Una vez superada la “fase aguda“ de la pandemia, la covid persistente sigue siendo el gran problema al que se enfrenta una humanidad que se ha expuesto masivamente a un nuevo patógeno lleno de incógnitas. El consenso internacional define la covid persistente como un conjunto de “síntomas que duran al menos 2 meses y no pueden explicarse con un diagnóstico alternativo” al de haber padecido el nuevo coronavirus, incluida la infancia.
Ahora, un equipo neerlandés ha publicado un exhaustivo recopilatorio revisado de los síntomas más reportados de covid persistente entre quienes padecieron la enfermedad entre marzo de 2020 y abril de 2021. En ese periodo, vieron que hasta el 12,7% de las personas que contrajeron la enfermedad en ese periodo presentaban por lo menos un síntoma compatible. Hay que distinguir secuelas del coronavirus (como una fibrosis pulmonar) de la covid persistente (más inespecífica). Una cuarta parte tiene una de las dos cosas.
En concreto, sufrieron covid persistente hasta ocho meses después en forma de: fatiga, dolor de pecho o al respirar, molestias o dolor muscular o esquelético, hormigueo, escalofríos y pérdida de olfato o gusto. También aparece la llamada ‘niebla mental’ o los dolores de cabeza. Eso sí, la mayoría dicen ver estabilizados sus síntomas de covid persistente a los tres meses, si bien en buena parte de ellos no remiten, aunque no vayan a más,
El 21% tuvo un síntoma de covid persistente que no tenía antes
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Groninga (Países Bajos), compara datos de 4.231 participantes diagnosticados alguna vez con covid y 8.462 participantes no infectados. Analizaron una veintena de manifestaciones clínicas y su intensidad.
El 21,4% tuvo al menos un síntoma nuevo o más intenso de tres a cinco meses después del positivo en covid, en comparación con cómo se sentían antes del diagnóstico. Esto no ocurría tan frecuentemente en el grupo de control: el 8,7% de las personas no infectadas tuvieron síntomas parecidos a los de covid persistente . Esto sugiere uno de cada ocho pacientes covid siguen experimentando algún síntoma a largo plazo.
“Es necesario urgentemente contar con datos que informen de la escala y el alcance de los síntomas a largo plazo experimentados por algunos pacientes después de la enfermedad de la COVID-19″, destaca Judith Rosmalen (Universidad de Groninga) y autora principal del estudio. «La mayoría de las investigaciones anteriores sobre la covid persistente no han analizado la frecuencia de estos síntomas en personas que no han sido diagnosticadas con covid ni han analizado los síntomas de pacientes individuales antes del diagnóstico”.
En línea con otros estudios
En España, el proyecto Ciberpostcovid (ISCIII) se centra en sintomatología que no remite a los tres meses de la infección. En España, los más frecuentes suelen ser de tipo sistémico (muy general), neurocognitivo (como la niebla mental), cardiorespiratorios, músculo-esqueléticos, neuromusculares, psicológicos y psiquiátricos. En este caso, no se ha hecho un conteo exhaustivo, como en Países Bajos, pero sí se recopilan cuadros y definiciones.
Los autores neerlandeses reconocen limitaciones en el estudio. Sólo contó con contagiados con las variantes original y alfa. Por otro lado, hay tanta gente asintomática que puede que la presencia de covid en este estudio esté infraestimada (puede también que no haya tanta gente con covid persistente, pues ha podido entrar en el grupo de control gente que nunca fue diagnosticada adecuadamente).
Por otro lado, la mayoría de los datos se recopilaron antes de la campaña de vacunación. La muestra de población vacuna fue demasiado pequeña para analizarla. Hay estudios contradictorios sobre si la vacunación es capaz de aplacar los síntomas de la covid persistente o no.
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