En un año de crisis montantes, Estados Unidos lidia ahora con otra: la leche de fórmula para bebés lactantes dejó atrás su omnipresencia en las estanterías del país hace semanas. En algunos estados, la leche infantil tiene una escasez cercana al 90%.
La falta de abastecimiento de leche de fórmula responde a factores de sobra conocidos en los tiempos pospandémicos. De un lado, la crisis en la cadena de suministro. De otro, las dificultades para ocupar vacantes en puestos de trabajo esenciales.
Pero esta crisis de leche de fórmula va más allá. Al nuevo paradigma del mercado global cabe sumarle problemas que solo han podido darse en Estados Unidos. Por ejemplo, su marco regulatorio y un proteccionismo exacerbado en la leche infantil en concreto.
La leche de fórmula es además un problema que el partido republicano ha sabido aprovechar bien. Millones de familias dependen de la leche infantil, sea por dificultades de la madre para dar el pecho, una vuelta al entorno laboral temprana o necesidades específicas del bebé.
El desafío que supone para millones de padres encontrar leche de fórmula es por tanto otro quebradero de cabeza para la administración de Biden. La Casa Blanca lleva encadenados ya demasiados inconvenientes políticos de los que no necesariamente tienen toda la culpa. Y las elecciones de medio mandato están a la vuelta de la esquina, poniendo en peligro las iniciativas legislativas futuras del presidente.
Un problema pandémico
Una crisis de leche de fórmula de esta envergadura difícilmente se habría dado sin la Covid-19. La pandemia ha influido en varios frentes:
- La crisis en la cadena de suministro ha desencadenado escasez de algunos ingredientes clave para la producción de leche infantil.
- La falta de personal en puertos, centros de almacenamiento y fábricas, agravada por empleados que se ausentan por contagios, ha ralentizado los ritmos de producción.
- Las familias hicieron acopio de leche de fórmula al inicio de la pandemia. Ante la falta de demanda en 2021, las empresas cortaron su producción y fueron incapaces de responder al repunte de demanda que se empezó a dar entre 2021 y 2022.
- En 2021, creció el número de nacimientos por primera vez desde 2014, poniendo fin a una tendencia decreciente. Los expertos creen que ese aumento se está dando también en esta primera mitad del 2022, lo que ha aumentado todavía más la demanda de leche infantil.
Todos esos factores estaban ya en marcha en el inicio de 2022. Pero el detonante de la crisis de leche de fórmula actual tiene que ver con el cierre de una planta en Michigan.
Una bacteria letal
El pasado febrero, el fabricante de leche de fórmula Abbott Nutrition retiró de las estanterías tres tipos de leche infantil, incluida la muy popular Similac, después de que cinco bebés enfermaran tras consumir productos de la compañía.
- La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) recibió cinco quejas sobre productos que tenían el mismo origen: la planta de Abbott en Sturgis, Michigan.
- Cuatro de las familias notificaron que sus bebés habían sido expuestos a Cronobacter sakazakii. Es una bacteria que puede provocar infecciones e inflamaciones muy peligrosas para los bebés.
- Dos de los pequeños que se infectaron tras consumir leche infantil de Abbott fallecieron por complicaciones relacionadas con la bacteria.
Además de la retirada de productos, desde Abbott se vieron obligados a cerrar la planta de Sturgis después de que la FDA y ellos mismos encontraran presencia de la bacteria en varios puntos diferentes de la planta.
- Esa fábrica en concreto acumula problemas de seguridad e higiene al menos desde 2010. Y según un informante que presentó una queja el año pasado, en los últimos tres años se han producido otras instancias en las que encontraron muestras de la bacteria.
- Tras el cierre, la FDA ha firmado un acuerdo con Abbott para reabrir la planta de Sturgis con las medidas de seguridad suficientes. La reapertura está prevista para este junio y así ayudar a paliar la crisis de leche de fórmula, pero los productos tardarán semanas en llegar a las tiendas.
