África se enfrenta a una “triple” crisis, como lo ha definido el Secretario General de la ONU, António Guterres, que puede provocar más migraciones hacia Europa. A causa de la guerra en Ucrania y sus múltiples consecuencias, el continente afronta una crisis alimentaria, financiera y energética.
“Ahora mismo estamos viendo una situación mucho más desesperada”, alertaba en declaraciones a Euronews la directora científica del centro de investigación NOVAFRICA, Cátia Batista.
En ese sentido, también las autoridades europeas son conscientes de que una crisis sin precedentes en el continente africano desembocará en una mayor presión migratoria.
Sin ir más lejos, en una entrevista en Bloomberg, el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas, advirtió sobre las consecuencias de la crisis en África: que los nuevos flujos de migraciones hacia Europa no iban a ser «tan manejables».
Una preocupación que empiezan a tener países concretos que son puerta de entrada a Europa, como Italia. La ministra del Interior del país, Luciana Lamorgese, advirtió de que están registrando un 30% más de desembarcos. «Si la crisis en África continúa […] debemos esperar mayores flujos de migraciones», insistió en una entrevista en la cadena Sky.
Los datos indicaban hasta el momento que las llegadas irregulares a la UE habían disminuido notablemente desde que alcanzaran su punto más alto en 2015, cuando se superaron el millón de llegadas. En 2022 se han registrado, por el momento, 43.027 llegadas, según los últimos datos del Consejo Europeo, a 17 de junio de 2022.
Uno de los principales motivos que podría provocar nuevas migraciones es la crisis alimentaria. Esta responde a que los países africanos tienen una «fuerte dependencia» de Rusia y Ucrania, como constata el último informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) bajo el título ‘El impacto de la guerra en Ucrania en el desarrollo sostenible en África’.
En 2020, acredita el informe, los países africanos importaron productos agrícolas de Rusia por un valor de 4.000 millones de dólares, de los cuales el 90% era trigo.
En ese sentido, muchas poblaciones de varias regiones del continente dependen exclusivamente, o en su mayoría, de la agricultura. La subida de los precios, detalla el informe, está ahogando a estas poblaciones. La guerra en Ucrania ha provocado un aumento del 21% en el precio de los fertilizantes.
Además, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), se espera que la inflación en la región siga siendo elevada en 2022 y 2023, con un 12,2% y un 9%, respectivamente.
«Sería la primera vez desde 2008 que la inflación media regional alcance niveles tan altos», explican en este informe Abebe Aemro Selassie y Peter Kovacs, director del departamento africano del FMI y economista especializado en el continente, respectivamente.
Mayor riesgo de hambruna extrema
Esto provocará una cadena que aumentará el hambre en África, de las caras más amargas de la crisis que empuja hacia más migraciones fuera de África. Antes de la guerra, las ONG Oxfam Intermón y Save The Children denunciaron que en el continente moría una persona cada 48 segundos a causa de la hambruna.
Según el Programa mundial de Alimentos y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (WFP y FAO, respectivamente), 49 millones de personas en 46 países de todo el mundo podrían estar en riesgo de caer en hambruna o en condiciones similares a la hambruna.
Esto incluye 750.000 personas en condiciones catastróficas, de las cuales 401.000 pertenecen a Etiopía, Afganistán, Somalia, Sudán del Sur y Yemen.
El impacto de la escasez de fertilizantes afectará de lleno a la temporada de siembra y, tal y como alertan desde las Naciones Unidas, sus consecuencias “se sentirán a lo largo del año 2023”.
A esto hay que sumarle la crisis financiera. Más concretamente, el continente se enfrenta a un frenazo en el crecimiento de las exportaciones a terceros países. Las previsiones económicas de las Naciones Unidas vaticinan que podrían reducirse a la mitad: de un 8,3% en 2022, si no hubiese habido guerra, a un 4,1%, que se maneja en este momento.
“La mitad de los países de bajos ingresos de la región ya están en peligro, o en un riesgo alto, de tener grandes dificultades económicas”, insisten de nuevo en su escrito Abebe Aemro Selassie y Peter Kovacs, del FMI.
Por último, si el continente ya vivía una crisis energética, la guerra ha supuesto un duro golpe que puede frenar los pasos que se habían dado estos años en favor de un cambio de modelo.
Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA), en 2021, el 43% de la población de África, alrededor de 600 millones personas, todavía carecían de acceso a la electricidad. De ellos, 590 millones están en el África subsahariana.
Debido a la pandemia, el número de personas sin acceso a electricidad en el África subsahariana aumentó un 4%. Esto supuso, además, un retroceso efectivo en todo lo progresado durante los cinco años anteriores, según la IEA.
COVID-19: miles de muertes y una baja cobertura de vacunación
El continente africano todavía está luchando por dejar atrás lo peor de la pandemia de la COVID-19. Algo que se suma al resto de dificultades económicas, alimentarias y energéticas.
En primer lugar, la región sigue lamentando un alto número de muertes por esta enfermedad, pese a que, poco a poco, se están reduciendo.
Según un estudio publicado en la revista científica The Lancet, del que se ha hecho eco la ONU, se espera que para finales del año 2022 las muertes en el continente por COVID-19 sean alrededor de 23.000. Aunque, sin embargo, no se descarta que con una peor variante se pueda llegar a la cifra de las 70.000.
En todo caso, es una cifra claramente inferior a la del 2021, cuando fallecían un promedio de 970 personas cada día, según la OMS para África. «Este era un precio catastróficamente alto«, aseguró Matshidiso Moeti, Director Regional de la OMS para África.
Por otro lado, el continente todavía tiene una baja tasa de vacunación. Solamente alrededor de un 20% de la población del continente, según los últimos datos de Our World In Data, tiene la pauta completa de vacunación. El porcentaje sube ligeramente hasta el 23% en el caso de las personas parcialmente vacunadas (a falta de completar la pauta).
Es por ese motivo que la OMS en África está centrando sus esfuerzos en vacunar contra la COVID-19 a las personas con mayor riesgo.
- Declaraciones del secretario general de la ONU, Antonio Guterrres.
- Datos de flujos migratorios de África a Europa del Consejo Europeo
- Informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
- Informe del FMI sobre la situación económica de África
- Muertes por hambruna en África de Oxfam Intermón y Save the Children
- Acceso a la electricidad en África de la Agencia Internacional de la Energía (IEA)
- Estudio publicado en la revista científica The Lancet: COVID-19 en África
- Declaraciones a Euronews de la directora científica del centro de investigación NOVAFRICA, Cátia Batista.
- Entrevista en Bloomberg del vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas.
- Entrevista en la cadena Sky de la ministra del Interior de Italia, Luciana Lamorguese
- La OMS para África: muertes por COVID-19 en el continente
- Últimos datos de Our World In Data sobre la vacunación en África
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