur. En Newtral.es hablamos con expertos para explicar las claves y la dimensión de la IX Cumbre de las Américas.
El rechazo de los líderes latinoamericanos a la exclusión de Nicaragua, Cuba y Venezuela
El subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols, informó el 3 de mayo de 2022 de que Estados Unidos había tomado la decisión de no invitar a la Cumbre de las Américas a los jefes de Estado de Nicaragua, Venezuela y Cuba –Daniel Ortega, Nicolás Maduro y Miguel Díaz Canel, respectivamente– porque no respetan la Carta Democrática de las Américas. Días antes, el 25 de abril de 2022, el Gobierno cubano había denunciado que la Administración Biden lo excluyó de los preparativos de la cumbre.
Tras el anuncio de Nichols, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el primero en reaccionar a la decisión estadounidense, advirtió de que no asistiría a la cumbre si Biden no invitaba a todos los países. A esa postura se sumaron los mandatarios Alberto Fernández (Argentina) –aunque posteriormente confirmó su asistencia–, Luis Arce (Bolivia), Xiomara Castro (Honduras) y los 16 países que integran la Comunidad del Caribe (Caricom), cercana a Venezuela. Chile, por su parte, abogó para que no se excluyera a los tres países con el argumento de que es necesario mantener abierto el diálogo.
Para el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, la decisión de Estados Unidos fue una muestra de discriminación. “Se pretende excluir al pueblo de Venezuela de la mal llamada Cumbre de las Américas, ha habido una gran protesta de más de 25 gobiernos contra el intento de excluir a los pueblos de Cuba, Nicaragua y Venezuela”, dijo Maduro.
Cuba estuvo presente en la Cumbre de las Américas de 2018 en Perú, y Venezuela fue excluida porque Maduro convocó unilateralmente a elecciones presidenciales en abril de ese año. Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, decidió no participar en solidaridad con Maduro.
El boicot a la Cumbre de las Américas y la cumbre alternativa de Venezuela, Nicaragua y Cuba
Sobre la exclusión por parte de Estados Unidos, Santiago Cantón, de Diálogo Interamericano, valora que “está bien” si se toma en cuenta que “la Cumbre se concibió como un club de las democracias de la región”. A diferencia de Miguel Díaz Canel y Nicolás Maduro, que instaron a la Casa Blanca a reconsiderar su decisión, el nicaragüense Daniel Ortega expresó el 18 de mayo de 2022 su desinterés por asistir a la IX Cumbre de las Américas.
Luego, Cuba anunció el 24 de mayo que La Habana se convertiría en la sede de la XXI Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), ideada por el fallecido Hugo Chávez en 2004. Desde ahí los presidentes Miguel Díaz Canel, Luis Arce y Nicolás Maduro, de Cuba, Bolivia y Venezuela, respectivamente, rechazaron el 27 de mayo la marginación de la Casa Blanca. “Si quieren hacer una reunión de amigos, que la hagan, pero no pueden llamarla Cumbre de las Américas”, dijo Arce.
Los expertos en Relaciones Internacionales vieron en la actitud de los miembros de la ALBA un intento de boicot hacia el encuentro continental organizado por Estados Unidos. “Eso fue una distracción a la Cumbre y muestra una especie de renovación de la Guerra Fría porque la región se está volviendo bipolar. Esa cumbre del ALBA fue un boicot a la Cumbre de las Américas”, dijo John Polga, profesor asociado de Ciencias Políticas en la Academia Naval de los Estados Unidos. Esa idea también es compartida por el politólogo Bianchi.
“En 1994 (cuando se organizó la primera Cumbre), Estados Unidos fue el gran triunfador de la Guerra Fría, y la cumbre ocurrió años después del fracaso de la Unión Soviética. Se presentaba el éxito del modelo americano y era una propuesta a América Latina de capitalismo y democracia, pero hoy, 30 años después, la democracia está muy debilitada dentro de Estados Unidos y en los países de todo Occidente”, agregó Bianchi.
Esta contracumbre no es la primera. En 2005 –durante la cuarta edición de la Cumbre de las Américas en Mar del Plata (Argentina) y a la que asistió George W. Bush– el entonces presidente venezolano Hugo Chávez impulsó la tercera Cumbre de los Pueblos en la que además de los mandatarios Néstor Kirchner (Argentina), Lula da Silva (Brasil), Nicanor Duarte Frutos (Paraguay) y Tabaré Vázquez (Uruguay) asistieron líderes políticos y sociales de la izquierda latinoamericana.