La crisis de leche infantil reabre un debate
Los problemas de la planta de Abbott ilustran la falta de regulación en la industria. Además, en un tipo de producto dominado por solo cuatro empresas. Abbott, Gerber, Perrigo y Reckitt producen el 90% de la leche de fórmula que se consume en Estados Unidos. A ese dominio se suman otras trabas:
- Los requerimientos de análisis de bacteria están poco definidos a nivel regulatorio. Eso permite que los fabricantes hagan comprobaciones de lotes enormes de sus productos. Pero lo que ahorran en test se paga después con una mayor inseguridad para las familias que consumen esa leche.
- Las inspecciones han sido menos habituales en estos últimos años con motivo de la pandemia. Errores humanos adicionales y posibles carencias burocráticas pueden haber influido, pero están pendientes de investigación.
- Las exigencias regulatorias de la FDA hacen más difícil la importación de leche infantil. Todo y pese a que, muchas veces, productos como los europeos tienen valores nutricionales mejor considerados por los pediatras.
- El proteccionismo comercial del país pone aranceles muy fuertes a la leche de fórmula importada de países europeos y vecinos como Canadá. Y las familias ricas son en repetidas ocasiones las únicas capaces de permitirse comprar al extranjero en crisis de leche de fórmula como la de ahora.
Soluciones para el corto; ¿y para el largo?
La administración de Biden ya se ha puesto manos a la obra para solucionar la crisis de leche de fórmula. Pero sus primeros movimientos son cortoplacistas:
- Invocar la Ley de Producción de Defensa, un texto legislativo aprobado durante la Guerra de Corea. En los últimos años, Trump y Biden la han usado para potenciar la producción de material sanitario y, ahora, leche infantil.
- Lanzar la Operación Volar Fórmula, una iniciativa de importación de leche de fórmula con la que el Departamento de Defensa ya ha fletado varias toneladas de leche infantil desde Europa.
Mientras tanto, millones de familias siguen viendo escasez de leche de fórmula que en estados como Arizona, California o Nevada supera ya el 80%. Y tanto Biden como otros políticos deben pensar en los problemas estructurales que esta crisis ha sacado a la luz, especialmente para los pobres:
- Al depender de programas públicos que en muchos estados solo tienen como contratista a Abbott, la crisis limita todavía más las opciones de leche de fórmula a precio subvencionado.
- A diferencia de las familias ricas, no han tenido recursos para hacer acopio durante la crisis ni para comprar en el mercado negro o conseguir leche materna donada.
- La baja por maternidad no está protegida a nivel federal, con lo que más madres tienen que depender de la leche infantil para alimentar a sus bebés.
Una crisis de leche infantil agravada en redes
La falta de alternativas ha hecho que muchas familias acudan a internet, con los peligros que eso conlleva. Plataformas como Facebook y TikTok están plagadas de consejos virales sobre cómo hacer leche infantil casera o zumo infantil que funcione como sustituto.
- Los pediatras desaconsejan tajantemente seguir esas recomendaciones online, pero las redes sociales han llegado tarde a la hora de frenar la popularidad de publicaciones de ese tipo.
La reapertura de la planta de Sturgis, las soluciones puestas en marcha por Biden y una menor demanda tras estos meses de pánico deberían aliviar el desabastecimiento en los próximos meses. Pero tras el bache, el foco estará puesto en qué debe hacer el país para no volver a este atolladero tan terrorífico para los padres.
- Wired: How to Fix the US baby formula shortage
- NPR: The baby formula shortage is prompting calls to increase support for breastfeeding
- The New York Times: FDA Chief Details ‘Shocking’ Conditions at Baby Formula Plant
- Associated Press: US safety, savings rules set stage for baby formula shortage
- Bloomberg: Why there is a baby formula shortage
- The Atlantic: A Very Expensive, Technically Illegal Workaround to the Formula Shortage
- Fox Business: Baby formula shortage: Out-of-stock rate hits 45% nationwide in May
- CNBC: Judge blocks NY’s bid to shutter NRA, but lawsuit continues
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