La pregunta del millón para muchas personas es: ¿cómo conseguir una vida social plena? O dicho de otra forma, ¿existe una fórmula sobre cuántos amigos hay que tener para sentirse bien con uno mismo y con los demás? Diferentes investigaciones y estudios han abordado esta cuestión en los últimos años y no hay una respuesta cerrada, pero sí varios estudios que arrojan conclusiones relevantes.
La primera y más importante es que las personas necesitan tener relaciones de amistad, hay que tener amigos, literalmente para vivir, porque carecer de ellas está relacionado con la mortalidad.
Un estudio del Departamento de Psicología de la Universidad Brigham Young (Utah, Estados Unidos) concluyó que la cantidad de amigos a tener y la calidad de estos «están relacionadas no solo con la salud mental, sino también con la morbilidad y la mortalidad«.
En esta investigación se extrajeron datos de los participantes tales como la causa de la muerte, el estado de salud inicial y las condiciones de salud preexistentes para determinar en qué medida las relaciones sociales influyen en el riesgo de mortalidad, qué aspectos de las relaciones sociales son más predictivos y qué factores pueden moderar el riesgo.
La soledad, un riesgo para la salud
Los autores comprobaron que existe una influencia de las relaciones sociales, en cuantos amigos hay que tener, con en el riesgo de mortalidad, que además es comparable con otros factores como pueden ser el tabaquismo y el consumo de alcohol. Además supera la influencia de otros factores también de riesgo, como la inactividad física y la obesidad.
En Estados Unidos, Salud Pública publicó un informe para alertar de que “la soledad y el aislamiento representan amenazas profundas para la salud”.
“La soledad y el aislamiento representan amenazas profundas para nuestra salud y bienestar”, dice el escrito, que aborda el problema de la falta de amigos. “Pero tenemos el poder de responder. Dando pequeños pasos todos los días para fortalecer nuestras relaciones y apoyando a la comunidad en los esfuerzos para reconstruir la conexión social, podemos levantarnos para enfrentarnos a este problema juntos”, relata.
En España este problema cada vez es más agudo. La soledad no deseada se califica ya como una “epidemia silenciosa”. Además del impacto económico, se estima también que la soledad no deseada en el país tuvo una influencia significativa en 848 muertes prematuras el pasado año 2021, y en la pérdida de la buena salud entre la población española mayor de 15 años.
¿Cuántos amigos debes tener? La respuesta es: “diversidad relacional”
Para tener una vida social plena no hace falta hacer de todo con todo el mundo todo el rato. No depende solo de cuántos amigos se pueda tener. De hecho, un estudio de la Universidad de Cincinnati mostró que el 71% de los encuestados que vivían solos y algunos incluso teletrabajando también, no se sentían solos, porque dependían de una red de personas en las que confiaban por completo.
“Nunca me siento solo. Te lo juro. Vivo solo pero no me siento solo” o “supongo que la razón por la que no me siento solo es porque tengo a alguien, hay alguien ahí para mí”, son algunas de las declaraciones de los participantes en este estudio, sobre la relación que puedan tener con sus amigos.
Y aquí entra el siguiente concepto: diversidad relacional. Según este otro estudio reciente, en este caso de la Universidad de Harvard, junto a otras instituciones, cuanta más “diversidad relacional” tiene una persona, mayor es su bienestar.
Esto quiere decir que más allá de la cantidad total de interacción social que tengamos las personas, o con quiénes, es también importante el cómo: qué actividades hacemos, qué experiencias tenemos y qué emociones nos hacen sentir.
Dicho de otra forma, la calidad importa más en este caso que la cantidad.
Además, esto no significa que para tener una vida social plena no se pueda estar solos en algunos momentos. La clave, según Harvard, es encontrar «un equilibrio». De hecho, demasiada interacción social puede ser igualmente agotadora.
Tal y como expone esta otra investigación, en este caso de la Universidad de Kansas, «un aspecto esencial de una vida social bien equilibrada es el tiempo a solas”.
Por ejemplo: echarse una siesta, relajarse, o simplemente estar tranquilo o tranquila. El mismo autor de esta investigación concluyó que las personas necesitamos al menos un par de interacciones “de alta calidad”, lo llama así, cada día. Estas interacciones pueden ir desde conversaciones serias hasta simplemente ponerse al día y bromear.
- Departamento de Psicología de la Universidad Brigham Young (Utah, Estados Unidos)
- Estudio “El coste de la soledad no deseada en España (2021)”
- Informe de Salud Pública (Estados Unidos) – “Nuestra Epidemia de soledad y aislamiento”
- Estudio de la Universidad de Cincinnati (Estados Unidos) – “Vivo solo pero no me siento solo: aislamiento social y soledad desde la perspectiva del paciente”
- Estudio de la Universidad de Harvard – “La diversidad relacional en las carteras sociales predice el bienestar”
- Universidad de Kansas – “Una dieta equilibrada de nutrición social”
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