El “desinterés latinoamericano” por el liderazgo de Estados Unidos
Según los expertos consultados por Newtral.es, los mandatarios de América Latina están mostrando desinterés por el liderazgo de Estados Unidos. Ha influido, como dice el politólogo Cantón, que Estados Unidos nunca le ha dado a esa región la relevancia que amerita. Además, algunos gobiernos, como el de Venezuela, Cuba y Nicaragua, han mostrado cercanía con Rusia y China. En el caso de Nicaragua, el 10 de diciembre pasado, entabló relaciones con China y rompió con Taiwán, aliado de Estados Unidos.
Pero esa pérdida de liderazgo en la región no es nueva, coinciden especialistas consultados por Newtral.es. Un hecho que destacan los expertos es que durante la última Cumbre de las Américas, celebrada en Perú en 2018, el expresidente Donald Trump decidió no asistir y en su lugar envió al entonces vicepresidente Mike Pence. De acuerdo con un artículo de la BBC, publicado en ese contexto, América fue la región del mundo donde más cayó la imagen de liderazgo de Estados Unidos durante la era Trump.
Daniela Campello, profesora de Política y Relaciones Internacionales en la Fundación Getúlio Vargas, de Río de Janeiro, menciona que China y Rusia son potencias más activas en la región en temas de cooperación económica y militar. “Estados Unidos no quiere que crezca la influencia china, pero no ofrece nada. Estados Unidos se está saliendo de la región, pero América Latina no es una región de política externa para Estados Unidos”, señala Campello. El editor de la revista Foreign Affairs Latinoamérica, Jordi Bacaria, se atreve a decir que ese país de norteamérica también está perdiendo influencia en su socio más cercano, que es México.
La incertidumbre sobre la agenda de la Cumbre de las Américas
La Cumbre de las Américas ideada por Estados Unidos, con Bill Clinton al frente en 1994, pretendía que el continente estableciera el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), un ambicioso acuerdo comercial que debía estar vigente en 2005. Sin embargo, este no logró concretarse, ya que fue rechazado por Argentina, Venezuela, Brasil, Paraguay y Uruguay durante el encuentro continental de 2004 en Argentina.
Hasta ese año hubo una agenda común, por lo que la Cumbre se ha venido degradando, coinciden especialistas, en gran medida con el ascenso al poder de gobiernos de izquierda como Manuel Zelaya, en Honduras en 2006, y Daniel Ortega, en Nicaragua en 2007.
Ahora Estados Unidos se convierte de nuevo en el anfitrión de la cumbre, casi 30 años después, con el lema “Construyendo un futuro sostenible, resiliente y equitativo”, y entre los puntos que se abordarán está la inclusión social, la recuperación económica, el cambio climático, la democracia, mecanismos de negociación y libre mercado. No se incluye la migración, pero los expertos deducen que, lejos de la agenda propuesta, Estados Unidos se centrará en sus problemas internos (migración y narcotráfico) y no en los de América Latina.
“Soy muy crítica sobre la cumbre porque no hay una agenda muy clara. América Latina está desconfiada porque no sabemos cuál es la agenda y adónde vamos con la Cumbre”, dice a Newtral.es Campello. Mientras tanto, Bacaria cree que la agenda es “muy particular” y a la vez “poco atractiva” para una región que enfrenta problemas económicos tras la pandemia de COVID-19. Para él, la indiferencia hacia la cumbre y la poca asistencia de los mandatarios sería un fracaso para Estados Unidos.
- Entrevista con Jordi Bacaria, editor de la revista Foreign Affairs Latinoamérica
- Entrevista con Santiago Cantón, director de Diálogo Interamericano
- Entrevista con Matías Bianchi director ejecutivo de Asuntos del Sur
- Entrevista con John Polga, profesor de la Academia Naval de los Estados Unidos
- Entrevista con Daniela Campello, experta en ciencias políticas, Fundación Getúlio Vargas
- Sitio oficial de la Cumbre de las Américas
- France 24
- Agencia EFE
- TeleSur
- El País
- EuroNews
- Prensa Latina
- The New York Times
- La Vanguardia
- BBC Mundo
- La Prensa Nicaragua