El antígeno no engañaba: doble raya entre sudores y fiebre. Hace tres semanas de ese positivo en coronavirus que se superó sin mayor problema a los pocos días. Mar, de Madrid, a sus 4 años, ahora está ‘tocada’ con diarrea y dolor de estómago. ¿Covid persistente de la infancia? La pediatra no se atreve a calificarlo como tal. Pero puede ser. Su caso es más habitual en la infancia de lo que pudiera parecer, según acaba de revelar un estudio. Por fortuna, se suele resolver sin mayores secuelas.
La covid persistente y las secuelas del coronavirus han sido poco estudiadas en la infancia. Ahora, un equipo de Dinamarca ha publicado los resultados de una investigación sobre síntomas prolongados del coronavirus en que se ha incluido a menores de entre 0 y 14 años. Y los resultados no distan de lo que sabemos en adultos. La covid persistente también afecta a la infancia.
Los resultados muestran la existencia de síntomas compatibles con covid persistente en infancia transcurridos al menos dos meses después de superar la enfermedad. Los más reportados para niños y niñas de entre 0 a 3 años fueron:
- Cambios de humor
- Erupciones cutáneas
- Afecciones gastrointestinales
Entre los niños y niñas de 4 a 11 años, fueron:
- Cambios de humor bruscos
- Dificultad para recordar o concentrarse
- Erupciones cutáneas
Entre el grupo de 12 a 14 años:
- Fatiga
- Cambios de humor
- Dificultad para recordar o concentrarse
Hasta el 46% de los casos de estudio mostraron covid persistente
El estudio, publicado en The Lancet Child & Adolescent Health, explica en concreto que la infancia diagnosticada con COVID-19 es más propensa a experimentar al menos un síntoma durante dos meses o más que el grupo de control.
En el grupo de 0 a 3 años, el 40% de los bebés (478 de 1.194 niños o niñas) experimentaron síntomas durante más de dos meses, en comparación con el 27% de los controles. En el grupo de edad de 4 a 11 años, la proporción fue del 38% de los casos (1.912 de 5.023 niños) frente al 34% de los controles. Y en el grupo de edad de 12 a 14 años, el 46% de los casos (1.313 de 2.857 niños) frente al 41% de los controles experimentaron síntomas de larga duración.
La proporción de covid persistente en infancia es muy importante, según este estudio. Pero Vicky Fumadó, pediatra del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona y ajena a este estudio, matiza: “Estos resultados encontrados en niños son relevantes. Aunque es necesario aclarar los diagnósticos posteriores a la COVID-19 y valorar cómo se han tratado los síntomas y también el estado emocional de los pacientes”.
La OMS definió el pasado diciembre lo que se considera covid persistente: “La condición que ocurre en individuos con antecedentes de infección probable o confirmada por SARS-CoV-2, generalmente tres meses después del inicio, con síntomas que duran al menos dos meses y no pueden explicarse con un diagnóstico alternativo”.
Los síntomas (estudiados en adultos) incluyen, entre otros, fatiga, dificultad para respirar y disfunción cognitiva. Generalmente tienen un impacto en el día a día. Los síntomas pueden ser de nueva aparición después de la recuperación inicial de un episodio agudo de COVID-19 o persistir desde la enfermedad inicial. Los síntomas también pueden fluctuar o recaer con el tiempo.
Hepatitis infantiles, una posible covid persistente o secuela de la infección
En este estudio se habla de síntomas gastrointestinales genéricos, pero no de hepatitis. Una de las hipótesis para explicar la extraña sucesión de casos de inflamación hepática de origen desconocido en niños y niñas es una reacción del organismo a una antigua covid. De algún modo, covid persistente.
Los doctores Petter Brodin y Moshé Arditi escribieron el pasado mayo una carta en la revista científica The Lancet en la que plantean una hipótesis: la mayoría de afectados por hepatitis infantil sí debieron de haber pasado la covid, pero sin mayores consecuencias. Semanas después, sus organismos se han enfrentado a otros patógenos diferentes al SARS-CoV-2, como los adenovirus leves. Y se han despertado los ‘superantígenos’.
Con la actual definición de covid persistente, sería difícil el encaje de las hepatitis infantiles dentro de esta categoría. Pero no se puede descartar. Y si la teoría de los superantígenos se confirmara, estaríamos ante una particularidad de la covid persistente específica de la infancia.
No es que se produzca una reinfección o reactivación de la covid, sino que el sistema inmune sobrerreacciona ante esos superantígenos (restos del coronavirus) que hasta ese momento habían pasado desapercibidos. Eso provoca una respuesta inflamatoria que se manifiesta en el hígado.
Justamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a los países ser más exhaustivos recogiendo datos para intentar averiguar qué causa la enfermedad, si es una consecuencia inesperada de una vieja covid o si –además– está mediada por un adenovirus.
Desde el inicio de 2022 se han notificado 894 casos sospechosos de hepatitis infantil de origen desconocido en el mundo. El 30% han requerido hospitalización; un 5% trasplante. 18 menores han fallecido. Que no haya conexión entre los casos complica las cosas. Pero un 10% fue positivo en SARS-CoV-2 y al menos otro 18% (en Reino Unido) tenía restos del coronavirus. Quizás muchos más habían pasado la covid semanas antes.
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