Sin engaños en el etiquetado y con ingredientes supervisados: así regula la Unión Europea las cremas solares 

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Protección solar. | Fuente: Shutterstock.
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Las cremas solares también cuentan con reglas y un control de calidad. En la Unión Europea se establecen normas sobre los protectores solares y garantías sobre su seguridad y eficacia que incluyen qué filtros UV pueden usarse, los límites máximos de concentración o cómo debe informarse de los niveles de protección en las etiquetas, entre otros. 

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La ley. El reglamento europeo de productos cosméticos (1223/2009) permite el uso de una lista específica de filtros UV aptos para la piel. Este listado se supervisa por el Comité Científico de Seguridad de los Consumidores (SCCS), que se encarga de estudiar su seguridad. 

  • Los componentes aptos para ser utilizados en los protectores solares son el dióxido de titanio, la avobenzona, o el octinoxato, entre otros. 
  • Cada filtro tiene un límite de concentración bajo el que puede ser utilizado en los protectores solares, algo que figura en el anexo de componentes permitidos dentro del reglamento. 

Las etiquetas. La UE recomienda evitar las afirmaciones como “protección total” o “pantalla total”, ya que ningún producto de protección solar puede filtrar toda la radiación UV y, además, pueden generar una falsa sensación de seguridad o dar la impresión de que los protectores no necesitan ser reaplicados con frecuencia.

  • Los envases deben incluir afirmaciones como que es preferible reaplicar el producto después del contacto con el agua o que no se debe exponer a niños o bebés al sol de manera directa. 

Ninguna crema protege al 100%. En los envases se debe indicar de forma clara el grado de protección que el cosmético en ofrece. Para ello se establece el factor de protección solar, SPF, y el grado de protección, que puede ir desde el 6, pasando por el 20 (protección media), hasta el 50+ (la más elevada). 
El SPF establece el tiempo que se puede estar al sol sin protección antes de sufrir una quemadura. El factor indica la cantidad de tiempo de más que tardará en ponerse la piel enrojecida, es decir, si tu piel tarda cinco minutos en ponerse roja sin protección solar, con una protección SPF 20 tardará 20 veces más, 100 minutos.

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Fuentes
  • Reglamento europeo de productos cosméticos
  • Comité Científico de Seguridad de los Consumidores (SCCS)