El número de organizaciones especializadas en verificación se ha estabilizado en 2022, al mismo tiempo que han aumentado su capacidad para hacer frente a la desinformación con más recursos.
Así lo recoge el Informe sobre el estado de los fact-checkers de 2022 que elabora anualmente la International Fact-Checking Network (IFCN) con el fin de analizar distintos aspectos sobre sus signatarios, para lo que se basa en los datos de encuestas recopilados de 93 organizaciones a nivel mundial.
Tras cinco años de aumento, desde 2021 se ha registrado una desaceleración en la aparición de nuevos medios de fact-checking. En los últimos dos años, solo se han registrado dos, mientras que 2019 fue el año en el que más se crearon, con un total de 17.
La mayoría de las organizaciones de fact-checking en 2022 estaban compuestas por equipos pequeños
Respecto a los empleados, el informe revela que la mayoría de las organizaciones de fact-checking están formadas por equipos pequeños. En 2022, el 37,6% de estos medios tenía entre uno y cinco empleados a tiempo completo, mientras que el 25,8% contaba con entre seis y 10 empleados, el mismo porcentaje que el de equipos de verificación formados por entre 11 y 20 empleados. Solo el 1% de las organizaciones confirmaron tener más de 51 trabajadores, por lo que, de acuerdo con los datos recopilados en el informe, no es habitual encontrar este tipo de secciones o perfiles profesionales a gran escala.
En este sentido, desde el IFCN apuntan al hecho de que la mayoría de las organizaciones de verificación cuentan con personal limitado, lo que puede afectar a su capacidad para cubrir grandes cantidades de información y reaccionar rápidamente a reclamos o información errónea.
En cuanto a los empleados a tiempo parcial, el informe muestra que en 2022 la mayoría de estos medios, el 48,4%, tenían entre uno y cinco trabajadores a tiempo parcial, el 32,3% a ninguno y solo el 2% contaba con más de 30 trabajadores en este régimen.
La capacidad financiera de las organizaciones de verificación ha aumentado respecto a 2021
Otro de los aspectos destacados del informe hace referencia a los presupuestos. En 2022 hubo más medios de fact-checking operando con mayores recursos financieros, lo que de acuerdo con el informe indica una mayor capacidad para abordar la desinformación de manera efectiva.
En comparación con el año anterior, las organizaciones con presupuestos superiores a 500.000 dólares (unos 450.000 euros) aumentaron, pasando del 18,6% al 24,7%. Por el contrario, aquellas con presupuestos de hasta 20.000 dólares (unos 18.000 euros) cayeron del 25,9% al 9,7%.
Por otra parte, la mayoría de las organizaciones de verificación de hechos encuestadas afirmaron que abordan la desinformación a través de varios temas de interés público: el 96,8% trata temas relacionados con la salud, el 94,6% cuestiones políticas y sociales y el 88,2% afirmaciones relacionadas con la economía.
El uso del ClaimReview por parte de los verificadores aumenta un 9,7%
El número de fact-checkers que utilizan ClaimReview, un sistema de etiquetado que los verificadores pueden usar para identificar sus artículos en motores de búsqueda y plataformas de redes sociales, aumentó en 2022, llegando al 68,8%. Sin embargo, la cifra permaneció por debajo del 72,2% de 2020, cuando este indicador se registró por primera vez.
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